¡Basta ya!

Una condena muy necesaria

2017-02-22

La grandeza de los Estados Unidos, la que ha permitido su andadura triunfal durante más de...

Editorial / Diario Las Américas

El antisemitismo, aseguró el Presidente, es algo “horrible” que “tiene que cesar” y condenó las recientes amenazas contra centros judíos en todo el país.

Las declaraciones de Trump, quien había sido criticado por guardar silencio hasta ahora, eran muy necesarias y fueron hechas en un lugar simbólico: el Museo de Historia y Cultura Afroamericana, inaugurado en septiembre pasado.

Al finalizar la visita a la instalación, Trump ofreció una breve comparecencia ante la prensa en la que afirmó que las amenazas contra centros judíos de todo el país son "dolorosas" y un recordatorio de todo el trabajo pendiente para "erradicar el odio".

De acuerdo con reportes de prensa, un total de 11 centros judíos recibieron el lunes amenazas de bomba por teléfono. Por suerte, todas resultaron ser falsas.

Desde el pasado 9 de enero, el número de incidentes similares ha ascendido a 69 en 54 centros judíos de 27 estados de EU y de una provincia canadiense.

Detrás de actos como esos se esconde un intento por emprender un viaje hacia la intolerancia racial y la violencia religiosa y podrían ser los catalizadores de mayores acciones contra religiones y razas que estamos observando en muchos lugares de los EU.

La grandeza de los Estados Unidos, la que ha permitido su andadura triunfal durante más de dos siglos, radica en la tolerancia, la diversidad y su compromiso con la libertad. No por gusto la Primera Enmienda de la Constitución prohíbe el establecimiento de una religión sobre otras y protege explícitamente el ejercicio de cualquier credo. La protección del entorno religioso y la creación de un marco legal que garantice un ambiente en que todos los credos puedan fomentarse en igualdad, es el camino de la paz y prosperidad para una nación como la norteamericana.

Detener la espiral de violencia relacionada con el odio racial es tarea primordial para la actual administración. No es suficiente la rotunda condena de los actos vandálicos que emergen a lo largo y ancho de la geografía norteamericana.

Es necesario garantizar, a través de la ley, que todos aquellos que cometan crímenes de odio, por sus implicaciones desestabilizadoras, sean perseguidos y llevados inequívocamente a los tribunales.



yoselin