Mensajería

El desaliento, ¿por qué se genera?

2016-12-06

El que no pone voluntad y fortaleza para sobrellevar lo malo, no vive  en plenitud para gozar de lo...

Por: Salvador Casadevall

Los cristianos tienen que ser siempre sembradores de esperanza

Los cristianos tenemos esperanza en Dios y Dios es el único que hace fácil lo difícil y posible lo que parece imposible.

Los cristianos tienen que ser siempre sembradores de esperanza. Los cristianos tenemos esperanza en Dios y Dios es el único que hace fácil lo difícil y posible lo que parece imposible.

No dejes que la tristeza del ayer y el miedo al futuro, estropee la alegría de tu hoy. Yo cristiano no puedo esperar nada de las estructuras humanas: yo espero siempre de Dios.

Frente a la vida diaria, más bien me debo sentir con responsabilidad de dar y no con necesidad de recibir. Si no te gusta lo que recibes de regreso, ¡revisa muy bien lo que estás dando!

¿Se produce en mí un desaliento cuando espero que algo se me dé, y no se da?  El desaliento, ¿por qué se genera?

Porque en vez de estar mirando nuestras responsabilidades y pensar en lo que puedo dar, estamos pensando en lo que nosotros necesitamos o anhelamos o nos gustaría que la vida nos dé.

Cada uno tiene que ver el lugar en que está, como el lugar de entrega, como el lugar dónde Dios nos ha puesto y desde este lugar tenemos que estar dispuestos a vivir en un clima de dar. Hay que poner voluntad para descubrir ¿qué es lo que yo puedo dar?

No hace falta salir a tocar timbres. Basta solamente con estar dispuesto y el mismo Dios pondrá delante de mis narices en donde me necesita.

Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas, pedir lo que quieras y te ayuda para que puedas. (San Agustín)

Desde ya que las mayores responsabilidades tienen que recaer entre quienes tienen más. Tanto en lo material como en lo espiritual. No hay que olvidar que todos y cada uno de nosotros podemos contribuir a la construcción de una vida mejor, de un mundo más solidario.

Desde la actitud de dar, y todos tenemos algo que dar, borraremos del mapa el desaliento. El hombre es  un ser que se hace bueno, cuando hace mejores a los otros  Seremos así, sembradores de esperanza.

Hay una leyenda de San Francisco de Asís y los dientes del perro, ----que ahora más que nunca es de actualidad---- que nos cuenta que había un perro muerto al costado del camino. El animal ya estaba convertido en desecho y carroña. A todos cuantos pasaban delante les causaba aversión y rechazo.

Pero el pobre de Asís fue el único que en medio de esa imagen repugnante vio lo único intacto que le quedaba: los bellos dientes.

Porque siempre hay algo que permite mirar con esperanza.

El buscar este algo es lo que ya por su misma actitud nos abre a la esperanza. Es buscar y esforzarse en hallar el lado bueno de las cosas. Por más que uno se rodee de objetos y cosas que nos ilusionan que controlamos nuestra vida, es falso, no contralamos nada. Cuando solamente nos queda el corazón, uno ha de ser fuerte, y por eso tienes que sembrarle la semilla de la esperanza. (Teii chi Sato)

El ser cristiano siempre tiene que ser el de un hombre buscador del bien, buscador de lo bueno. Es buscando el bien, es buscando lo bueno que me abro a la esperanza. La esperanza me lleva al bien, la desesperanza me lleva al mal, a sentirme mal.

Kierkegaard el pensador danés afirmaba: La vida solo puede ser comprendida mirando para atrás. Eso está muy bien, porque la mayoría de las cosas que nos pasan, necesitamos del tiempo para entenderlas y comprenderlas, pero de todos modos debemos vivir la vida hacía adelante, viviendo plenamente el hoy. Un hoy que tal vez no entendamos, aunque no estoy muy seguro de que sea necesario entenderlo.

Si, empero, estoy seguro que es menester vivirlo siempre con esperanza. Esa esperanza que me da el saber que Dios permite que la vida nos apriete pero jamás que nos ahorque.

El que no pone voluntad y fortaleza para sobrellevar lo malo, no vive  en plenitud para gozar de lo  bueno. Si siempre empapas tu vivir mirando lo malo, es muy difícil darte cuenta de lo bueno.

Lo importante no son los hechos dolorosos que te van sucediendo en la vida, sino el cómo se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas, vivirás como un pájaro herido, incapaz de volar.

Si Dios permite que pases por algo,

Él te hará salir de ahí.

En lo difícil, busca a Dios.

En lo feliz, agradécele.

En la tranquilidad, adóralo.

En el dolor, cree.

Dios y el diablo, el reino de los cielos y el amor, en fin, todo lo que realmente importa, la persona humana lo lleva dentro de sí misma. El gran viaje de la vida consiste en descubrir lo magnifico que llevamos dentro de cada uno de nosotros.

Sacar a la luz lo que somos y lo que sentimos es gozar cada día de vivir, sentirse gozoso de haber nacido, sentirse gozoso de lo que estoy viviendo.

Lo más bello de la vida, cada hombre lo lleva dentro de sí. Hay que saber descubrirlo, hay que saber encontrarlo, y cuando lo descubras, piensa que lo tienes para poder darlo, para poder brindarlo a otro.

Es frecuente que nos olvidemos de nuestra responsabilidad de dar. Si alguien da amor es porque ama, no porque espera que le retribuyan con amor. Si damos esperando algo en compensación, seguramente no nos sentiremos felices.



JMRS