Nacional - Economía

En medio del descontento, México y EU alcanzan acuerdo sobre el azúcar 

2017-06-07

Ross continuó:

Elisabeth Malkin, The New York Times

CIUDAD DE MÉXICO — México accedió a las exigencias de Estados Unidos de disminuir las exportaciones de azúcar refinada, al lograr un acuerdo el martes en una negociación comercial controversial que fue vista como un prólogo a las pláticas para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El acuerdo preliminar excluye la amenaza de tarifas punitivas y mantiene el acceso de México al mercado estadounidense. México fue forzado a realizar concesiones importantes. La industria azucarera estadounidense, que había presionado por restricciones más estrictas para la azúcar mexicana, se opuso al convenio.

“Hemos logrado que el lado mexicano esté de acuerdo con casi cada petición hecha por la industria azucarera mexicana para atender las fallas en el sistema actual y asegurar el trato justo de los productores y refinadores de azúcar estadounidenses”, dijo Wilbur Ross, el secretario de Comercio de Estados Unidos, en una conferencia de prensa realizada en Washington junto a Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía de México.

Ross continuó: “Desafortunadamente, a pesar de todos estos avances, la industria azucarera estadounidense ha dicho que se ve imposibilitada para apoyar el nuevo acuerdo, pero mantenemos las esperanzas de que se puede lograr mayor progreso durante el proceso de redacción”.

Expertos en comercio han seguido de cerca la disputa sobre el azúcar para medir el enfoque que podría asumir Washington durante las pláticas para renegociar el TLCAN. Aunque el presidente Donald Trump se retractó de su amenaza de sacar a Estados Unidos del acuerdo regional de libre comercio con México y Canadá, su gobierno ha dado pocas pistas sobre qué tan dura será su postura.

Las pláticas podrían comenzar en agosto.

“Dirigir la negociación del azúcar en el contexto de una negociación más amplia del TLCAN le dio a Estados Unidos una importante capacidad de negociación”, dijo Eswar Prasad, un experto en comercio de la Universidad de Cornell. “Una escalada de tensiones pudo haber afectado las negociaciones más amplias, un resultado que México evidentemente quería evitar”.

El panorama de las pláticas venideras sí desempeñaron un papel en los cálculos de la industria azucarera mexicana, dijo Juan Cortina Gallardo, el presidente de la cámara azucarera de México.

“Definitivamente cedimos mucho”, dijo. “Además de tener sentido para la industria mexicana el firmar los acuerdos, también tiene sentido para México terminar el acuerdo de una manera exitosa, debido al Tratado de Libre Comercio de América del Norte”.

El secretario de Economía de México intentó presentar el acuerdo de manera positiva, al mencionar que el volumen de exportaciones de azúcar a Estados Unidos se mantendrá igual –aunque disminuirá el porcentaje de azúcar refinada dentro de esas exportaciones– y que los cultivadores de caña seguirán vendiendo al mismo precio.

The American Sugar Alliance, que representa a los principales refinadores de Estados Unidos, dijo el martes que el acuerdo contenía una laguna jurídica que permitiría a México continuar con lo que denominaron prácticas comerciales injustas. Phillip Hayes, un vocero de la alianza, dijo mediante un comunicado que los refinadores discutirían cómo cerrar la laguna con Ross.

Por su parte, Guajardo dijo que el contacto frecuente con Ross sobre la disputa del azúcar ha contribuido a construir una relación de “credibilidad y confianza”.

La industria azucarera estadounidense ha sido protegida desde hace tiempo por una garantía de precio sostenida por medio de cuotas de importación y otros mecanismos. Pero con el TLCAN, México obtuvo acceso ilimitado al mercado estadounidense desde 2008.

Después de una cosecha abundante en 2013 que duplicó las exportaciones mexicanas, los productores estadounidense presentaron una queja por prácticas comerciales injustas. En respuesta, el Departamento de Comercio impuso aranceles que llegaron a ser hasta del 80 por ciento.

Para evitar esos aranceles, México aceptó límites en el precio y el volumen de sus exportaciones en acuerdos firmados a finales de 2014.

El acuerdo logrado el martes mantiene los acuerdos de 2014, pero disminuye el porcentaje de azúcar refinada que México puede enviar a Estados Unidos en un 30 por ciento (actualmente era del 53 por ciento). También reduce el nivel de la pureza con el cual la azúcar mexicana puede ser vendida como azúcar refinada.

En respuesta, México tiene la opción de suministrar el 100 por ciento de cualquier exceso en la demanda de Estados Unidos cada año.



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