Las nuevas MacBook Pro son tentadoras, pero no traen mejoras que valgan su precio

Anne Cardenas, The Wall Street Journal

Hemos estado condicionados: cada nuevo producto de Apple es el mejor producto de Apple… hasta que, por supuesto, el siguiente es el mejor producto de Apple.

¿La excepción? Las nuevas MacBook Pro. Incluso para alguien que tuviera suficiente dinero, no queda claro si debería reemplazar su vieja laptop por uno de los nuevos modelos de US$1,500 o más.

El año pasado, la MacBook Pro (la “vieja MacBook Pro”) tomó el lugar de la MacBook Air como mi laptop favorita. Puedo trabajar en su nítida y hermosa pantalla Retina por 8 o 9 horas sin tener que recargar la batería.

Con los nuevos modelos Pro, puedo hacer lo mismo en un modelo más esbelto y con una elegante pantalla táctil encima del teclado. No obstante, eso implica ciertos sacrificios. Uno de ellos son los US$150 que tengo que pagar en adaptadores porque Apple eliminó todos los puertos tradicionales por uno tipo USB-C.

Los nuevos modelos incluso desafían nuestras expectativas de potencia y precios. No sólo no utilizan los últimos chips de Intel, sino que tampoco encajan en la práctica corriente de Apple de vender los nuevos productos a los precios del año previo. Las viejas MacBook Pro permanecen en los estantes por US$1,300 y más, justo al lado de los tres nuevos modelos más caros.

Lo que nos queda son dos grandes conjuntos de laptops con diferentes problemas.

¿Confuso? Está bien que lo esté. Después de horas de pruebas, mi consejo es ver primero en qué la nueva MacBook Pro es mejor, igual y peor que el modelo previo, y luego decidir lo que es importante para usted.

Lo mejor

Diseño. Comparada con mi MacBook Air y la vieja MacBook Pro, las nuevas Pro parecen haber tenido un importante ajuste. Bordes más finos y líneas más limpias casi pueden hacerle entender por qué Apple cree que los puertos especializados son obra del Diablo. Cualquiera que actualice su MacBook Air, sorprendentemente, no notará una diferencia de peso. Las Pro de 13 y 15 pulgadas son más livianas que sus predecesoras.

Barra táctil. En los dos modelos MacBook Pro de alta gama, Apple reemplazó la tradicional hilera de teclas de función con una nueva y brillante barra táctil. Me parece que es más útil para insertar emojis, navegar a través de videos y de música y cambiar el color de la fuente.

Fuera de eso, el teclado o el panel táctil me permiten hacer las cosas más rápido (ejemplo: Cmd-B pone palabras en negrita más rápido de lo que demoro en levantar un dedo para tocar la pequeña “B” de la barra táctil). Además, siempre hay que mirar hacia arriba debido a que los controles siguen cambiando y su sentido del tacto no ayuda en absoluto.

Identificación táctil. El mayor avance en hardware no es la barra táctil sino el sensor de huellas dactilares. Tocar el cuadrado negro brillante es mucho más rápido que escribir contraseñas. Es desconcertante que no esté disponible en todas las laptops MacBook, especialmente en la Pro de 13 pulgadas sin barra táctil.

Almacenamiento. Las tres nuevas Pro arrancan con 256 GB en lugar 128 GB, y Apple dice que los nuevos discos de estado sólido son 100% más rápidos. Vi algunas mejoras, pero la mayoría de las actividades en los sistemas antiguos y nuevos requirió la misma cantidad de tiempo, incluso abrir cientos de fotos a la vez.

Pantalla. La pantalla de la nueva MacBook Pro es más brillante y tiene un mejor contraste que la de la vieja Pro, lo que facilita verla al aire libre. Los nuevos puertos USB-C con tecnología Thunderbolt 3 permiten también alimentar pantallas de mayor resolución. (La de 13 pulgadas puede soportar una pantalla 5K; la de 15 pulgadas, dos pantallas 5K).

Lo mismo

Trackpad. Apple sigue promocionando los paneles táctiles por sobre las pantallas táctiles; el último es del tamaño de la isla de Guam. La almohadilla de la Pro de 13 pulgadas puede contener hasta cuatro piezas de sushi. ¿La de 15 pulgadas? ¡Cinco! Apple fabrica los mejores paneles táctiles de cualquier laptop, sin importar el sistema operativo, pero más grande no significa mejor. (El cursor a veces saltaba mientras tecleaba, porque mis palmas rozaban la gran superficie).

Desempeño. En el uso cotidiano y en las pruebas que realicé, noté que la potencia de procesamiento de las nuevas MacBook Pro de 13 pulgadas no era más rápida que la de sus predecesoras. No hubo mejoras significativas, por ejemplo, en la exportación de un video 4K en Adobe Premiere. Las nuevas Pro también carecen de los procesadores de séptima generación de Intel (que de todos modos mejorarían la eficiencia más que el poder). Las nuevas máquinas fueron más rápidas que las viejas en tareas intensivas de gráficos como la renderización de video; la nueva Pro de 15 pulgadas las superó con holgura.

Duración de la batería. La vida de la batería se mantuvo casi exactamente igual. En mi prueba de navegación web, el modelo de 13 pulgadas con barra táctil duró 9 horas y media; el viejo modelo de 13 pulgadas duró 5 minutos menos. El modelo sin barra táctil duró 30 minutos más. (Debido a diferencias de ingeniería, tiene una batería ligeramente más grande). Advertencia: los programas de alta exigencia, como Chrome de Google, drenan todas las baterías más rápido.

Lo peor

Teclado. Usted se acostumbrará al resorte de las teclas en el nuevo teclado plano. Usted también se acostumbra a dormir en una roca cuando acampa. ¿A qué no se acostumbrará la gente alrededor suyo? El fuerte sonido de las teclas.

Puertos. Tal vez lo haya oído: no más USB regular, ni HDMI, ni DisplayPort, ni ranura para tarjeta SD. En su lugar hay puertos USB-C. En teoría, es un puerto maravilloso, más rápido y sencillo para conectar cargadores, discos duros, teléfonos y monitores. Esa es la idea.

En la práctica, sin embargo, es una pesadilla. Hasta que el resto de la industria de la tecnología se ponga al día, usted se verá obligado a cargar con adaptadores caros para conectar todos sus dispositivos. Apple ha reducido el precio del adaptador USB-C por ahora, pero debería haber incluido ese adaptador de USB a USB-C en el paquete. El mayor inconveniente para alguien como yo, que trabaja con un montón de video y fotos, es que no hay una ranura para tarjeta SD.

Cargador. En el cambio hacia USB-C, Apple dejó de lado su conector MagSafe, que se desprendía fácilmente si algo (o alguien) golpeaba el cable. Ese pequeño implemento salvó mi laptop de la catástrofe muchas veces. Otro problema es que ya no hay una luz verde que indique que la computadora se está cargando.

Precio. Los clientes están acostumbrados a que los nuevos productos de Apple se lancen a los mismos precios que sus predecesores, mientras que los precios de esos modelos bajan. Así ha ocurrido con los iPhones, los iPads, las iMacs, los Apple Watches y los Apple TV. En este caso, sin embargo, Apple está cobrando US$200 más por la nueva MacBook Pro y mantiene los mismos precios en los modelos viejos. Peor: para obtener el mismo almacenamiento de 256 GB en la vieja MacBook Pro de 13 pulgadas, uno tiene que pagar el mismo precio que el nuevo.

Usted puede mirar el precio de dos maneras: 1) como las laptops duran más tiempo, su dinero va a rendirle más, y las Mac siempre son confiables y vienen con un gran servicio al cliente. Son dos grandes razones por las que sigo eligiendo Mac sobre PC con Windows. 2) Apple busca quitarnos todo y lucrar con el auge de los dispositivos que se conectan.

Entonces, ¿cómo decidir? ¿Invertir en el presente: la “vieja” MacBook Pro con buen rendimiento, portabilidad lo suficientemente buena, un buen teclado y un montón de puertos? ¿O invertir en el futuro: una máquina hermosa y altamente portátil con nuevos trucos? La respuesta tal vez sea hacer lo que estoy haciendo: mirar con cariño su laptop de tres años y preguntarse si puede esperar uno o dos años más, mientras este entuerto se resuelve por sí mismo.

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