Agropecuaria

El cacao brasileño expande su hábitat y revitaliza economía en la Amazonía

2017-04-02

En el sur de Bahía (nordeste) los plantíos de cacao comenzaron a desarrollarse por...

Janaína Quinet

Sao Félix do Xingú (Brasil), 1 abr (EFE).- Considerado como valioso y hasta usado como moneda en otros tiempos, el cacao muestra que todavía es un motor económico en Brasil y al expandir su hábitat revitaliza ahora al amazónico estado de Pará, uno de los polos del fruto que da vida a los codiciados chocolates europeos.

Materia prima del chocolate, el cacao marcó la historia del país, que ya fue el tercer mayor productor mundial.

En el sur de Bahía (nordeste) los plantíos de cacao comenzaron a desarrollarse por cuenta de las condiciones de suelo y clima y así el fruto se expandió en ese estado y hacia otras regiones.

Durante muchos años, las haciendas cacahuales se destacaron en la economía nacional, pero en 1989, la plaga "escoba de bruja" casi devastó la producción y trajo efectos socioeconómicos y ambientales severos para las zonas de cultivo.

De la cosecha 1990 hasta la de 2000, la producción cayó en Bahía, de 356,000 para 98,000 toneladas, pero gracias a la tecnología fue posible controlar la plaga y, así, fueron desarrolladas variedades más tolerantes al hongo.

Actualmente, el cacao prospera en otras tierras brasileñas, como São Félix do Xingú, en Pará, donde además de tornarse en un motor económico para la región, ayuda a reforestar la Amazonía que ha sido perdida para la producción pecuaria.

Pará es el estado con mayor índice de deforestación de la Amazonía, con 2.153 kilómetros cuadrados, según datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) y São Félix do Xingú posee el mayor rebaño del país, con dos millones de cabezas de ganado.

Para luchar contra la deforestación en las áreas de pasto, la ONG The Natury Conservance (TNC) lanzó en 2012 la iniciativa "Cacau Floresta", que tiene como objetivo combatir la deforestación de la región amazónica a través de la agricultura familiar, restaurando así las áreas degradadas con especies nativas aliadas al cacao.

El biólogo y coordinador del proyecto Cacau Floresta (cacao selva) y subcoordinador de Estrategia de Restauración de TNC Brasil, Rodrigo Freire, comentó a Efe sobre la iniciativa adelantada para la producción del fruto en esa región, básicamente ganadera en la Amazonía.

"Fue identificada una oportunidad de trabajar con la lógica de producir cacao en áreas consolidadas, principalmente en pastos pésimos o degradados, plantando en sistemas agroforestales para mejorar la renta y al mismo tiempo viabilizar una restauración productiva de una área degrada usando semillas híbridas", apuntó.

Hasta 2016, con un modelo de producción sustentable del cacao, la renta de las familias que viven del fruto aumentó en un 30 % y se restauraron 160 hectáreas de selva en áreas de preservación permanente (APP).

En total, los pequeños productores del proyecto ya cultivan en 312 hectáreas en Sistemas Agroforestais (SAFs), como son conocidos los métodos de cultivo en que diversas especies nativas dividen espacio con productos agrícolas, de manera que el área sea productiva, pero manteniendo los niveles ambientales.

Para 2020, la ONG calcula que el área de cultivo del cacao en el ámbito del proyecto pasará para 5,000 hectáreas y de ellas por lo menos 2,000 estarán en APPs restauradas.

Según Freire, el cacao "genera una renta relativamente elevada, por causa de la demanda global muy fuerte y trae mayor calidad de vida al agricultor familiar, pues es un fruto que crece en la sombra y eso aumenta el confort climático en el ambiente de trabajo y, todavía, viabiliza a conservación y la restauración forestal".

En el contexto regional, el cacao debe ganar cada vez más relevancia económica, social y ambiental.

El Gobierno de Pará definió, en 2011, la "cacaocultura" como una de las prioridades de la política agrícola regional y elaboró, en alianza con la Comisión Ejecutiva del Plano de Cosecha Cacahual, el Programa de Desarrollo de la Cadena Productiva del Cacao en el estado.

Se espera que hasta 2023 Pará se convierta en el mayor productor de cacao en Brasil, superando a Bahía, líder histórico de la producción cacahual.

Expandir la producción del fruto forma parte también de la estrategia del Gobierno regional para alcanzar las metas del Plan Pará 2030, que incluyen doblar el producto interior bruto (PIB) per cápita del estado y reducir la desigualdad de renta entre las familias paraenses.



JMRS
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