Internacional - Política
Colombia y las FARC llegan a un acuerdo tentativo de paz
Por Juan Forero, The Wall Street Journal
BOGOTA, Colombia – Las negociaciones de paz entre el gobierno y los rebeldes marxistas han concluido exitosamente después de casi cuatro años de conversaciones difíciles y polémicas, poniendo fin a medio siglo de conflicto que ha cobrado la vida de más de 200,000 personas, dijeron tres fuentes al tanto el miércoles.
Las negociaciones que iniciaron en noviembre de 2012 en La Habana, Cuba, terminaron el martes en la noche con ambas partes poniendo los toques finales a un pacto de más de 150 páginas de extensión.
Las fuentes indicaron que con el acuerdo en mano, el presidente Juan Manuel Santos presentará los detalles al Congreso. Él podría solicitar la organización de un plebiscito para preguntarle a los colombianos si aprueban el pacto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un grupo que se alzó en armas contra el estado en 1964.
Funcionarios de la oficina del presidente dijeron que no pueden ofrecer detalles del pacto hasta que Santos se dirija al país el miércoles por la noche en un discurso televisado. Pero aquellos familiarizados con las negociaciones dicen que este cubre desde el rol que los exguerrilleros tendrían en política a cómo verificar que se complete el desarme.
“Todo está listo”, dijo una fuente al tanto de las etapas finales del proceso. “Están dejando las ceremonias para después”.
En conversación con Caracol Radio el miércoles por la mañana, Roy Barreras, uno de los negociadores del gobierno, dijo que la firma oficial del acuerdo de paz se llevará a cabo en septiembre e incluirá la presencia de dignatarios extranjeros e, idealmente, representantes del Vaticano, que ha apoyado públicamente las negociaciones.
“Esto será noticia importante para el mundo, que requerirá la presencia de personalidades internacionales”, dijo Barrera. Así mismo aseguró que el plebiscito se llevaría a cabo en octubre.
En junio, el gobierno y las FARC acordaron que apenas se firme el pacto, los rebeldes concentrarán a sus 7,000 combatientes en 23 aldeas y ocho campamentos de cuatro hectáreas en regiones rurales de Colombia. Allí, los rebeldes entregarían sus armas a una comisión de verificación de Naciones Unidas a lo largo de un período de seis meses.
Las FARC rechazan ser considerados una organización terrorista. Fundada por un grupo de campesinos, se transformaron en un ejército guerrillero que operaba principalmente en regiones remotas. A lo largo de la década de los 90 asestó golpes duros a las fuerzas militares del país, pero en los últimos 15 años ha sido debilitada por un aumento en las operaciones militares que ha dado de baja a muchos de los líderes del grupo y motivado miles de deserciones. Con la firma de la paz, el grupo se transformará en un movimiento político.
El cronograma para el acuerdo final y el desarme es complicado.
A medida que el gobierno planea la firma del acuerdo, el secretariado de las FARC comenzó a convenir una reunión de sus comandantes en un lugar no revelado de Colombia. Los principales líderes del grupo guerrillero proveerán los últimos detalles de las negociaciones completadas y pedirán la aprobación del pacto final.
“A su manera, ellos votarán el acuerdo”, dijo Bernard Aronson, el representante estadounidense que ayudó a ambas partes a encontrar puntos en común en las negociaciones. Dijo que los líderes de las FARC necesitan ratificar el acuerdo “antes que sea un hecho”.
El gobierno de Santos, quien termina su mandato en 2018, también está apurándose para obtener la aprobación de una reforma tributaria por parte del Congreso en las próximas semanas para financiar lo que los economistas locales aseguran que será un programa de miles de millones para implementar los acuerdos de paz, incluyendo una ambiciosa modernización de regiones rurales olvidadas. Bank of America advirtió recientemente que si no se logra incrementar los ingresos impositivos en 1,5% del Producto Interno Bruto las agencias de calificación de deuda podrían rebajar la nota de Colombia, lo cual elevaría sus costos de endeudamiento. La economía del país ha sido muy golpeada por la caída en los precios del petróleo.
El Congreso debatirá la aprobación de una ley de amnistía para los rebeldes de bajo rango acusados o condenados por rebelión o levantamiento de armas contra el estado, lo cual acordaron ambas partes en La Habana. Lo comandantes guerrilleros acusados de crímenes de guerra serán enjuiciados por tribunales creados para escuchar las atrocidades cometidas durante el conflicto. Esos líderes rebeldes tendrán que admitir su rol en los crímenes de guerra. Su castigo podría incluir restricciones a sus movimientos, reparaciones a las familias de las víctimas y entregarles a estos más detalles sobre lo que sucedió con sus seres queridos.
Los opositores de las negociaciones, liderados por el expresidente Álvaro Uribe, dicen que el gobierno Santos había cedido ante los rebeldes.
“Lo que han hecho en cuatro años en La Habana, con desperdicio gasto exagerado por parte del estado, lo podrían haber hecho en un día: Santos concedió todo”, dijo el senador Ernesto Macías, quien forma parte de la coalición de Uribe.
TRO
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