Internacional - Política

Jimmy Morales se estrella contra el muro anticorrupción levantado en 2015

2017-01-20

El mandatario, un derechista de 47 años que asumió, hace un año, el poder de...

Patricia Pernas

Guatemala, 20 ene (EFE).- En 2015, Guatemala emprendió una lucha contra la corrupción que afligía a un país pobre y violento. Contra este muro se estrelló el actual presidente, Jimmy Morales, que vio cómo dos de sus familiares más cercanos, un hijo y un hermano, eran procesados por defraudar al Estado en 2013.

El mandatario, un derechista de 47 años que asumió, hace un año, el poder de una Guatemala harta de la corrupción sistemática bajo el discurso de "Ni corrupto, ni ladrón", ha enfatizado en todas las ocasiones que ha podido que nadie es superior a la ley y que los actos de corruptela deben ser perseguidos y castigados.

Con un tono más suave y menos crítico, Morales, que admitió que pasa por momentos "difíciles" después de que su hermano Sammy y su hijo de 23 años, José Manuel, fueran detenidos y procesados por el delito de fraude, reiteró su compromiso de seguir sentando las bases para fortalecer la democracia guatemalteca.

"Cueste lo que cueste", enfatizaba el jefe de Estado a través de las redes sociales, uno de los pocos medios por los que ha expresado su opinión sobre la situación de sus parientes, acusados de haber ayudado a sustraer fondos del Estado simulando compras y eventos públicos, motivo por el que están en prisión preventiva.

La jueza instructora explicó las anomalías detectadas en tres compras públicas, dos de las cuáles nunca se realizaron, y detalló el papel del hijo del presidente, que presentó cotizaciones falsas -dos de ellas a nombres de empresas que ni existen- y consiguió facturas de entidades registradas que nunca prestaron los servicios.

Fue así como Sammy y José Manuel, según la investigación, fueron partícipes de un fraude al Estado, anterior a que Morales asumiera el poder, que se originó a partir de una "simulación especialmente preparada" con funcionarios de la entidad para beneficiar al padre de la exnovia del hijo del mandatario, Mario Estuardo Orellana López, que también fue encausado por fraude.

El joven vástago de Jimmy Morales, que en aquel entonces tenía 19 años, le contó a la jueza, apelando a la inocencia de su corta edad y al amor que sentía por su ex, que nunca se imaginó que conseguir unas simples facturas para ayudar a la familia de su expareja, que en aquel momento lo necesitaba, pudieran desencadenar en todo esto.

"Fui muy inocente (...) Fue algo que hice por querer ayudar a quien en ese momento lo necesitaba", admitió el muchacho ante la titular del Juzgado Sexto de Sentencia Pena, Silvia de León.

Pero la jueza, durante una audiencia maratoniana, de más de 10 horas, intentó crear conciencia de los hechos y explicar cómo los tres incurrieron en el delito de fraude: "Los malos actos que tenemos en nuestra vida tienen consecuencias".

Apelando a la independencia de poderes y a la supremacía del imperio de la ley en su calidad de presidente, pero teniendo en cuenta su condición de padre y hermano en este proceso, Jimmy Morales ha expresado todo su respaldo a sus dos familiares.

El delito de fraude en el que supuestamente incurrieron Sammy y José Manuel sobrevuela así la Presidencia, un hecho que evoca en la memoria de los guatemaltecos lo sucedido con el expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Badeltti (2012-2015), ahora en prisión por corrupción.

La sociedad, que ya empieza a movilizarse en las redes sociales, se cuestiona si el presidente, que supuestamente creó junto a su hermano una de las empresas implicadas en este fraude al Estado, participó o tuvo conocimiento de estos hechos.

Sobre lo primero, las autoridades son claras: no hay indicios, pero tampoco se descarta nada. Y es que el diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen) Gilmar Othmar Sánchez, a quien la Fiscalía pidió retirar la inmunidad por su presunta implicación en la trama, es un amigo personal de Morales, como reconoció su propio hijo. 



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