Nacional - Economía

Funcionarios de México y Texas abogan por el TLCAN

2017-03-06

El secretario de Estado de Texas, Rolando Pablos, y el cónsul general de México en...

Por WILL WEISSERT

AUSTIN, Texas, EU (AP) — Texas es el estado estadounidense que más se ha beneficiado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y debería de defender el acuerdo de los intentos del gobierno de Donald Trump de socavarlo, dijeron el lunes funcionarios de México y Texas.

El secretario de Estado de Texas, Rolando Pablos, y el cónsul general de México en Austin, Carlos González Gutiérrez, hablaron ante legisladores durante una audiencia en el Capitolio estatal. Los comentarios resaltan el dilema que enfrentan muchos republicanos de alto rango que no quieren desafiar a Trump abiertamente pero se oponen a algunas políticas comerciales antimexicanas que el presidente apoya.

Pablos dijo que el comercio entre Texas y México representa casi 200,000 millones de dólares anuales y que ambos socios comerciales "tienen un destino común" entrelazado por profundas conexiones familiares y culturales.

"Es crucial que sigamos reforzando estos lazos", dijo Pablos, quien fue nombrado al puesto por el gobernador republicano Greg Abbott en enero y viajó la semana pasada a la Ciudad de México, donde dijo ante funcionarios mexicanos que "no hay sociedad más fuerte que la que existe entre Texas y México".

Gracias al tratado, conocido por sus siglas como TLCAN, el comercio entre México y Estados Unidos se ha multiplicado por seis a 584,000 millones de dólares, desde que fue negociado en 1993 hasta el 2015, dijo González Gutiérrez.

México ahora es el principal socio comercial de 25 estados, pero "Texas está en una liga completamente diferente", agregó el cónsul.

"Si Texas es el principal beneficiado del TLCAN, Texas debe de ser su defensor número uno", dijo González Gutiérrez, agregando que si el acuerdo colapsa, Estados Unidos perdería las exportaciones a México, valorizadas en un total de alrededor de 1,3% del PIB del país, pero Texas tendría pérdidas equivalentes a 6% de su PIB estatal.

"Es imprescindible que Texas asuma el liderazgo y establezca los términos del debate sobre el TLCAN", puntualizó el diplomático.

Algunos legisladores estatales han dicho estar preocupados por el desmantelamiento del TLCAN, por el plan de Trump para construir un muro de casi 3,200 kilómetros (2,000 millas) en la frontera México-Estados Unidos y por el plan de los republicanos para imponer un arancel de 20% en todos los bienes importados.

"El daño potencial a la economía de Texas es catastrófico", dijo el representante Rafael Anchia, demócrata de Dallas.

González Gutiérrez dijo que México no se opone a renegociar el TLCAN, especialmente para actualizar los acuerdos sobre energía, el sector servicios y el comercio electrónico, así como para explorar si es que las empresas estadounidenses de seguros pueden facilitar "turismo médico" para que los estadounidenses puedan ir a México por servicios de salud baratos. Pero Trump ha ido mucho más allá de solo insinuar simples ajustes, calificando al tratado como "el peor acuerdo que se haya aprobado en este país".

John Cornyn, director de disciplina partidaria entres los republicanos del Senado, exhortó la semana pasada al nuevo gobierno a mejorar, no a desechar el TLCAN.

"El comercio ha sido la piedra angular de la economía de Texas, y ningún socio ha sido tan importante como México", escribió Cornyn en un artículo de opinión.

Otros estados republicanos están preocupados de que la retórica de la Casa Blanca contra el TLCAN pueda provocar una desaceleración económica. Uno de estos estados es Arizona, donde el senador John McCain ha dicho que está "profundamente preocupado" por cualquier plan para renegociar el acuerdo.

Este nerviosismo también se siente del otro lado de la frontera. El ministro de Economía de México, Ildefonso Guajardo, estuvo la semana pasada en Detroit, donde expresó su oposición a los planes para imponer aranceles. Economistas y ejecutivos de la industria automotriz reunidos allí estaban preocupados de que grandes cambios al TLCAN, o aranceles fuertes, puedan sembrar caos en la industria, que depende de fábricas de ensamblaje y de partes de autos en México gracias al TLCAN.

Aun así, algunos texanos dijeron que quieren darle al presidente el beneficio de la duda, por ahora.

"Confío en que, al final del día, el comercio de Texas con México será protegido", dijo el representante Tan Parker, republicano de Flower Mound, en las afueras de Dallas. "De veras, lo que estamos viendo ahora es un diálogo preliminar sobre este asunto".



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