La Visión del Bucanero

Perversión política

2017-05-12

Diversas manifestaciones de la sexualidad humana han sido agrupadas por la psiquiatría...

Grumete exigente   

¡La  gente no es pobre por como vive; es pobre por como piensa!

Perversión, del latín pervertĕre (volcar, invertir o dar vuelta), es un término que históricamente fue utilizado por la psiquiatría clínica clásica, por la psicopatología y por los pioneros de la sexología para designar un comportamiento o un conjunto de prácticas sexuales que no se ajustaban a lo socialmente establecido como sexualidad normal en la época.

Diversas manifestaciones de la sexualidad humana han sido agrupadas por la psiquiatría actual bajo el concepto de parafilia y otras, como la homosexualidad, han dejado de ser consideradas como trastorno o enfermedad.

En psicoanálisis, la perversión es una entidad técnica que mantiene vigencia hasta la actualidad, pero desprovista de su connotación peyorativa.

La Real Academia Española define la palabra perverso como:

    Sumamente malo, que causa daño intencionalmente.

    Que corrompe las costumbres, el orden y estado habitual de las cosas.

Acciones que refieran al mal comportamiento del ser humano, tal como lo sugieren los sinónimos de la palabra perverso:

Malo, malvado, maligno, diabólico, mefistofélico, protervo, corrupto, depravado, infame, maldito.

Significados que definen claramente la actitud de la mayoría de los políticos mexicanos, que pareciera forma parte de la esencia de su oficio, ajena al pensamiento y comportamiento ético, pudiendo verse como requisito, para:

    Calificar como político o funcionario público.

    Militar en cualquier partido político de Izquierda o Derecha.

    Someterse dócilmente a la doctrina política que impera en el sistema partidista mexicano.

    Conservar una mentalidad blindada a los cargos de conciencia.

    Practicar alguna de las manifestaciones parafílicas de su agrado, como podrían ser: la pedofilia, el masoquismo, el sadismo, la efebofilia, el fetichismo, la coprofilia, etc.

    Estar dispuesto a: simular, mentir, ocultar, conspirar, difamar, traicionar, ejercer la cleptocracia.

    Desestimar: la ética, la Constitución, la familia, la sociedad, la armonía, los avances tecnológicos, los compromisos contraídos, la protección y conservación del medio ambiente y de las especies en extinción, la planeación de acciones, las alternativas de solución y su análisis, las leyes, el cultivo de sus virtudes (si alguna vez las tuvo), su superación, su educación cívica, etc.

    Permanecer ciego, sordo e insensible a las carencias del pueblo, al que sistemáticamente se le han negado oportunidades de educación de calidad y empleo bien remunerado.

    Aceptar:

    Ser un borrego más en las cámaras legislativas: no hacer nada más que comer, ir al baño y sumar como número

    Ser un culiparlante, o sea: incorporarse del asiento solo para votar por lo que ordene el dirigente del partido al que pertenece.

    Las mentiras, simulaciones, invenciones, historietas, etc., elaboradas por sus compinches de la casta política, para justificar sus errores.

    Su inactividad en un país de carencias ancestrales, cuyas riquezas (la mayoría de ellas) han sido y son saqueadas para satisfacer la ambición de unos cuantos.

    De sus asesores (contratados para suplir sus carencias educativas), los estudios, trabajos y propuestas inherentes, sin cuestionar, ni conocer la real problemática.

    Vivir apartado de la sociedad, sin amigos, sin familia, sin colaboradores leales, defendiendo sus pertenencias mal habidas, ocultándose por temor a ser agredido..

    La distinción inmerecida que le hace el pueblo (ignorante, sobajado y necesitado), por ser parte de la casta política, supuestamente con atributos poderosos, que podrían tener la solución a sus carencias y problemas particulares.

La solución a esta problemática que agobia al país y a su pueblo, es hacer efectiva la “exigencia” que por convencimiento propio, la sociedad podría imponer al través de un voto inteligente y valiente, seleccionando con sentido común y visión los candidatos comprometidos con el verdadero oficio político: el ético, el honesto, el realista, el visionario, el responsable, pero sobre todo el conocedor de: las carencias a vencer, los problemas a solucionar, la conveniencia de priorizar las acciones a fin de aprovechar al máximo las oportunidades de desarrollo, con una actitud: firme, honesta, decidida, cívica, valiente y responsable.

Algunas personas creen que las masas sociales no piensan, no tienen interés político, son indolentes, influenciables, veleidosas, exceptivas y poco confiables. Según Einsten: es el caldo de donde de vez en cuando emerge un individuo que se distingue por sus virtudes, su genio, su visión o su firmeza.

Así que habrá que arriesgarse con lo mejor que la sociedad tenga, con fe, esperanza y nuevamente “exigencia”

¡Suerte! Pueblo de México.



JMRS