Agropecuaria

John Deere y la quinta revolución agraria

2017-02-27

La filial ibérica del grupo norteamericano Deere & Company -fundada en 1837 como un...


27 feb (EFE).- La primera revolución de la agricultura arrancó a inicios del siglo XX cuando se sustituyeron “mulas por tractores”; la segunda, gracias a semillas hídricas que aumentaron producción; la tercera, con los tratamientos fitosanitarios contra plagas y la cuarta, con los transgénicos en todo el mundo, si bien muy limitados en la Unión Europea (UE), explica el director general de John Deere Ibérica, Enrique Guillén, en una entrevista con Efeagro.

La filial ibérica del grupo norteamericano Deere & Company -fundada en 1837 como un fabricante de arados, tiene hoy fábricas en EU, China, India, México, Italia o EU- comprueba que la nueva, y quinta revolución, se nota en las ventas en su segmento de agricultura de precisión, que se dispararon el 100 % en dos años. “Para 2017, el crecimiento será al menos de doble dígito en este capítulo, porque los agricultores ven que las innovaciones son fáciles y le ayudan a tener más productividad”, añade.

Según detalla, la “quinta revolución” se traduce en que todas las máquinas de la compañía están preparadas para la gestión eficiente de la información y, por ejemplo, tractores o cosechadoras capturan datos mientras trabajan “al segundo” para generar después mapas de rendimientos y diferentes parámetros que facilitarán a los profesionales y a sus asesores la toma de decisiones.

“Hasta ahora, muchas consultorías agronómicas se pasaban el 80 % de su tiempo recogiendo información y mirando tablas de excell, y el 20 % restante tomaban decisiones”, pero “nosotros queremos que estos porcentajes se reviertan” para que puedan centrarse en el desarrollo estratégico porque “las máquinas se lo darán todo”, explica.

Gracias a la conectividad y a la telemática, todas las máquinas están vinculadas ahora con sus concesionarios y “esto nos permite hacer diagnósticos” para optimizar los rendimientos en el campo.

En este contexto, John Deere ha lanzado la iniciativa “FarmSight” para “seguir estando a la vanguardia y en cabeza de la tecnología punta en agricultura, tanto en España como en Portugal”, asegura. Según indica, esto permitirá reforzar la asistencia de la red de concesionarios a los productores, tanto en servicios técnicos para resolver incidencias como en la entrega de repuestos.

Resultados

Respecto al balance de resultados de John Deere Ibérica, que suma las ventas en España y Portugal, Guillén ha explicado que “ha sido un gran año”, con una subida del 10 % -lo que mantiene su posición de liderazgo-, con buena evolución de la comercialización de tractores, cosechadoras, máquinas de forraje, jardinería y golf.

Valora la pujanza de la “agricultura de precisión” y cita como ejemplo que “el sistema de guiado de tractores y cosechadoras se ha convertido “en un equipo base, como lo fue el aire acondicionado”.

“La guinda del año la puso FIMA de Zaragoza de febrero de 2016, donde tuvimos un récord, con 10 novedades técnicas”, precisa.

Destaca que a la evolución de las ventas ayudaron la alta producción de cereal, los buenos precios del aceite y el comportamiento “al alza” de frutales y viñedo, a lo que se suma mejor acceso al crédito para el agricultor y más renta agraria.

Para 2017, la compañía cree que los mercados de España y Portugal para la maquinaria -que llevan tres años de recuperación tras superar los “mínimos históricos” de hace 3-4 ejercicios-, seguirán su tendencia de crecimiento, que sitúan en el 3-4 %. Más ingresos para el agricultor, mejor acceso a financiación y estabilidad política para que se agilicen subvenciones e inversiones vendrán bien al sector, según el responsable de una firma que tiene también una fábrica en Getafe (Madrid), especializada en la fabricación de componentes para sus centros internacionales.

En el ámbito internacional, el ingreso neto atribuible a Deere & Company sumó 285,3 millones de dólares (unos 268 millones de euros) en el cuarto trimestre -que finalizó el 31 de octubre de 2016-, frente a 351,2 millones de dólares en el mismo periodo de 2015.

Para el año fiscal 2016, el ingreso neto atribuible a Deere & Company fue de 1.524 millones (unos 1.431 millones de euros), en comparación con 1.940 millones de dólares en el 2015.

“La recesión global del sector agrícola y el inestable mercado de la maquinaria de construcción han llevado a una reducción de las ventas y los beneficios para el cuatro trimestre de 2016 y para los beneficios de todo el año”, ha reconocido la firma.

Por su parte, las previsiones para el año fiscal 2017 apuntan beneficios de 1,400 millones de dólares (1.315 millones de euros), debido a “un ligero descenso de los volúmenes de ventas”.



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