Salud

¿Qué implicaría para los estadounidenses la nueva ley de salud?

2017-05-05

Numerosas noticias dieron cuenta del ajedrez político desplegado en Washington para lograr...

Martha Andrés

Washington, 5 may (PL) Aunque muchos análisis sopesan el saldo político que dejará para republicanos y demócratas la Ley Americana de Salud (AHCA), algunos de ellos carecen hoy de una evaluación sobre los efectos de la normativa en la población estadounidense.

Desde antes de la votación realizada ayer en la Cámara de Representantes, donde la medida se avaló con 217 votos a favor y 213 en contra, medios y analistas indicaban la importancia de ese hecho para el presidente Donald Trump, quien tiene la derogación del Obamacare como una de sus prioridades.

Numerosas noticias dieron cuenta del ajedrez político desplegado en Washington para lograr el avance de la legislación, que aborda uno de los temas más sensibles para la ciudadanía, el cuidado de salud, sobre todo en un sistema caracterizado por un gran control del sector privado y precios elevadísimos.

En medio de esa abundancia de información, un lector ocasional podría perderse sin comprender, exactamente, qué significa esta reforma sanitaria, cuáles son sus implicaciones para la gente o qué impacto tendrá a largo plazo en el país.

Varios de esos cuestionamientos, en realidad, permanecen sin respuesta, dado que los republicanos se apresuraron a votar la iniciativa sin esperar el resultado de un informe de la Oficina del Presupuesto del Congreso (CBO), la cual realiza estimados de los costos de las legislaciones.

Sin embargo, detalles del texto del proyecto, y previsiones realizadas sobre la versión anterior, pueden dar pistas de hacia dónde se moverá el sistema de salud estadounidense de completarse la luz verde a la propuesta de ley republicana.

Algunos trabajos que analizan los triunfadores y perdedores con la AHCA coinciden en que entre los grandes derrotados se encuentran las personas pobres, los adultos mayores y quienes tienen condiciones médicas preexistentes.

Estos grupos obtuvieron protecciones bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible de la administración de Barack Obama (2009-2017), pero los republicanos buscan reducir los beneficios dirigidos a ellos con vistas a disminuir los costos de la atención médica en general.

Pese a la falta de datos actualizados de la CBO, el análisis del proyecto anterior, que fue retirado en marzo ante la falta de apoyo para avalarlo, mostraba que en 2026 el país tendría 24 millones de personas menos con cobertura sanitaria, y que las primas para los jubilados con ingresos anuales de 26 mil 500 dólares subirían siete veces.

En el caso de quienes padecen condiciones preexistentes, bajo el Obamacare no se les podía negar un seguro ni cobrárseles primas más altas, pero la AHCA permite a los estados dejar que las aseguradoras exijan mayores pagos a esas personas e, incluso, que dejen fuera a algunas de ellas.

La normativa frena la expansión del programa Medicaid, dirigido a individuos de bajos ingresos, y aunque establece un crédito fiscal para ayudar a la compra de coberturas, sus detractores aseguran que proporciona menos asistencia que el Obamacare.

Otra diferencia radica en que, mientras la norma vigente exige impuestos a los más ricos para respaldar el financiamiento de la ley, la propuesta elimina los gravámenes a las corporaciones y a los más acaudalados.

Al mismo tiempo, permite a los estados prescindir de coberturas obligatorias en la regulación actual que incluyen beneficios esenciales como emergencias, hospitalización, salud preventiva, maternidad, tratamiento de adicciones y de enfermedades mentales.

Este es uno de los aspectos más celebrados por varios sectores, pero quienes lo critican sostienen que dejará a muchas desprotegidas, sobre todo ante la ocurrencia de eventos imprevistos.

También se elimina el apartado de que toda persona está obligada a comprar un seguro de salud o corre el riesgo de ser multada, pero ahora, si alguien pasa más de dos meses sin cobertura, enfrentará un recargo del 30 por ciento cuando trate de comprar un nuevo plan.

Con el esbozo republicano, las compañías de seguro aún tienen vetado cobrar más a las mujeres, aunque los estados podrían autorizar a las aseguradoras a abandonar diferentes beneficios como la atención de maternidad y los anticonceptivos.

Estos y otros elementos son puntos fundamentales de la medida que seguramente sufrirá diversas modificaciones en el Senado.

Durante las próximas jornadas comenzarán a aparecer encuestas sobre lo aprobado ayer en la Cámara de Representantes, pero sondeos previos indican que los resultados no serán muy alentadores para los republicanos.

Según un estudio de la cadena CBS, la versión anterior de reforma sanitaria, que el partido rojo se vio obligado a modificar en algunos puntos para asegurar su aprobación, tenía solo un 29 por ciento de apoyo y un 62 por ciento de rechazo.



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