Internacional - Economía

La clave del malestar en Serbia: la economía crece pero el nivel de vida no

2017-03-30

Aunque el presidente de Serbia no tiene competencias en asuntos económicos y el poder real...

Snezana Stanojevic

Belgrado, 30 mar (EFE).- Las duras reformas y recortes de los últimos años han apuntalado el crecimiento de la alicaída economía de Serbia y han reducido el paro pero los salarios y el nivel de vida siguen siendo de los más bajos de la región.

Tres años de duras medidas económicas impulsadas por el primer ministro conservador, Aleksandar Vucic, entre las que se incluye privatizaciones y recortes en subsidios, salarios y pensiones, han estabilizado las finanzas públicas.

Tras la dura recesión posterior a la crisis de 2008, el país volvió a crecer en 2016 un 2,7 % y para este año la previsión de crecimiento es del 3,5 %, según el Banco Central serbio.

Las medidas de austeridad de Vucic redujeron el déficit desde el 8 % en 2014 hasta el 1,4 % el año pasado. La deuda bajo en ese periodo 5 puntos, hasta el 70 % del PIB.

Pero muchos ciudadanos critican que esas cifras macroeconómicas no se traduce en una mejora del nivel de vida o de los salarios.

El sueldo medio en Serbia en 2016 fue de 374 euros, uno de los más bajos de los Balcanes.

Ana Milanovic es una jubilada de 62 años que ejemplifica esa baja capacidad adquisitiva. Tiene una pensión de unos 290 euros. Vive con su hijo de 28 años, que no tiene trabajo fijo.

"Mi pensión en el único ingreso regular, pero es poco, apenas podemos estirarlo hasta final de mes", declara a Efe.

"Para nosotros todo es caro. Pagamos las facturas, como la de la electricidad, que llegan cada mes, y lo que queda generalmente es para la comida. Pensamos más de una vez si compramos ropa", dice.

"Lo peor es la inseguridad para los jóvenes. Mi hijo encuentra trabajo, lo pierde rápido. Luego busca otro. Pero no es fácil. Los jóvenes deben tener seguridad para poder formar su familia. ¿Qué va a pasar cuando yo no esté?", se pregunta.

"Nos prometen siempre (los políticos), pero para nosotros, la gente ordinaria, no ha habido mejoras", asegura.

Un litro de leche cuesta 70 céntimos de euro. En Austria, por ejemplo, donde el salario medio es cinco veces mayor, la leche es sólo 30 céntimos más cara.

Un kilo de carne de cerdo cuesta unos 3,4 euros, el aceite sale a 1,1 euros por litro... En definitiva, la cesta básica de la compra se come de media el 38 % del salario de los serbios.

Vucic, para el que los sondeos preven un rotundo triunfo en las elecciones presidenciales de este domingo, ha prometido que la situación mejorará y que a finales de este año el sueldo medio habrá subido hasta los 440 euros.

Un reciente estudio del semanario NIN expuso recientemente que el consumo había crecido sólo un 1,2 %, por debajo del crecimiento económico y también menos que en países vecinos.

Para este medio, la principal preocupación de los ciudadanos, mejorar su capacidad adquisitiva, se ha quedado muy atrás a pesar de las frecuentes promesas de los políticos.

No obstante, en el último lustro se han producido mejoras en otros campos, como el del desempleo, que se encuentra en el 13 %, cinco puntos menos que hace cinco años.

A pesar de lo impopular de su política de austeridad, Vucic ganó con contundencia las elecciones anticipadas de 2016, que el primer ministro planteó como un plebiscito sobre su política económica.

El todavía primer ministro promete ahora que las reformas van a traducirse en un aumento de los salarios y de las pensiones.

Las sangrientas guerras balcánicas de la década de 1990 y las posteriores sanciones económicas internacionales lastraron la economía de Serbia que, además, se vio especialmente golpeada por la crisis económica de 2008.

El que en su día fuera un país con un importante sector industrial tiene ahora el desafío de modernizar su tejido económico, atraer inversiones y reducir un sector público sobredimensionado.

"Serbia aún tiene mucho que hacer. Los ingresos de la población son dolorosamente bajos en comparación con los estándares de Europa occidental. Para que eso cambie, hace falta un crecimiento mucho más alto del 3 %", declaró recientemente James Roaf, jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional para Serbia.

Roaf advirtió de la necesidad de cumplir "reformas estructurales" para transformar al país en una moderna economía de mercado, reforzar y ampliar el sector privado y reducir el público.

Aunque el presidente de Serbia no tiene competencias en asuntos económicos y el poder real está en el Gobierno, Vucic mantendría, si gana las elecciones, una gran influencia, dado que es el líder del Partido Progresista Serbio, que gobierna con mayoría absoluta.



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