Ciencia y Tecnología

Nokia 3310: ¿Por qué un móvil de 50 euros puede ser una genial idea?

2017-02-28

El 3310 fue uno de los iconos de toda una generación que accedía por primera vez al...

 

El País.- Tal y como adelantamos hace unos días, el mercado ha contemplado atónito el inesperado regreso del Nokia 3310, un móvil que, sobre el papel, no podría rivalizar con los smartphones actuales pero que sin embargo, ha sido una de las campanadas más sonadas del Mobile World Congress que se celebra en Barcelona. ¿Por qué resulta tan irresistiblemente atractivo el retorno de este clásico? Dejando de lado el aspecto nostálgico de este retorno, se trata de un móvil de apenas 49 euros que cuenta con una batería prácticamente inagotable según los estándares actuales. Ah, y solo sirve para hacer y recibir llamadas.

El 3310 fue uno de los iconos de toda una generación que accedía por primera vez al mercado de los móviles y también ha sido uno de los terminales más vendidos de la historia: 126 millones de unidades desde su lanzamiento en septiembre del año 2000. Con estos argumentos no sorprende que el retorno del terminal haya eclipsado otros lanzamientos del MWC y la red haya enloquecido por la vuelta de marca y terminal. Un certamen atípico donde los haya, en el que BlackBerry resurge de las cenizas con su KeyOne y Nokia haga lo propio con esta nueva versión del 3310.

Sin embargo, esta rentrée en el mercado no es casual: el nuevo 3310 llega en un momento preciso en el que una parte del mercado parece mirar con interés aquellos móviles sin más ambiciones que la de poder estar disponible si alguien nos quiere llamar en una urgencia o bien poder hacer nosotros esa llamada o enviar un SMS. Los llamados dumbphones o móviles tontos parece que están encontrando su nicho de mercado como segundo terminal (para llevar en la guantera o de fin de semana) para aquellos que simplemente quieran huir de whatsapps y facebooks durante el fin de semana.

Nokia sabe bien lo que hace cuando reedita un terminal que ofrece hasta un mes de batería con una sola carga y su legendaria resistencia por tan solo 49 euros, una cifra por la que algunos fabricantes de smartphones venden sus periféricos. El 3310 puede ser el móvil de fin de semana para muchos o simplemente una alternativa que llevarse encima cuando se quiera estar localizado. Un móvil sin conexión a internet que nos permita dedicar más tiempo a nuestro entorno y sin perder un solo segundo en las distracciones de redes sociales y mensajería. Paradójicamente, la productividad y la vida social pueden venir precisamente de esta desconexión voluntaria.

A este mismo segmento de usuarios se dirige The Light Phone, un proyecto que aborda directamente el problema de la sobrecarga de notificaciones y propone un móvil muy ligero y con un acaban minimalista al que podremos desviar las llamadas desde nuestra línea principal. Solo llamadas, nada de notificaciones. Sus creadores confían en que este móvil sea usado “lo menos posible” y que su propietario disfrute de una velada en buena compañía sin las molestas interrupciones a las que por desgracia ya nos estamos acostumbrando. “A diferencia del Nokia, The Light Phone se posiciona como un segundo móvil”, explican sus fundadores, aclarando que el terminal contribuye a una “desconexión intencionada”. Los terminales tontos pueden ser una gran idea como esa segunda línea para momentos de necesaria desconexión, pero en los que se tenga la tranquilidad de poder estar disponibles en caso de necesidad.



yoselin