Internacional - Política

Taormina, sede de la Cumbre del G7, un regalo para quienes pretenden gobernar el mundo

2017-05-26

Fundada por los griegos en el 736 antes de nuestra era con el nombre de Naxos, destruida y...

 

Roma, 26 may (PL) Al este de la isla de Sicilia, entre Messina y Catania, extendida por el monte Tauro como balcón marino frente al monte Etna, está Taormina, sede hoy de la Cumbre del Grupo de los Siete (G7).

Fundada por los griegos en el 736 antes de nuestra era con el nombre de Naxos, destruida y convertida más tarde en fortaleza como Tauromenio, la localidad está marcada por siglos de guerras y ocupaciones griegas, romanas, árabes y normandas, civilizaciones que dejaron sus huellas en castillos, iglesias y palacios.

Ciudad con apenas 13 kilómetros cuadrados y cerca de 11 mil habitantes, es centro de atracción turística en el Mediterráneo por sus hermosas playas, monumentos, entorno natural y valioso patrimonio histórico y cultural.

Allí está el célebre teatro greco-romano, construido en la época helénica y reconstruido bajo la dominación romana, lugar de lucha de gladiadores y sede por estos tiempos del Festival de Cine de Taormina, además de actuaciones musicales, danzarías y teatrales, como el Taormina Arte, evento cultural de renombre nacional.

Destaca entre sus maravillas la catedral de Taormina, El Domo de San Nicoló y el palacio de los Duques de San Stefano, entre los más notorios de la arquitectura normanda de la Isla.

También está la Plaza Vittorio Emanuelle II, construida sobre el antiguo foro romano, ahora palacio Corvaja o Corvaia, donde radicó el primer parlamento de Sicilia en el año 1410, y hoy es la sede de la oficina de Turismo de la ciudad y Museo de Arte y Tradiciones.

Entre sus muchas atracciones están también las ruinas de las Naumachie, la Plaza IX de Abril, las iglesias San Giussepe y San Giovanni de Malta, el Palacio Ciampoli, la Plaza del Domo.

Fue en julio del año pasado, cuando el entonces primer ministro italiano, Matteo Renzi, decidió que Taormina fuera la sede de la cumbre del G7 y no Florencia, como se pensó inicialmente.

La idea de trasladar el encuentro a Sicilia le llegó al recordar la expresión de un líder internacional, quien en una cumbre anterior describió a la sureña isla italiana como tierra de la mafia, por lo que vio en el cambio de sede una oportunidad para disipar prejuicios en torno a una de las regiones más bellas de Italia.

También se sumó el interés del gobierno de centrar la opinión pública mundial y de los líderes en la tragedia de las migraciones y los refugiados que llegan a costas de este país a través del mar Mediterráneo.

Durante dos días los mandatarios de las naciones más industrializadas del planeta, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia y Japón, las cuales acumulan más del 32 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, se reunirán para Sentar las bases de una confianza renovada, lema que los convoca, difícil empeño en un mundo de crecientes desigualdades.

Un férreo dispositivo de seguridad mantiene blindada a Taormina, siete mil efectivos entre policías, carabineros, militares y miembros de los servicios de seguridad controlan la ciudad, cerrada por estos días para los turistas.

Pero los mandatarios, entres sus deliberaciones sobre economía, migración, guerra, medio ambiente y conocimiento, y en medio de sus pretensiones de gobernar al mundo, recibirán un preciado regalo, propio del país anfitrión, con el concierto de la prestigiosa Orquesta Sinfónica de La Scala de Milán.

Por demás, para la ocasión, fueron llevadas hasta allí para ser exhibidas pinturas de Caravaggio y Antonello da Messina, e incluso la Tabla Lucana, autorretrato del genio florentino, Leonardo Da Vinci.



yoselin
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