Internacional - Política

Merkel y Obama, juntos contra los nacionalismos

2017-05-25

Apenas unas horas antes de verse cara a cara con Donald Trump en Bruselas, Merkel se ha exhibido...

 

(ABC.ES).- Apenas unas horas antes de verse cara a cara con Donald Trump en Bruselas, Merkel se ha exhibido con el expresidente de EU, Barack Obama, con la Puerta de Brandemburgo de fondo y ante unas 80,000 personas que han aplaudido el discurso de ambos contra los nacionalismos, contra las corrientes antidemocráticas y contra la hostilidad hacia los extranjeros. En el marco de las celebraciones del Kirchentag, el multitudinario Congreso de la Iglesia Evangélica que se celebra hoy en Berlín, la canciller alemana se ha hecho una foto de gran significado político, evidenciando la vigente relación con esa otra América que representa Obama y definiendo en clave de campaña electoral alemana la posición de Alemania que desea defender en el mundo.

«Mis padres quedaron petrificados cuando fue construido el Muro de Berlín, pero siempre pensaron que algún día sería derribado y trabajaron toda su vida desde esta esperanza», ha dicho Merkel sin citar otros muros más recientes, como el que Trump desearía en la frontera con México, «por eso creo que merece la pena seguir trabajando día a día con una visión como esa en la mente, mirando al largo plazo y no desesperándonos porque ahora mismo las cosas no sean como queremos».

«Todos nosotros, pero especialmente las generaciones más jóvenes, debemos luchar contra la xenofobia, contra los nacionalismos, contra la intolerancia y contra las tendencias antidemocráticas», ha defendido Obama, quien ha hecho balance de su presidencia de EU mostrándose satisfecho y reconociendo que «raramente se consigue el 100% de las metas políticas, pero la historia nos muestra que los avances se producen a través de las décadas y que han de participar varias generaciones en la consecución de una misma meta».

Ambos han hecho una especie de declaración pública de fe. En el caso de Obama, ha recordado que su primera experiencia en el espacio público fue de la mano de la iglesia en los barrios más pobres de Chicago. Merkel, por su parte, ha declarado abiertamente que «la fe cristiana es, en primer lugar, mi fe. Para mí significa que hay algo por encima de mí y en mí, algo que yo no alcanzo a entender con mi capacidad y que me lleva al reto de poner lo mejor de mí misma cada día y a trabajar inspirada en la fe cristiana, aun con mis errores. Yo cometo errores, pero esos errores no me destruyen sino que me ayudan a superarme y elevarme», ha dicho.

Sobre el terrorismo de justificación religiosa, Merkel ha reconocido que «Alemania no es solo un país cristiano, entre nosotros hay también judíos y musulmanes y está claro que las religiones, finalmente, pueden llevar a diferentes conceptos del ser humano y de la sociedad. Pero lo que nos une a todos es la ley, es la Constitución en su primer artículo la que nos dice que la dignidad de la persona es prioritaria, la misma Constitución que protege la libertad religiosa, y ahí tenemos una inspiración común y una convicción común que respetar».

No todo han sido aplausos. Merkel ha recibido críticas de las comunidades cristianas, en este debate que llevaba por título «Democracia comprometida», por las repatriaciones forzosas de refugiados. «Nosotros también recibimos cartas en las que se nos habla de casos dolorosos, de refugiados cuyos hijos ya van al colegio, que hablan alemán y han encontrado un empleo, y que lamentablemente deben ser devueltos a sus países. Hemos conseguido avances como permisos de residencia para terminar una formación determinada, pero la enorme cantidad de refugiados que hemos recibido en un muy corto período de tiempo nos lleva a entender que esas medidas dolorosas, no es que sean lo mejor, pero son lo menos malo», ha justificado la canciller alemana. «Lo más efectivo que podemos hacer por ellos en estos momentos es reducir el nivel de conflicto en sus países de origen», ha terciado Obama, «con inversiones en aquellos lugares en los que la guerra y la pobreza empujan a sus habitantes a salir huyendo».

Obama ha subrayado que la ayuda humanitaria a la resolución de conflictos y a la lucha contra el cambio climático no son «caridad» sino una «inversión» en el bienestar nacional, porque «en nuestro mundo no nos podemos aislar, debemos conocer y comprometernos con lo que está pasando en el otro extremo del planeta». También ha llamado a combatir los «miedos» que ha generado la crisis de los refugiados y a los populismos que tratan de aprovecharse de ellos. «Europa», ha recordado en el mismo escenario en que fue aclamado cuando era todavía el esperanzador candidato del «yes, we can», «no ha vivido nunca un período de mayor paz y prosperidad que en las últimas décadas, pero los sistemas deben ser renovados para luchar contra esos miedos y es necesario defender los valores comunes frente a tendencias contrarias a los derechos humanos, la democracia o restrictivas de las libertades individuales».



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