Internacional - Política
En medio del escándalo en Brasil, Temer ataca al empresario que lo denunció
Simon Romero, The New York Times
RÍO DE JANEIRO – El presidente brasileño Michel Temer atacó al millonario cuya grabación secreta de una conversación ha desatado un escándalo por corrupción y llamados desde todos sectores para que Temer renuncie.
En un discurso televisado a la nación, Temer acometió contra el empresario Joesley Batista, a quien acusó de usar información privilegiada para beneficiar a su negocio y de haber “manipulado y alterado” el audio que entregó a la fiscalía.
En esas grabaciones, Temer habría aprobado sobornar a un político encarcelado, el poderoso expresidente de la cámara baja, supuestamente para comprar su silencio.
El presidente brasileño señaló en su discurso del sábado que Batista, un empresario de 44 años de la empresa alimentaria JBS, se aprovechó de los mercados cambiario y de las bolsas justo antes de hacer públicos los audios con el fin de aumentar las ganancias de su compañía.
“Fue el crimen perfecto”, dijo Temer cuando acusó a Batista de haber lucrado con el mercado de las divisas tras negociar un acuerdo con la procuraduría brasileña.
La postura agresiva por parte de Temer, quien dijo que Batista es un “notorio parlanchín exagerador”, volvió más delicado el caos político y el impasse que se viven en Brasil.
“Esto no reduce la crisis política ni mejora la situación de Temer”, dijo Paulo Baía, profesor de Ciencia Política de la Universidad Federal de Río de Janeiro. “Temer está en cuidados intensivos, algo muy serio, e intenta sobrevivir”.
Los pedidos para que Temer renuncie se han intensificado después de que el procurador general de Brasil dijera que el presidente enfrenta una investigación por denuncias que sostienen que recibió millones de dólares en pagos ilegales y que intentó obstruir pesquisas anticorrupción. Temer, por su parte, ha argumentado que sus esfuerzos para recuperar la estabilidad económica de Brasil se verán afectados si dimite.
Temer llegó a la presidencia de manera interina hace un año, después de la destitución de Dilma Rousseff.
El sábado dijo que le pidió al Supremo Tribunal Federal brasileño que suspenda la investigación en su contra debido a la presunta manipulación de los audios, aunque la empresa JBS dijo que no habían sido editados ni adulterados, y que las acusaciones están respaldadas por testimonios tanto de Batista como de otros ejecutivos de la compañía.
El gobierno de Temer ya estaba rodeado por escándalos: varios aliados se vieron forzados a renunciar luego de ser acusados de tratar de frenar investigaciones anticorrupción, y él mismo fue señalado en un testimonio jurado de haber negociado una coima de 40 millones de dólares para su partido en 2010. Los ejecutivos de JBS también han denunciado que Temer recibió 4,6 millones de dólares de fondos ilegales para la campaña en 2014, cuando buscó la reelección como vicepresidente de Rousseff.
Sin embargo, la constitución brasileña no permite que los presidentes en funciones sean investigados por actos cometidos fuera de su mandato. Pero Temer sí enfrenta fuertes presiones por las revelaciones más recientes, dado que la grabación de Batista dataría de marzo, cuando ya estaba en el cargo.
arturo
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