Peña Nieto no explicó las razones de la renuncia de Videgaray

Por Kirk Semple y Elisabeth Malkin, The New York Times

CIUDAD DE MÉXICO – Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público de México y uno de los aliados más cercanos del presidente Enrique Peña Nieto, renunció a su cargo. El mandatario anunció que Videgaray fue remplazado por José Antonio Meade, quien se desempeñaba como secretario de Desarrollo Social de México.

La renuncia se produce una semana después de la reunión entre Peña Nieto y Donald Trump. Ese encuentro generó una gran consternación y despertó la ira entre los mexicanos, además de dividir al gabinete del presidente mexicano. Invitar a Trump fue idea de Videgaray, según informan varios medios de comunicación, aunque Peña Nieto ha afirmado que se le ocurrió a él.

En una conferencia de prensa convocada el miércoles, el mandatario mexicano no explicó las razones de la renuncia de Videgaray. Sin embargo, algunos analistas interpretan esa decisión como un dramático esfuerzo del presidente para recuperar la confianza los mexicanos luego de su reunión con Trump, el candidato republicano que en reiteradas oportunidades ha criticado a México durante su campaña presidencial.

La reunión y sus efectos han sido vistos como una serie de desaciertos de Peña Nieto, cuyos índices de aprobación se han desplomado este año.

Después de la reunión, el presidente intentó acallar las críticas en una entrevista televisiva, una columna de periódico y un encuentro con los jóvenes en el marco de su cuarto informe de gobierno. Sin embargo, estas medidas no apaciguaron a muchos mexicanos que lo acusaron de humillar a la nación al invitar a Trump y no aprovechar la oportunidad para lograr que se disculpara por las críticas y las acusaciones que ha desplegado contra México.

El descontento no ha dejado de manifestarse en las redes sociales y la prensa, además se ha convocado a una manifestación contra Peña Nieto para el 15 de septiembre. El martes, el senador Armando Ríos Píter, líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), presentó un proyecto de ley que le permitiría al gobierno mexicano luchar contra varias de las propuestas de política exterior de Trump, incluyendo su promesa de obligar a que México pague por la construcción un muro fronterizo y su intención de retirar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN).

Aunque no parece probable que la renuncia de Videgaray detenga la crisis política y rescate el prestigio del mandatario mexicano, sí ha tenido un efecto negativo en sus aspiraciones para asumir la dirección del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Videgaray, quien tiene un doctorado en economía del Instituto de Tecnología de Massaschusetts, había sido una de las estrellas del PRI, y su nombre solía mencionarse cuando se hablaba de los posibles candidatos para las elecciones presidenciales de 2018.

Él trabajó con el actual presidente desde 2005, cuando Peña Nieto fue gobernador del Estado de México, y coordinó el equipo de campaña para la candidatura presidencial del mandatario en 2012.

Sin embargo, su reputación ya se ha visto empañada por los informes que divulgaron que había comprado una casa en un club de golf de un contratista del gobierno, aunque el escándalo no fue suficiente para obligarlo a salir del gabinete. El presidente, quien es conocido por su lealtad con su círculo más cercano, lo mantuvo en su cargo.

Como secretario de Hacienda, Videgaray estaba en el centro de los esfuerzos del gobierno para reformar la educación, las telecomunicaciones y el sector energético. Él presionó para la apertura de la industria petrolera mexicana, que había sido un monopolio estatal desde la década de 1930, y defendió un programa de reformas fiscales que le ganó algunos enemigos entre la comunidad de empresarios.

Durante su gestión las calificaciones de riesgo de México se han visto afectadas. Moody’s Investors Service y S&P Global Ratings han bajado sus calificaciones de la categoría estable a la negativa en los últimos meses.

Se tiene previsto que el gobierno presente su presupuesto de 2017, el jueves.

Meade, el nuevo secretario de Hacienda, tiene un doctorado en economía de la Universidad de Yale y ha sido un importante funcionario en los recientes gobiernos de México. Ya fue secretario de Hacienda durante la administración de Felipe Calderón, y Peña Nieto lo nombró secretario de Relaciones Exteriores en 2012. En ese cargo se deslindó de su reputación de frío tecnócrata al liderar la ardorosa defensa del gobierno mexicano contra un informe de las Naciones Unidas que condenó al país por el uso de la tortura contra los sospechosos que eran detenidos.

Hace trece meses, Peña Nieto lo designó al frente de la Secretaría de Desarrollo Social, un puesto que lo convierte de forma automática en un posible candidato presidencial, mientras viaja por todo el país promoviendo los programas sociales del gobierno.

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