Agropecuaria

La FAO insta a vigilar e investigar más el uso de antibióticos en ganadería

2016-11-15

La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) instó...

 

Roma, 15 nov (EFE).- La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) instó hoy a vigilar e investigar más el uso de antibióticos en las explotaciones ganaderas ante el aumento de la resistencia a esos y otros antimicrobianos.

En un informe presentado durante la semana mundial de concienciación sobre el uso de los antibióticos, la agencia aseguró que el conocimiento científico sobre la cuestión es muy limitado a pesar de que ya se describió por primera vez la resistencia a los antimicrobianos en 1940.

Cada vez se tiene mayor evidencia, no obstante, de que dicha resistencia la transmiten los sistemas alimentarios y especialmente la ganadería, sector que representará dos tercios del crecimiento futuro del uso de esos fármacos ante el mayor aumento del consumo de productos animales.

Según el estudio de la FAO sobre los riesgos en la producción pecuaria, esa resistencia -una de las mayores amenazas actuales para la salud mundial y la seguridad alimentaria- es un proceso natural para las bacterias, pero muy poco frecuente en las muestras clínicas previas a la introducción de los antibióticos.

Actualmente es común la contaminación de alimentos con E. coli y salmonela, ambas resistentes a los antimicrobianos, un problema por el que los expertos recomiendan usar esos medicamentos con prudencia.

El reto se plantea en un momento en el que se utilizan en todo el mundo productos sintéticos para erradicar de forma indiscriminada las bacterias, virus, parásitos y hongos en los sistemas agrícolas y de alimentación.

Las aves de corral y los cerdos son importantes vehículos de transmisión de la resistencia a los antimicrobianos a las personas a través de los alimentos, como se ha demostrado por ejemplo con la reciente detección en distintos países de la resistencia a la colistina, considerada hace poco un antibiótico de última generación en medicina y utilizada en esos animales.

Este tipo de resistencia también podría tener su origen en sistemas acuícolas integrados que utilizan desechos agrícolas y de aves para alimentar a los peces, como se ha evidenciado en algunos casos en Tanzania y Pakistán.

Ante esa situación, la FAO instó a apoyar e intensificar la investigación, incluyendo análisis de secuenciación molecular y epidemiológicos, sobre los factores que influyen en la incorporación de bacterias resistentes a los organismos humanos y animales.

También indicó la necesidad de estandarizar los controles y bases de datos para evaluar los riesgos con el fin de mitigar la propagación global de las llamadas "superbacterias".

Para limitar su transmisión, la agencia llamó a aumentar las medidas de prevención para evitar la contaminación alimentaria y reducir gradualmente el uso de antimicrobianos cuando solo se utilizan para estimular el crecimiento de los animales.

También desaconsejó a los pequeños agricultores utilizar medicamentos sin consultar a los veterinarios ya que una dosis inadecuada puede hacer que se propague la resistencia a los antimicrobianos.

Y agregó que se deberían desarrollar antibióticos y programas de vacunación mejorados para la sanidad animal, así como tratar los residuos antimicrobianos en el ambiente como sustancias peligrosas.



JMRS
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