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¿Tiene alguna esperanza de sobrevivir "Obamacare"? Tal vez.

2017-03-31

El presidente Donald Trump habla ante un grupo de mujeres en la Casa Blanca el 20 de marzo del...

Por NANCY BENAC

WASHINGTON (AP) — La propuesta del presidente Donald Trump que debía reemplazar al "Obamacare" fracasó la semana pasada. O tal vez no.

El esfuerzo por anular el plan de salud de Barack Obama quedó en un estado intermedio, mitad vivo mitad muerto.

Después de todo, esto es Washington, donde todo puede suceder y propuestas legislativas que están en un ataúd un día reviven al día siguiente.

Es algo bastante común en la capital. Después de todo, los políticos invierten un enorme capital político en una propuesta de ley y no quieren verla morir.

"Una de las claves para entender a Washington es pensar un poco como un médico forense, dice el ex secretario de prensa del presidente George W. Bush Ari Fleischer. "Hay que saber cuándo algo está muerto y cuándo todavía respira. A veces cuesta distinguir".

Las señales que envían Trump y los republicanos son bastante cruzadas.

La semana pasada, cuando se hizo evidente que los republicanos no tenían los suficientes votos en la cámara baja para anular esa ley, la Casa Blanca dijo que Trump había hecho todo lo humanamente posible y que ahora se enfocaría en otros asuntos.

El propio presidente anunció sin pestañar que el próximo tema en su agenda era una reforma impositiva.

Su hijo Eric incluso elogió a su padre por saber cuándo hay que dar vuelta la página.

Esa misma noche, no obstante, Trump declaró en una reunión con senadores que "vamos a resolver esto del plan de salud. Es algo fácil. No tengo dudas de que lo vamos a solucionar muy pronto".

El vocero del presidente Sean Spicer dijo el miércoles que Trump bromeaba.

Pero los republicanos no se reían en el Capitolio, donde sectores conservadores elegidos a partir de la promesa de anular la ley de salud insistían en que era muy prematuro decir que el proyecto estaba liquidado.

"No nos rendimos", dijo el representante Brian Mast, que perdió ambas piernas tras ser herido en Afganistán. "Así hacemos las cosas en el frente de combate y así deberían hacerse aquí".

El jueves el presidente de la cámara baja Paul Ryan aumentó la confusión al declarar por CBS que era hora de enfocarse en un Plan B, de "hablar entre nosotros y ver cómo podemos hacer pasar" el proyecto.

Hay pocos indicios de que se esté trabajando en planes concretos para revivir la iniciativa.

Pero, ¿por qué no lo quieren admitir?

Tal vez porque estaban muy comprometidos con un objetivo que buscan desde hace tiempo. O por beneficio propio.

"Estas son criaturas que necesitan el reconocimiento público", dice Stephen Wayne, profesor del arte de gobernar de la Georgetown University. "Cuando se juegan por algo y no van a ninguna parte, es una humillación, una derrota política. Un golpe a su ego".

Fleischer fue más caritativo: "Los legisladores de ambos partidos creen firmemente en las políticas que impulsan. Sobre todo cuando se trata de promesas importantes que han hecho, el trámite formal de declarar que la iniciativa está muerta es algo devastador y uno se niega a declararlo muerto hasta que ya no tiene otra opción".

Robin Wagner-Pacifici, profesora de sociología de la New School for Social Research, dijo que puede haber algunos paralelos con la rendición de un militar, que a fines del siglo XX dio paso a la "resolución de conflictos o disputas o acuerdos de varios tipos con una calidad mucho más ambigua".

Agregó que también puede incidir el que Trump tenga una forma de comunicarse fragmentada y a veces contradictoria, "en la que nunca se resuelve o se finaliza nada".



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