Policrato Philodemos

Comisión Nacional de Derechos Humanos

2016-08-22

Como ejemplo que confirma esta visión torcida que utilizan para descalificar el uso de la...

Almte. Manuel Rodríguez Gordillo

Los “buscavidas”... farsantes que viven de la impostura, se vuelven expertos en
autopublicitarse para hacer creer a sus mecenas que les son indispensables... 
especialmente cuando este es el gobierno 

"Sus interpretaciones protagónicas sesgadas"

Dentro del escenario de inseguridad generalizada en nuestro país, donde la mayoría de los funcionarios responsables de ella parecen haber entrado en un estado ce “coma” (dado el inmovilismo que presentan), destaca la actividad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que ha estado muy activa haciendo interpretaciones sesgadas de los hechos, así como acusaciones infundadas, buscando aparecer continuamente en los encabezados de las noticias, presuntamente para justificar su existencia (y asegurar partida presupuestal), simulando preocupación por defender (generalmente a criminales), de lo que recientemente han bautizado como “Derechos Humanos”, que desde 1917 se conocen como “Garantías Individuales”, que se encuentran incluidos en la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos que nos rige, derechos cuyo cumplimiento le corresponde legalmente a las autoridades del gobierno, y no a una comisión que duplica y enreda estas funciones con un persistente protagonismo mediático.

Si se tomaran como absolutas y fuesen verdaderas las observaciones y recomendaciones que hace la CNDH y que con frecuencia llevan implícitas acusaciones no demostradas, en contra de las fuerzas de seguridad encargadas de combatir a la criminalidad, estas fuerzas gubernamentales tendrían que presentarse inermes o en desventaja, para efectuar sus operativos sin que den lugar a posteriores acusaciones de la citada comisión, ya se trate de capturar criminales armados, o de disolver manifestaciones vandálicas, que siempre acuden pertrechados con ingenios letales improvisados para agredir a las fuerzas del orden, generalmente lanzando explosivos o utilizando armas de fuego portátiles, ya que para esta comisión los derechos humanos de las fuerzas de seguridad son inexistentes.

Como ejemplo que confirma esta visión torcida que utilizan para descalificar el uso de la fuerza legítima del estado, están las acusaciones recientes de la CNDH a las fuerzas de seguridad, por violación a los derechos humanos de los manifestantes, por cometer abusos y utilizar armamento, durante los operativos implementados para despejar bloqueos carreteros, evitar el secuestro y quema de camiones de empresas privadas, o la toma de casetas de peaje, omitiendo en sus informes y recomendaciones que se trata de delitos sancionados por las leyes, y actuando como cómplices de los infractores al no citar que la turbamulta se encontraba armada y llevando explosivos (bombas Molotov y otros artilugios), para agredir a las fuerzas de seguridad, pasando por alto que se trataba de un “Enfrentamiento” de fuerzas hostiles contra las fuerzas del orden, y que no constituían un grupo pacífico de protesta, como torcidamente lo describe la comisión de la CNDH, que descaradamente y de antemano le niega su derecho de réplica y legítima defensa a las fuerzas de seguridad ante bandas criminales armadas.

Si  se analizan estos incidentes y el retorcimiento de la realidad al hacer las acusaciones, y bajo la premisa de que la CNDH es una comisión que duplica funciones que corresponden al gobierno y a las autoridades de seguridad pública (incluyendo a las Fuerzas Armadas), parece evidente que su actitud descansa en una búsqueda de protagonismo mediático, que tiene como finalidad vender la idea de su importancia y la necesidad de su existencia, ante la población que pretende manipular, no importando los medios o recursos falaces que se utilicen para conseguirlo, ya que en ello va su permanencia y futuro, así como los recursos oficiales que esto conlleva, asegurándoles un “modus vivendi” cómodo y permanente.

De no existir voluntad de las autoridades para cambiar esta situación, parece que debemos estar preparados para seguir presenciando este juego de simulaciones, que no es privativo de la CNDH, ya que también es muy practicado por otros organismos, como son algunos sindicatos obreros, asociaciones filantrópicas y demás fauna parásita que pulula en casi todas las sociedades humanas.... aunque siempre vale la pena exhibirlos para conocerlos y no caer manipulado cándidamente como víctima.... Bueno, mientras la sociedad organizada llegue al hartazgo y ya no lo permita 



JMRS
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