Derechos Humanos

Los padres de Ayotzinapa exhiben su dolor con el Gobierno mexicano en CIDH

2017-03-17

Había entrado en la audiencia con gesto de resignación y pensando en voz alta:...

Cristina García Casado

Washington, 17 mar (EFE).- Los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 exhibieron hoy lo dolidos que están con el Gobierno mexicano por su gestión del caso, en una intensa audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

"Para este Estado mentiroso y corrupto es más importante cubrir a sus funcionarios públicos que hacer una investigación adecuada para encontrar a nuestros muchachos", dijo Mario César González, padre de uno de los desaparecidos, mirando a la cara a los representantes del Gobierno.

Había entrado en la audiencia con gesto de resignación y pensando en voz alta: "Mentiras, mentiras, mentiras, venimos a oír mentiras", farfullaba.

En el pecho llevaba una foto de su hijo, César Manuel González Hernández, del que no sabe nada desde el 26 de septiembre de 2014, cuando desapareció, en circunstancias aún por esclarecer, junto a otros 42 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (Iguala, Guerrero).

A su lado, a Joaquina García le tiembla la voz cuando recuerda a su hijo Martín Getzemaní Sánchez, otro de los jóvenes desaparecidos.

"No tenemos respuesta alguna, puramente mentiras de estas personas aquí enfrente, tenemos treinta meses de no saber de nuestros hijos", dijo señalando a los representantes del Gobierno.

Ella ya "no espera nada" del Estado mexicano, porque "se inventaron su verdad histórica" y provocaron a los padres "un dolor duro" al decir que sus hijos "habían sido quemados".

De acuerdo con la versión oficial, los estudiantes fueron detenidos por policías y después entregados a una célula del grupo criminal Guerreros Unidos, que los mató e incineró en un basurero en el municipio vecino de Cocula, antes de tirar sus cenizas a un río.

Pese a que esta hipótesis la rechazan tanto los familiares como los expertos de la CIDH que investigaron el caso, el Gobierno mexicano defendió hoy en la audiencia esa versión oficial, a la que se llamó "verdad histórica".

"Podemos decir hoy que no se ha consolidado otra hipótesis, otra línea de investigación y que no se ha encontrado desafortunadamente a ninguno de los muchachos vivos o muertos", afirmó el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación de México, Roberto Campa.

No obstante, subrayó "la plena disposición para seguir valorando cualquier otra línea de investigación", y defendió que el Gobierno "ha sido sensible con el cuestionamiento que las familias han hecho de la hipótesis" oficial.

Sus palabras indignaron a los defensores de derechos humanos que acompañaban a los padres de los desaparecidos: "¿Entonces la hipótesis es la del basurero? Está contradiciendo las conclusiones de los expertos, que la CIDH tome nota", dijo, en pie y enojado, Mario Patrón, del centro Prodh.

Y acto seguido se oyó un grito desde el público de la audiencia: "¡Justicia, fue el Estado!".

En varios momentos de la sesión también se escuchó, rotundo, su lema desde hace más de dos años: "Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos".

Tras la audiencia, los periodistas insistieron a los representantes del Gobierno para que aclararan si apuestan por la "verdad histórica" como principal línea de investigación.

La subprocuradora de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de México, Sara Irene Herrerías, dijo que esa es solo una de las líneas de investigación, pero rehusó explicar cuáles son las otras.

Los representantes del Gobierno mexicano, encabezados por el subsecretario de Relaciones Exteriores para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de México, Miguel Ruiz Cabañas, tuvieron que enfrentar las críticas, a la cara, de familiares y activistas de Ayotzinapa, que les despidieron con un: "Espero que puedan dormir tranquilos".

También se fueron con el rapapolvo del comisionado Paulo Vannuchi: "Un Estado que ha demostrado la capacidad de accionar mecanismos para aprehender al (narcotraficante) Chapo Guzmán, es un Estado que puede ubicar los nombres de los desaparecidos", les dijo.

Las familias pidieron a la CIDH que mantengan su mecanismo de seguimiento del caso (que vence en noviembre pero se puede renovar) porque esa es su "única esperanza" de saber lo que pasó y conocer el paradero de sus hijos.

"Estamos aquí para agradecerles", dijo, entre lágrimas, Cristina Bautista, madre del normalista desaparecido Benjamín Ascensio.

Cuando terminó la audiencia, Cristina se acercó al secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, para darle un abrazo.

Él le agarró la mano y, mirándola a los ojos, le dijo: "Fuerza, estamos juntos". 



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