Agropecuaria

Agricultores grandes de Argentina, dispuestos a pagar más regalías sobre semillas transgénicas

2016-12-05

Las firmas desarrolladoras de granos, lideradas por Monsanto buscan que los productores paguen...

Por Maximiliano Rizzi

BUENOS AIRES (Reuters) - Los productores de gran escala de Argentina están dispuestos a pagar durante más años regalías por semillas transgénicas de soja que obtengan en su cosecha para contar con una mejor tecnología, lo que destrabaría una dura negociación sobre la nueva ley que regulará al sector.

El proyecto, que el Gobierno envió hace meses al Congreso, disparó una disputa por sumas multimillonarias, ya que obliga a los agricultores de la potencia agrícola a pagar derechos de propiedad intelectual por semillas que ellos mismos reproduzcan en su cosecha. Con la ley actual, sólo deben pagar al comprar la simiente por primera vez.

Las firmas desarrolladoras de granos, lideradas por Monsanto buscan que los productores paguen regalías cada vez que se usen las semillas y se oponen a la propuesta oficial de que el plazo sólo sea de tres años, lo que ha trabado las negociaciones en el Congreso. El proyecto recién sería aprobado en el 2017 si las conversaciones se encaminan.

"Nosotros estamos dispuestos a trabajar en una extensión del tiempo", dijo a Reuters Daniel Pelegrina, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que representa a los agricultores de mayor escala del país sudamericano.

Solo un tercio de los productores argentinos cosecha alrededor del 80 por ciento de la soja de Argentina, el mayor exportador mundial de su harina y aceite derivados y el tercero de porotos de la oleaginosa. Por eso los reguladores apuntan a ellos y no hacia los agricultores más chicos.

"Siete campañas, cinco campañas... Veamos el mejor número porque justamente lo que tenemos que lograr con esto es que haya incentivos para que las empresas obtengan nuevas variedades y nuevas genéticas y nos las vendan", señaló Pelegrina.

Cada variedad transgénica nueva suele tener una vida de mercado de entre seis y ocho años, por eso el pago de regalías debería ser mayor a tres años, explicó Obdulio San Martín, gerente comercial de la firma Don Mario, que controla el 50 por ciento del mercado local de semillas de soja.

Para San Martín, un acuerdo a medio camino implicaría un plazo de entre cinco y seis años.

El pleito por las regalías estalló este año, cuando tras una escalada de tensión con los productores locales el gigante Monsanto anunció que no lanzaría sus nuevas variedades de soja en el país, lo que llevó al Gobierno a intervenir.

El conflicto ha generado tensiones entre el presidente liberal Mauricio Macri y el sector agrícola, que fue uno de sus aliados centrales para llegar al poder un año atrás. El problema llevó a la Federación Agraria Argentina -el grupo que nuclea a agricultores de menor escala- a unirse a una protesta contra el Gobierno.

"Lo que hay que establecer es un sistema para que todas las empresas puedan cobrar, porque lo más preocupante es que las empresas tecnológicas de desarrollo nacional no están cobrando las regalías de sus investigaciones", dijo el diputado Gilberto Alegre, presidente de la comisión legislativa de Agricultura.

"BOLSA BLANCA"

Además de extender el pago de regalías, la nueva ley busca combatir al enorme mercado negro de semillas de Argentina.

Es que de los 20 millones de hectáreas sembrados con soja en el país, apenas entre 15 y 20 por ciento es comprado en el mercado. El resto se divide entre semillas de segunda generación obtenidas por los productores en su cosecha -cuyo uso por ahora es gratuito- y las negociadas ilegalmente como "bolsa blanca".

"No es fácil controlar el universo total de los productores, así que vamos a enfocarnos en la campaña que viene inicialmente en los más grandes, que son los grandes usuarios de semilla", dijo Raimundo Lavignolle, presidente del Instituto Nacional de Semillas (INASE), que regula el mercado de simientes.

Para la firma Don Mario, que también opera en otros países de Sudamérica, el mercado de semillas de Argentina es el que registra la mayor ilegalidad de la región.

"Es importante poder incrementar el nivel de fiscalización de semillas. Si hay más negocio, evidentemente las empresas nacionales van a terminar invirtiendo más", dijo San Martín.



JMRS