Internacional - Política

Irán entra en una etapa de incertidumbre política con la muerte de Rafsanyaní

2017-01-09

Aunque en los últimos años mermó su poder político, fue notable su...

Marina Villén y Artemis Razmipour

 

Teherán, 9 ene (EFE).- El fallecimiento del expresidente Akbar Hashemí Rafsanyaní, uno de los pilares de la Revolución y la República Islámica, abre un periodo de incertidumbre en Irán por la posibilidad de que se rompa el equilibrio entre reformistas y conservadores.

Aunque en los últimos años mermó su poder político, fue notable su espaldarazo al movimiento reformista y al mandatario actual, Hasán Rohaní, que se ven privados ahora de un influyente apoyo y consejero en un momento determinante para Irán, con elecciones presidenciales el próximo mes de mayo.

La ausencia de Rafsanyaní, un personaje pragmático y conciliador con mejores relaciones con Occidente, puede hacer perder fuelle a los moderados y dar alas a los sectores más conservadores de Irán.

Su muerte ayer de un infarto supone "un gran vacío que afectará al equilibrio político del país", consideró en declaraciones a Efe el exvicepresidente y clérigo reformista Mohamad Alí Abtahí.

Para este clérigo, incluso los detractores de Rafsanyaní "siempre reconocieron su papel en la creación de equilibrio": "No tenemos a ningún personaje con ese poder histórico, tanto de antes de la revolución como de después", subrayó.

Su cercanía con el líder supremo, Alí Jameneí, le permitía dar voz a los reformistas, con su idea de que no había que temer los cambios y que estos podían ayudar al propio sistema de la República Islámica.

Al respecto, el analista político iraní Reza Ganji dijo a Efe que "no hay nadie de importancia similar a Rafsanyaní ni tan cercano al líder" que pueda ahora hacer llegar las peticiones de los reformistas.

A juicio de Ganji, Jameneí escuchaba las opiniones de Rafsanyaní, lo que "equilibraba la balanza" entre conservadores y moderados cuando esta se inclinaba del lado de los primeros.

El mismo Jameneí calificó ayer de "compañero de lucha y amigo" a Rafsanyaní, insistiendo en que "las diferencias de opinión nunca cortaron la relación" de colaboración de 59 años.

La actividad política de Rafsanyaní fue clave para el triunfo de la revolución, y, tras el derrocamiento del sha, ocupó numerosos cargos de responsabilidad, desde la presidencia (1989-1997) hasta la jefatura de la todopoderosa Asamblea de Expertos (2007-2011), que elige al líder supremo.

La dificultad para encontrar a alguien que reemplace a Rafsanyaní fue uno de los temores expresados también a Efe por varios de sus simpatizantes, que se congregaron anoche y hoy en Teherán para rendirle homenaje.

En opinión de Kasra Nuraí, del Movimiento Verde, que surgió tras las elecciones de 2009 en protesta por la victoria del conservador Mahmud Ahmadineyad, consideradas fraudulentas por muchos ciudadanos, "la política en Irán sin Rafsanyaní es un tema no experimentado", lo que conduce al país "al miedo y la incertidumbre".

Nuraí indicó en un artículo publicado en la página web del Movimiento Verde que su grupo ha perdido "su más poderoso apoyo político", un político cuya popularidad -añadió- ha quedado patente con las muestras de homenaje popular vistas tras su muerte.

Sobre cómo afecta su pérdida a los reformistas y en concreto a Rohaní, Abtahí subrayó que es posible que Rohaní pierda algo de poder, pero que esto no tiene por qué influir de modo importante en las próximas elecciones.

Más negativo se mostró el analista político Ganji, quien afirmó que si al día de hoy no estaba clara la victoria de Rohaní en las presidenciales, "con la pérdida de Rafsanyaní esta seguridad es todavía menor", salvo que capitalice para lograr votos el "paquete sentimental" del respaldo del fallecido expresidente.

El analista señaló que esta pérdida "va a ser muy notoria para los reformistas en el futuro", pues van a sufrir "un vacío" al no contar con "un líder y clérigo influyente que era parte del sistema".

El fallecido expresidente se convirtió en una de las figuras claves reformistas tras la victoria de Ahmadineyad en 2009, criticando incluso en un sermón del rezo de los viernes la represión contra el Movimiento Verde.

Su hija, Faezeh Hashemi, estuvo además seis meses entre rejas por participar en protestas de esa época.

En 2013, con la descalificación de Rafsanyaní por parte del Consejo de Guardianes como candidato a las elecciones presidenciales, se extendió la impresión de que votar por Rohaní era como hacerlo por el exmandatario.

Posteriormente, ambos -que ya trabajaron juntos durante las presidencias de Rafsanyaní- unieron sus manos en los comicios de 2016 al Parlamento y a la Asamblea de Expertos, logrando que su lista arrasara frente a los conservadores.

Rohaní, sin entrar en valoraciones políticas o electorales, destacó hoy que Rafsanyaní fue "una leyenda de la tolerancia y la moderación". 



yoselin

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