Internacional - Política

El efecto de la ruptura de relaciones entre Panamá y Taiwán 

2017-06-15

En enero, Tsai regresó a la región para asistir a la toma de protesta del reelegido...

 

Chris Horton y Steven Lee Myers, The New York Times

TAIPÉI, Taiwán — Panamá ha roto relaciones diplomáticas con Taiwán para reconocer el estatus de “una sola China”, en el último de una serie de acontecimientos que enfatizan el aislamiento de la isla en el escenario mundial.

En la actualidad, solo 19 países y el Vaticano reconocen a Taiwán, cuyo nombre oficial es República de China. Varios de esos países se encuentran en Centroamérica, e incluyen a Guatemala, Honduras y Nicaragua; la decisión de Panamá, anunciada el 13 de junio, parece poner esas relaciones en duda.

La presidenta Tsai Ing-wen visitó Panamá a mediados del año pasado, poco después de asumir el cargo, para la inauguración de la expansión del Canal de Panamá. El primer barco en cruzar el canal expandido fue chino.

En enero, Tsai regresó a la región para asistir a la toma de protesta del reelegido presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Además, hizo escalas en Guatemala y Honduras como parte de una gira que fue vista en su país como un intento por afianzar las alianzas taiwanesas en Centroamérica.

El reconocimiento panameño de la política de “una sola China”, que establece que Taiwán o República de China en realidad está bajo el manto de la República Popular de China, constituye así un revés diplomático importante para Taipéi.

China cree que ahora “ha tomado las riendas de las relaciones China-Taiwán, si no es que de la política exterior regional”, comentó a través de un correo electrónico Patrick Cronin, experto en seguridad Asia-Pacífico del Center for a New American Security, con sede en Washington.

Pekín se niega a tener lazos diplomáticos con países que reconocen oficialmente a Taiwán, una nación insular a la que Pekín considera parte de su territorio y ha amenazado con anexar por la fuerza, de ser necesario. Desde 1945, Taiwán ha estado gobernada por el gobierno de la República de China, que perdió la guerra civil china y huyó del continente en 1949.

El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán expresó su “indignación y lamento” ante la decisión de Panamá. Además de retirar su misión diplomática, Panamá dio por terminada toda cooperación y asistencia bilateral.

China, en cambio, celebró el cambio.

El canciller chino, Wang Yi, se reunió el martes en Pekín con su contraparte panameña, Isabel de Saint Malo, quien prometió colaboración en diversos temas, como inversiones y cooperación marítima.

Panamá es el segundo país en romper relaciones diplomáticas con Taiwán desde la elección presidencial de Trump en noviembre. En diciembre, el país insular africano Santo Tomé y Príncipe cambió su reconocimiento.

Panamá “encabezaba la lista” de los aliados diplomáticos más importante de Taiwán, comentó Ross Feingold, asesor experto en Taipéi de D.C. International Advisory.

“Es muy probable que los países restantes cambien de postura”, dijo Feingold acerca de los aliados diplomáticos de Taiwán en Centroamérica, haciendo notar que China usualmente busca espaciar tales declaraciones para maximizar su valor en términos de estrategia y relaciones públicas.

Zhang Baohui, profesor de ciencias políticas en la Universidad Lingnan de Hong Kong, comentó que Taiwán ha perdido terreno continuamente ante las influencias económicas y diplomáticas de China, que ahora son abrumadoras.

“En los noventa, todavía se trataba de una pelea justa porque China no tenía tanta riqueza”, dijo Zhang en una entrevista telefónica. “Ahora ya no hay competencia. China puede ofrecer una enorme cantidad de incentivos económicos para atraer a los países.”

La decisión de Panamá le otorgó a Pekín una victoria diplomática en un momento en el que Estados Unidos, con miras a asegurar la cooperación en cuestiones como el comercio y las ambiciones nucleares de Corea del Norte, ha desistido de las posturas polémicas que había adoptado el presidente Donald Trump en torno a China durante su candidatura.

La marcada calidez de Trump hacia Pekín desde que se convirtió en presidente —después de los tropiezos iniciales que incluyeron una conversación telefónica con la presidenta Tsai— ha generado un vacío diplomático en algunas regiones del mundo. A su vez, a decir de los analistas, esto ha complicado aún más que países como Panamá opongan resistencia a los incentivos políticos y económicos de China.

“China quiere que tanto el presidente Trump como la presidenta Tsai piensen que el futuro de Taiwán se determinará en Pekín”, dijo Cronin, del Center for a New American Security.

Aunque las políticas de Trump en lo que respecta a China probablemente no persuadieron directamente a Panamá, dicen los analistas, las medidas iniciales que adoptó ya habían ocasionado que otros aliados estadounidenses recalibraran estrategias en un mundo en el que Estados Unidos ya no parece estar dispuesto o ser capaz de emplear su energía en cuestión diplomática para equipararse a los esfuerzos de China.

Por ejemplo, Zhang recalcó que ya hubo un giro en Japón, antes receloso de un proyecto distintivo de Xi conocido como “One Belt, One Road” (literalmente: “un cinturón, un camino” y que prevé que haya inversiones multimillonarias por parte de China en África, Asia y Latinoamérica) tan solo meses después de que Trump abandonara el Acuerdo Transpacífico.

Pekín comenzó a aumentar la presión sobre el gobierno de Tsai poco después del discurso de toma de protesta de esta en mayo de 2016, en el cual ella se negó a ceder ante la presión china para reconocer a ambos territorios como parte de una China, y cada uno se quedó con su propia interpretación de lo que aquello significaba.

Además de arrebatarle el reconocimiento de San Tomé y Príncipe y ahora de Panamá, China también ha cerrado los canales de comunicación oficiales con Taiwán, disminuido la cantidad de turistas que visitan la isla y usado su influencia para evitar la inclusión de esta como observador en los organismos de las Naciones Unidas, más recientemente en la asamblea general de la Organización Mundial de la Salud.



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