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El oficialista Lenín Moreno lideró las presidenciales de Ecuador, pero iría a segunda vuelta contra Guillermo Lasso
The New York Times
Lenín Moreno dominó la jornada electoral de Ecuador al conseguir mantener su ventaja desde las primeras encuestas a boca de urna. Jose Jacome/European Pressphoto Agency
Con el 81,2 por ciento de las mesas escrutadas, el Consejo Nacional Electoral de Ecuador informaba que Lenín Moreno había logrado el 38,89 por ciento de los votos frente al opositor Guillermo Lasso, quien obtenía el 28,50 por ciento en la jornada electoral de Ecuador.
Moreno encabezaba claramente las preferencias electorales en las presidenciales del domingo en Ecuador, pero todavía no estaba totalmente claro si obtendría los votos suficientes para evitar una segunda vuelta ante el exbanquero Guillermo Lasso.
Para evitar ir a una segunda vuelta el próximo 2 de abril, el candidato ganador debe lograr la mayoría absoluta de los votos válidos. Debe obtener al menos el 40 por ciento con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre su rival más cercano.
A pesar de denuncias de corrupción y de una economía tambaleante que han golpeado al mandatario saliente Rafael Correa, las primeras encuestas boca de urna le daban desde temprano la ventaja a Moreno, y una de ellas lo declaraba ganador en primera vuelta.
“A esta revolución no la para nada ni nadie”, dijo Moreno, acompañado de Correa y de un puñado de seguidores tras escuchar los datos de las encuestas. “Hemos ganado estas elecciones en justa lid”.
El nuevo presidente de Ecuador, que gobernará desde el 24 de mayo por un periodo de cuatro años, tendrá un difícil camino que recorrer para crear empleos, afrontar un abultado endeudamiento y sostener millonarios planes sociales acumulados durante una década de gobierno socialista de Correa.
El candidato oficialista, quien fue vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013, convenció a sus seguidores con la promesa de continuar el actual proyecto político centrado en programas sociales, participación activa del Estado en la economía y una mejor distribución de la riqueza.
Moreno prometió generar 200,000 empleos e implementar créditos preferenciales para jóvenes emprendedores y empresarios dedicados a sectores estratégicos. También ha hablado de proyectos como la Refinería del Pacífico que se dedicaría a la producción de derivados del petróleo. Ha planteado la creación de centros de orientación en el sector educativo y profundizar la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción.
Una eventual victoria de Moreno mantendría a Ecuador como uno de los pocos países de Latinoamérica que continúa en la senda socialista, luego de que el movimiento sufriera reveses el año pasado en Brasil, Argentina y Perú.
Los escándalos que salpican a funcionarios cercanos a Correa, en una trama que involucra a la empresa estatal Petroecuador y una red de sobornos de la brasileña Odebrecht, le habrían restado puntos a Moreno.
Por su parte, Lasso pidió calma a sus seguidores y los conminó a esperar los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE).
“El pueblo ecuatoriano quiere un cambio. De eso no cabe duda. En la segunda vuelta electoral todos nos uniremos”, dijo el candidato opositor en su natal Guayaquil.
Lasso, de 61 años, pidió a los otros seis candidatos opositores unirse para una eventual segunda vuelta, buscando ponerle fin a una década de Gobierno izquierdista, el más largo y estable de la historia reciente de Ecuador.
El expresidente del Banco Guayaquil encarna el descontento de una parte de los ecuatorianos con las políticas socialistas de Correa y su estilo confrontacional, así como el manejo de la economía dolarizada fuertemente golpeada por la caída de los precios del crudo.
Lasso centró su oferta electoral en la creación de empleos, reducción de impuestos, mayor inversión extranjera y la convocatoria a una consulta popular para reformar la Constitución de 2008.
yoselin
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