Policrato Philodemos

¿ Gobiernos paralelos ?

2017-04-26

Al interior del gobierno legal existe un poder oculto, infiltrado en puestos decisorios, que...

Almte. Manuel Rodríguez Gordillo

"El poder debe hacer sentir su presencia... cuando no se ejerce se disipa y desaparece
dejando el campo vacío para que lo ocupe el primero que llegue"

"Impunidad Corrupción y Seguridad en México"

Cuando observamos la situación de anarquía corrupción e inseguridad que prevalece en nuestro país, nos asaltan de inmediato una diversidad de preguntas_ ¿Dónde estarán las autoridades responsables del orden?... ¿Dónde se encuentra el valor cívico de la ciudadanía que no reclama ni les exige?... ¿Cuándo y como fue que se torció el camino y se perdieron los valores?... ¿Quién es el que está gobernando realmente a México?... Las respuestas no requieren investigación alguna pues está a la vista de cualquiera que no se encuentre cegado por la complicidad o el miedo, y realmente quiera verlo.

Para encontrarlas basta hojear las noticias cotidianas sobre autoridades y gobernadores acusados y consignados por peculado, así como sobre la cantidad de delitos impunes, o de sátrapas que públicamente exhiben la riqueza que saquean de las arcas nacionales, o las ganancias que obtienen los cárteles del crimen organizado dedicados al narcotráfico, pero que también secuestran, roban y “cobran piso” a los comerciantes, solapados o en contubernio con las mismas autoridades, todo ello a la vista de una ciudadanía desorganizada, sumisa y resignada por el miedo.

De la misma manera y como causa coadyuvante de la situación descrita tenemos la quiebra de un sistema escolar oficial, que desde los años setenta del siglo pasado descartó la vertiente “Formativa” inherente a todo sistema educativo, así como los valores cívicos que hacen posible la formación de ciudadanos honestos, degradándolo aún más al orientarlo hacia una política populista de naturaleza electorera, lanzando a la basura la excelencia académica para en su lugar formar adeptos al partido oficial repartiendo títulos profesionales patito, así como diplomas universitarios sin el respaldo del conocimiento indispensable para poder ejercer la profesión respectiva y sin formación cívica alguna, acciones que además de degradar la excelencia académica y la mística ciudadana de responsabilidad y de servicio a la sociedad, banalizaron el conocimiento y la cultura, condenando el futuro de México a la mediocridad, que desgraciadamente parece habernos alcanzado, lo confirman la creciente inseguridad ciudadana, el auge del crimen organizado, y la corrupción madre de la impunidad, que hace redituable e impune la actividad criminal.

La pulverización de la ciencia y de la cultura cívica se ha generalizado en el contexto político, económico y social, creando una miopía axiológica (cuando no una ignorancia o ceguera de los valores), cuya consecuencia ha sido la degradación de  las formas de gobernar, permeando también la actividad política y las interrelaciones al interior de la sociedad misma, creando un caldo de cultivo ideal para que proliferen fácilmente los comportamientos antisociales que desembocan en crímenes, conductas vandálicas, robos, y a una ausencia absoluta de conciencia ecológica, panorama que proyecta la imagen patética de una sociedad que camina por la pendiente de la decadencia involutiva que la regresaría a la época cavernaria.

Al examinar detenidamente el panorama político y social aparecen tres formas de poder (Explícita, Virtual, y Paralela), que son determinantes y afectan a toda la ciudadanía en su forma de vida, ya sea en lo particular o colectivamente, así como en su organización y conducta, y especialmente en su economía, como si en nuestro país existieran tres tipos de gobierno que actúan de forma paralela y simultánea.

Analizando detalladamente la situación queda al descubierto que de estos tres poderes señalados en párrafos anteriores, solamente uno de ellos es legal, mismo que toda la ciudadanía conoce y acepta como el gobierno emanado de su voluntad a través de los comicios electorales; Este sería el “Gobierno explícito” que da la cara ante la ciudadanía y tiene la obligación de responder ante ella para legitimarse, garantizando el bien común y el exacto cumplimiento de las leyes.

De la misma manera este análisis deja al descubierto que al interior del gobierno legal existe un poder oculto, infiltrado en puestos decisorios, que sabotea y modifica la legalidad según sus intereses, propiciando el soborno el chantaje y la prevaricación.

Este poder oculto y mimetizado entre las autoridades, está constituido por burócratas de todos los niveles, y se sostiene por una extensa red de corrupción tejida de complicidades dentro y fuera de las esferas del gobierno legal, constituyendo “de facto” un poder al que llamaremos “Virtual”, que degrada la función gubernamental hasta los límites de la ingobernabilidad, deslegitimando de esa manera al poder legal ante sus gobernados.

Existe un tercer poder que actúa en paralelo y al margen del gobierno legal, sustituyéndolo totalmente en las regiones que logra “feudalizar”, imponiendo sus propias leyes e impuestos o alcabalas a la población, y obligando soterradamente a través del miedo, a comerciantes y organizaciones civiles el pago de “derecho de piso” o cobrarles por una supuesta “protección”, la jerga periodística y jurídica ha bautizado a este poder como “crimen organizado”.

La existencia de este poder descansa principalmente en sus estrechos nexos con el “Gobierno virtual” de la corrupción, ya que al anular en los hechos el ejercicio de la ley, les garantiza a los criminales la libertad de acción y la impunidad ante la justicia, lo que convierte al estado de derecho y a la seguridad ciudadana en entelequias, y a los “operativos policíacos conjuntos con las fuerzas armadas”, en mascaradas y simulaciones, dado que las propias policías son parte del crimen organizado, ya sea que actúen como informadores o saboteadores de dichas operaciones conjuntas, siendo esta una de las causas por lo que las cámaras legislativas no han expedido la ley de seguridad interna, marco legal que definiría el alcance y la función específica de las fuerzas armadas en la seguridad interior del país.

Resumiendo, se puede afirmar que en México existen dos gobiernos ocultos, paralelos e independientes del poder legítimo, que actúan al margen de la legalidad constitucional; estos son el “Virtual” constituido por la red de corrupción, poder real y fáctico que actúa como enlace con el gobierno paralelo del crimen organizado, este poder “Virtual” anula los esfuerzos del gobierno legal para combatir corrupción, la impunidad y la delincuencia organizada, convirtiéndolos en grotescas simulaciones, que siempre laceran los derechos y seguridad de la ciudadanía, la institucionalidad del gobierno y la paz interna en general.

Finalmente y como conclusión del análisis anterior sobre la situación existente, donde cohabitan tres gobiernos paralelos y uno de ellos (el legal y legítimo), está secuestrado e inmovilizado por el contubernio de los otros dos (red de corrupción y crimen organizado); Puede afirmarse con certeza que el verdadero problema de México descansa y se nutre de la corrupción en todas sus formas, y que cualquier esfuerzo que se haga para rescatar al país sin destruir al multifacético espectro de la corrupción, será inútil y condenado al fracaso, ya que será convertido en una grotesca parodia más de la historia mexicana de nuestros tiempos.



JMRS