Nacional - Política

Las elecciones en el Estado de México generan la expectativa de una alternancia en el poder

2017-06-05

Para Rodríguez, eso significó votar por Morena, el partido de izquierda más...

 

Marina Franco, The New York Times


ECATEPEC, Estado de México — Jorge Rodríguez acudió el domingo a las casillas de esta entidad para votar por el próximo gobernador y estaba convencido de una cosa: que es tiempo para el cambio.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha gobernado al estado desde 1929 y siempre había ganado por un margen amplio; alrededor de 60 por ciento en las últimas elecciones de 2011.

“Me abstuve muchas veces, porque sientes que todo va a ser lo mismo y eso no te motiva”, dijo Rodríguez, de 60 años y dueño de una carnicería en el municipio de Ecatepec. Sin embargo, comentó que este año es distinto: “Ahora hay otras opciones y eso te hace sentir que ahora sí se escucha tu voz”.

Para Rodríguez, eso significó votar por Morena, el partido de izquierda más recientemente establecido en el país. Su candidata, la exmaestra y exalcaldesa Delfina Gómez, le dio batalla al candidato del PRI, el hijo y nieto de exgobernadores Alfredo Del Mazo, quien también es primo del presidente mexicano. La mayoría de las encuestas mostraban a Gómez y a Del Mazo en empate técnico antes de la jornada electoral.

Eso convirtió a estas elecciones en las más reñidas en años, algo de particular importancia porque el resultado en el Estado de México usualmente es visto como un termómetro para las presidenciales, que se celebran el próximo año. La hegemonía del PRI no había sido puesta a prueba en la entidad en casi 90 años, pero sonados casos de corrupción dentro de las filas del partido y temas como la delincuencia han provocado un fuerte desencanto entre los electores.

“No podemos disfrazar una realidad”, reconoció Mónica Flores Villagómez, representante del PRI en una circunscripción de Ecatepec, en referencia a las críticas que pesan contra el presidente Enrique Peña Nieto, él mismo oriundo del Estado de México y exgobernador de esa entidad. Varios políticos del PRI están detenidos o bajo investigación por cargos como malversación de fondos, mientras que las tasas de delincuencia tan solo en el Estado de México se han disparado: de enero a marzo de este año las denuncias se incrementaron en un 53,8 por ciento, en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Flores Villagómez ha trabajado para el PRI durante más de veinte años y dijo que es la primera vez que sintió “que nos pisaban los talones”. Ver que otros partidos le han dado batalla al PRI es un hecho esperanzador para muchos votantes mexicanos.

“Para 2018, yo creo que el PRI no va a ganar. Está descartado”, dijo Gustavo Terrazas, habitante del municipio de Huixquilucan, después de ejercer su voto en la misma casilla en la que votó Del Mazo.

Eso es incluso si el partido gana de nuevo la gubernatura del estado, que sus opositores acusan podría darse por irregularidades de campaña. “Están echando todo al asador, porque siempre han tenido la postura de ‘o ganamos o ganamos’”, criticó Salvador Albino, de 47 años, antes de votar en el municipio de Naucalpan.

La fiscalía que investiga delitos electorales, la FEPADE, abrió más de 230 investigaciones durante la campaña en el Estado de México.

Juan Macías, de 73 años y habitante de Naucalpan, solo se encoge de hombros ante la pregunta de si alguien intentó influenciar su voto. “Como empleado sindicalizado, estoy obligado a votar de cierto modo, si no hay represalias”, dijo. Afuera de su casa hay dos pósteres de la campaña de Del Mazo. Macías reconoce que las cosas por su hogar están “muy amoladas, con baches y delincuencia, cosas muy malas”, pero no parece importarle el que haya sido conminado a votar de cierto modo.

“Al final todos son lo mismo: vienen y hacen las mismas promesas, ya sean campañas para presidente o gobernador, y nomás no las cumplen”.

Pero aunque haya juego sucio en esta elección, dijo Terrazas, para 2018 “sí va a haber alternancia”. Para muchos el problema es quién debe liderarla. El probable candidato presidencial de Morena es el líder del partido, el populista Andrés Manuel López Obrador; quien ya contendió, y perdió en las elecciones de 2006 y 2012.

Terrazas no quiere al PRI, pero aseveró: “López Obrador para mí no es opción. Soy de los que ve una Venezuela en el panorama si él gana”.

Los otros dos grandes partidos son el Partido de Acción Nacional, que gobernó el país de 2000 a 2012, y el Partido de la Revolución Democrática, de izquierda y el cual controla Ciudad de México. El PAN y el PRD anunciaron una coalición, pero sus divergencias en temas como el matrimonio igualitario o la interrupción legal del embarazo implican que difícilmente podrán desarrollar una plataforma conjunta.

 

La misma familia de Rodríguez quedó fuertemente dividida en las elecciones del domingo, en una señal de lo fracturado que ha quedado el panorama político mexicano. Rodríguez votó por Morena, su cuñado lo hizo por el Partido de Acción Nacional, de centroderecha, y su cuñada, Dolores Alvarado, prefirió quedarse con el PRI.

“Me da temor que quede López Obrador”, dijo la cocinera de 67 años para explicar su voto. “Más vale un mal conocido que uno por conocer”.



yoselin
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