Internacional - Política

La ansiedad económica no es lo único que mueve a los partidarios de Trump

2016-08-18

Un nuevo análisis revela que los partidarios de Donald Trump pueden ser identificados...

NICK TIMIRAOS, The Wall Street Journal

Un nuevo análisis revela que los partidarios de Donald Trump pueden ser identificados más fácilmente mediante parámetros de aislamiento racial y cultural que parámetros de bienestar económico personal.

A diferencia de otros análisis, este de Gallup encuentra poca evidencia de la afirmación de que el candidato presidencial republicano recibe mayor apoyo en regiones en las que hay una mayor exposición a la competencia del comercio internacional y a la inmigración. También muestra que el atractivo que despierta entre sus seguidores es más complicado que lo que simples indicadores económicos podrían explicar y que se relaciona más bien con los temores a que la próxima generación tenga menos oportunidades.

El estudio, realizado por Jonathan Rothwell, economista de Gallup, se basa en 87,000 entrevistas realizadas el último año. Analiza de qué manera las actitudes hacia los partidarios y no partidarios de Trump varían a nivel individual en diferentes economías locales.

El estudio ha recibido mucha atención debido a la forma en que fue caracterizado por diferentes medios de comunicación. Matthew Yglesias, del sitio de noticias Vox, dijo que el análisis muestra que la ansiedad económica no explica de ninguna manera el apoyo a Trump. Slate está de acuerdo. Otros medios, como la revista New York y el portal Mother Jones, dicen que esto simplifica en exceso la relativamente matizada conclusión del informe.

He aquí cuatro hallazgos notables:

En primer lugar, el informe hace varias observaciones demográficas importantes. Los partidarios de Trump suelen ser de mayor edad, tener ingresos más altos, y son más propensos a ser hombres blancos no hispanos, son menos dados a identificarse con el movimiento LGBTQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero) o tener título universitario, tienen más probabilidades a ser veteranos de guerra o estar relacionados con alguno de ellos, son más propensos a trabajar en ocupaciones obreras y tienen más probabilidades de ser cristianos y de decir que la religión es importante para ellos.

En segundo lugar, los partidarios de Trump no parecen estar económicamente peor que los no partidarios, de acuerdo a ciertos indicadores. Los datos no indican que los partidarios de Trump enfrenten una “presión económica anormalmente alta” cuando esta se mide por los niveles de empleo e ingresos. Tienen menos probabilidades de estar desempleados y más probabilidades de ser trabajadores independientes. Es cierto que tienen tasas de participación laboral más bajas, pero cuando se cruza este dato con la edad se observa una mayor concentración de jubilados. Los simpatizantes de Trump también tienden a ganar más que quienes no los son, aunque esto refleja en parte el hecho de que los votantes republicanos tienen en general ingresos más altos que los no republicanos.

A diferencia de otros análisis, este informe encuentra que las zonas con mayor proporción de empleo en el sector manufacturero, y, por lo tanto, con una mayor exposición a la competencia del comercio internacional, no tienen ningún efecto sobre el apoyo a Trump.

En tercer lugar, las personas que viven en regiones con peores indicadores de salud y de movilidad intergeneracional son más propensas a apoyar a Trump. En comparación con otros candidatos republicanos o demócratas del actual ciclo electoral, Trump es el único para quien las tasas más bajas de movilidad intergeneracional predicen un mayor apoyo, escribe Rothwell. Este hallazgo sustenta la idea de que los partidarios de Trump, incluso si están en mejores condiciones que otros, parecen estar dominados por “opiniones políticas extremas cuando su estado de salud y el bienestar de sus hijos no cumplen con sus expectativas”.

Los partidarios de Trump son más propensos a vivir en comunidades con mayores tasas de mortalidad para hombres blancos de mediana edad. Rothwell dice que datos no publicados también encuentran que quienes viven en regiones con tasas de obesidad más altas y con mayor proporción de personas que reportan regular o mala salud son mucho más proclives a respaldar a Trump.

En cuarto lugar, los partidarios de Trump viven “desproporcionadamente” en comunidades racial y culturalmente aisladas. El estudio encuentra un apoyo más fuerte para Trump en las zonas más alejadas de la frontera con México y en los barrios que son más blancos y más segregados de la comunidad en su conjunto. La gente en comunidades con cuotas desproporcionadas de residentes blancos es mucho más propensa a ver a Trump favorablemente.

El estudio no descarta la tesis de que la ansiedad económica esté detrás del ascenso de Trump, pero sí muestra que su apoyo más fuerte no puede explicarse solamente en términos económicos. En cambio, llega a la conclusión de que los partidarios de Trump pueden ser identificados más fácilmente por la angustia cultural, que plantea otras preguntas sobre dónde reside la culpa de las actitudes ante la caída del bienestar social en estas comunidades.



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