Internacional - Política
Trump propone a la mujer de su aliado Newt Gingrich embajadora en el Vaticano
PABLO PARDO, El Mundo
Callista Gingrich, la mujer con la que el ex presidente de la Cámara de Representantes de EU, Newt Gingrich, engañaba a su esposa mientras él trataba de forzar la dimisión de Bill Clinton por el caso Lewinsky, ha sido propuesta como embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede por el presidente de EU, Donald Trump.
Callista, de 51 años, es la tercera esposa de Gingrich, un político que ha alimentado ambiciones presidenciales durante dos décadas -llegó a presentarse en las Primarias de 2012 -, y que, finalmente, acabó convirtiéndose en uno de los primerísimos republicanos que apoyaron a Trump.
La primera mujer de Gingrich, Jackie Bettley, fue la profesora de Geometría del político, que se divorció de ella cuando estaba recuperándose de un cáncer, en 1981. Seis meses más tarde se casaba con Marianne, una empleada del Congreso, con la que había empezado una relación cuando todavía estaba casado. A partir de 1993, empezó a engañarla con Callista, con la que se casó en 2000. La diferencia de edad entre ambos es de 22 años.
El principal impacto en la política de Callista Gingrich ha sido lograr la conversión de su esposo -nacido luterano y posteriormente hecho baptista- a la fe católica, hace ocho años. Al margen de ello, Gingrich no tiene experiencia política o diplomática. Su actividad más conocida es la coproducción de reportajes de su marido y la escritura de cuentos infantiles de marcado carácter patriótico y nacionalista.
Con su nombramiento, Trump sigue la tradición habitual de los presidentes de EU de nombrar a aliados políticos -en este caso, a esposas de aliados políticos- para representar al país en el extranjero. Callista Gingrich debe ser confirmada para el cargo por el Senado de EU, aunque parece improbable que vaya a tener problemas para conseguir eso.
Eso sí: si quiere jugar un papel diplomático activo, Callista podrá hacerlo sin problemas, porque las divergencias entre el Papa Francisco y Donald Trump son más que notables. Trump ha declarado que el deseo del Pontífice de acoger a refugiados en Europa es un desastre, y ha declarado que el calentamiento de la Tierra, al que el Papa se ha referido en varias ocasiones, es un invento de China.
El estilo de Callista, que tiene una línea de crédito en la cadena de joyerías Tiffanys, tampoco parece encajar en el aire austero de Francisco. Tony Tobin, el nuevo cardenal de Newark, en New Jersey, al que se considera cercano al Papa, ha declarado que Trump es lo opuesto de lo que significa ser estadounidense. Trump y Francisco se reúnen el miércoles en el Vaticano.
yoselin
