Automotriz

Homicidios y robos a conductores en Brasil obligan a Uber a repensar estrategia

2017-02-14

Dos de las heridas fatales eran tan profundas que la policía primero las confundió...

Por Stephen Eisenhammer y Brad Haynes

SAO PAULO (Reuters) - Un jueves por la noche en septiembre de 2016, el conductor de Uber Osvaldo Luis Modolo Filho aceptó una solicitud de una pareja adolescente para viajar al lado más alejado de Heliópolis, la favela más poblada de Brasil, en Sao Paulo y pagar en efectivo.

A unas pocas cuadras de su destino, los pasajeros, que habían pedido el viaje en la aplicación de Uber con un nombre falso, sacaron dos cuchillos de cocina. Apuñalaron varias veces al conductor de 52 años y, tras dejarlo en la calle sangrando, se alejaron en el automóvil.

Dos de las heridas fatales eran tan profundas que la policía primero las confundió con agujeros de bala. La policía después halló el coche, arrestó a la pareja y los acusó de asesinato para robar un auto. Los adolescentes están esperando sentencia y sus abogados prometieron apelar.

Uber dijo que Modolo Filho fue su primer conductor en ser asesinado en Brasil. No sería el último. La policía confirmó otras seis muertes desde su fallecimiento, mientras que la prensa local reportó más de una decena.

Un análisis de Reuters de datos sobre delitos obtenido tras un pedido a la secretaría de seguridad pública de Sao Paulo mostró un aumento en los robos contra conductores de Uber desde julio, cuando la compañía comenzó a aceptar pagos en efectivo en la ciudad, generando dudas dentro de la compañía de por qué no actuó más rápido para abordar el problema.

Tradicionalmente, Uber cobra los viajes a través de tarjetas de crédito de los usuarios, una manera fácil de verificar a los pasajeros y localizarlos de ser necesario. Cambió esa política en Brasil el año pasado, para que los clientes pudieran pagar con efectivo y así aumentar el crecimiento en un nuevo mercado clave.

La demanda se disparó, pero también los delitos. En Sao Paulo, los robos contra conductores de Uber se multiplicaron por 10, según los datos. Las agresiones subieron de 13 por mes en promedio en los primeros siete meses del 2016, lo que refleja cierto grado de peligro incluso antes de que aceptaran efectivo, a 141 por mes en el resto del año. [http://tmsnrt.rs/2lFkxZT]

Las agresiones a taxistas en la ciudad aumentaron apenas un tercio en el mismo período, según datos de delitos obtenidos a través de otro pedido de información pública presentado con las mismas autoridades, en medio de un alza de un 6 por ciento en los robos en la ciudad.

RESPUESTA LENTA

La información sobre delitos obtenida por Reuters abarca desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2016 y muestra todos los incidentes contra taxis y conductores de Uber. Tiene algún margen de error ya que potencialmente incluye agresiones a pasajeros.

La policía dijo a Reuters que el número de agresiones a conductores de Uber podría ser más alto, ya que es un nuevo servicio y muchos incidentes estaban posiblemente registrados en el sistema sin mencionar a la aplicación por su nombre.

Conductores y la policía dijeron a Reuters que la política de efectivo le ha facilitado las cosas a los criminales, ya que les permite abrir una cuenta bajo nombres falsos, sin tarjeta de crédito que los verifique, y llevar a coches a emboscadas.

Uber declinó brindar detalles mensuales sobre el aumento de los viajes en Sao Paulo pero reconoció que vio un alza en "incidentes de seguridad" sin decir cuánto. La compañía dijo que no está claro si los delitos se debían a la política de efectivo o por el crecimiento del negocio, impulsado por la opción de efectivo.

Uber dijo que está tomando medidas para que sus viajes sean más seguros, como verificar a los usuarios con su número de seguridad social. El éxito del pago en efectivo es una prueba clave para Uber, que busca un crecimiento más rápido en países pobres donde las tarjetas de crédito no son tan comunes y la seguridad pública es más precaria.

Hasta el momento, el negocio de Uber en Brasil está en auge. Al menos un 30 por ciento de sus viajes en el país se pagan ahora en efectivo y la tasa es más alta en áreas pobres, según dos fuentes de la compañía.

En Sao Paulo, la opción de efectivo representa la mayoría de los viajes a la periferia, y las fuentes dijeron que ayudó a la ciudad a superar a Nueva York y Tokio en los últimos meses para convertirse en el mayor mercado de la firma por viajes.

Pero una decena de actuales y ex empleados y ejecutivos criticaron a la empresa por la opción de efectivo en Brasil, diciendo que ignoró los altos niveles de violencia en pos del crecimiento en un mercado no familiar. Ejecutivos ahora admiten que la compañía fue lenta para introducir soluciones simples cuando los peligros en el gigante sudamericano fueron claros.

En octubre, Uber negó que hubiera un problema con la opción en efectivo en Brasil. Andrew Macdonald, gerente general para la región, dijo que la compañía había estudiado si el efectivo ponía en peligro a los conductores y halló que no era el caso. "Si están preocupados, es algo un poco emocional", dijo en una entrevista con Bloomberg en ese momento.

Macdonald reconoció el viernes a Reuters que su comentario fue un "error" y dijo que Uber estuvo trabajando para mejorar la seguridad sobre los pagos en efectivo desde el otoño pasado. Declinó explicar qué cambió desde el estudio inicial.

Añadió que la violencia le "pesaba bastante" a él y otros ejecutivos, y que la firma estaba lanzando nuevas herramientas para proteger a los conductores.

El requisito de que nuevos usuarios se registren con el número de seguridad social comenzó a regir el lunes en Brasil, seis días después de que Reuters envió preguntas precisas sobre los ataques a conductores y la lenta respuesta de Uber y a cinco meses del asesinato de Modolo Filho.

Macdonald agregó que Uber también está considerando darle la opción a los conductores de rechazar el pago en efectivo, que la compañía está probando en algunas ciudades de Brasil y Chile, junto con un algoritmo que bloquea a nuevos usuarios si muestran un comportamiento inusual como cancelar varios viajes.



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