Espectáculos

"Estoy recogiendo los pedazos que quedaron de mí": Kate del Castillo

2017-05-03

Pablo Ximénez de Sandoval, El País

Ha pasado casi un año y medio. Kate del Castillo, una de las mayores estrellas de la televisión en México, había trasladado su vida a Los Ángeles y estaba construyendo una carrera en Hollywood cuando en enero de 2016 su foto y su nombre dieron la vuelta al mundo asociados al líder del cartel de Sinaloa. Kate y El Chapo bailaron juntos por los titulares durante meses. Primero desapareció, luego dio su versión en algunas entrevistas. Ahora está volviendo a su vida de antes. Pero la resurrección de Kate del Castillo no ha sido fácil, ni ha terminado del todo.

“Me he tenido que defender como mujer”, contesta cuando se le pregunta si se ha sentido atacada. “Estoy volviendo a hacer lo mío. Por dedicarme a otras cosas descuidé mucho mi carrera. Pero estoy regresando. Sí, se vio afectada mi carrera, como mi vida personal, como todo lo que Kate del Castillo pueda significar. Todo se vio afectado. Pero bueno, son decisiones que uno toma y así es. Poco a poco, estoy recuperando los pedacitos que quedaron de mí y los estoy poniendo todos juntos otra vez. Y ahora están fuertes”.

Hay una amargura en su respuesta que revela un año donde toda su carrera estuvo en el alambre. La serie que estaba preparando con Netflix se frenó. La marca de tequila que acababa de lanzar fue objeto de sospechas. El Gobierno de México afirmó haber dictado una orden para obligarla a declarar ante un juez, que le ha impedido pisar territorio mexicano desde entonces.

Pero últimamente Del Castillo (Ciudad de México, 1972) sale en los medios de nuevo para hablar de trabajo. Atendió a EL PAÍS el pasado lunes en la presentación en Los Ángeles de su nuevo proyecto, una radionovela en podcast. La novela lleva por título Sangre Celestial y es una historia romántica en ocho capítulos en inglés y en español, que narra Del Castillo. El podcast es bilingüe porque sus personajes son nacidos en Estados Unidos de padres mexicanos. En opinión de los productores, los latinos en EE UU no han entrado aún en el universo podcast y este es un intento por llegar a ellos.

La productora, Gisele Regatao, no conocía personalmente a Del Castillo cuando le propuso el proyecto. Y revela lo que ha supuesto para la actriz aquel episodio. “Una cosa así te da atención buena y de la que no quieres”, dice Regatao. “Pero cuando les dije a amigos norteamericanos que teníamos a una actriz mexicana me decían: ‘¡Ah, sí, la de Sean Penn y El Chapo!”.

Del Castillo vive ahora en esa contradicción. Su nombre ha dado la vuelta al mundo y, al mismo tiempo, está manchado. “Con el tiempo se sabrá cuánto hay de cada cosa. Lo que sí te puedo decir es que no me define lo más mínimo. Soy responsable de mis decisiones y de lo que está en mis manos, de lo que no está en mis manos no soy responsable. Espero que con el tiempo será parte de mi vida, pero eso no define 30 años de carrera que tengo”.

Poco a poco, el trabajo en la pantalla o en la radio empieza a ser de nuevo la normalidad de Kate del Castillo. El proyecto de Netflix pudo continuar, con dificultades porque ella no podía ir a México. Cuando presentó la serie Ingobernable —ya se ha confirmado la segunda temporada— lo hizo por videoconferencia, porque asegura que aún teme una jugada legal de las autoridades mexicanas para hacerle pagar por aquel episodio. Es, quizá, uno de los aspectos pendientes en la reconstrucción de su carrera. “Tampoco creas que me hace mucha falta ir, porque hace tiempo que no me llaman de México para trabajar. Nunca eres profeta en tu tierra. El cine mexicano está un poco peleado conmigo porque, aunque llevo más películas que telenovelas, me marcaron mucho las telenovelas y en México eso es algo así como malo”.

Ahí están la serie y el podcast; después vendrán “una cosa de la que no me dejan decir nada”, un “par de cosas con Netflix” y “se va a anunciar pronto si se hace La reina del Sur 2”. Un año y medio después, Del Castillo está hablando de proyectos, sin eludir una sola pregunta sobre El Chapo.

“Yo sé que la gente me conoce por los 25 o 30 años que llevo como actriz, eso no se borra con cualquier cosa”, contesta a la pregunta de si esto ha sido un parteaguas en su carrera. El proceso de reconstrucción de su imagen y su carrera “es más bien reacomodar si acaso ciertas cosas”. “Claro, tal vez un poco limpiar mi nombre. Pero yo no tengo por qué limpiar un nombre que no he ensuciado. Eso, las autoridades, poco a poco. Todo saldrá con el tiempo para poner las cosas en orden. Yo por lo pronto me voy a centrar en recuperar mi carrera y en hacer proyectos interesantes”.



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