Derechos Humanos

Estados Unidos y México son socios en los crímenes contra los derechos humanos de los inmigrantes

2017-06-15

Todo ese cuerpo de agentes irá de la mano en un aumento de plazas de reclusión del...

JAVIER BRANDOLI / El Mundo

"El viaje, ya de por sí peligroso, de decenas de miles de personas refugiadas se ha vuelto aún más mortal gracias a la orden ejecutiva sobre control fronterizo e inmigración dictada por el presidente Trump, así como por las arraigadas e imprudentes prácticas de México". Ésta es la primera conclusión del informe Enfrentando Muros que Amnistía Internacional (AI) acaba de presentar sobre el cruce migratorio más poblado del planeta.

"Estados Unidos y México son socios en el crimen y están fraguando una incipiente catástrofe de derechos humanos. Estados Unidos está construyendo un sistema cruel y hermético para impedir que gente que lo necesita reciba protección internacional, y México está demasiado dispuesto a desempeñar el papel de portero de Estados Unidos", resume Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI.

En el horizonte, un muro de cemento para la frontera norte que se comenzará a construir previsiblemente en 2018, y un muro invisible en la frontera sur con el que EU y México intentan solucionar una constante avalancha de personas que huyen de la pobreza y la guerra en sus países de origen.

En la frontera con EU, además de la ayuda de la famosa valla se seguirá aumentando el número de agentes fronterizos. "Entre 2008 y 2016, la Administración Obama incrementó el número de agentes de la Patrulla Fronteriza de 15,000 a 23.861. La orden ejecutiva de seguridad fronteriza del presidente Trump, del 25 de enero de 2017, propone incrementar este cuerpo en otros 5,000 agentes más", afirma AI.

Todo ese cuerpo de agentes irá de la mano en un aumento de plazas de reclusión del que ya es hoy el país con "el sistema de detención por motivos de inmigración más grande del mundo. En 2016 había 352.882 personas recluidas en centros civiles de detención por motivos de inmigración. Esta cifra no incluye a las personas migrantes en situación irregular encarceladas en prisiones federales".

Además, "el Departamento de Seguridad Nacional publicó en abril de 2017 un documento en el que revelaba sus planes de buscar hasta 33,500 plazas más para personas recluidas, lo que podría permitir que la capacidad diaria de detención de Estados Unidos excediera los 70,000, una cifra muy superior a las 34,000 plazas diarias impuestas por el Congreso", señala AI.

Con todo este derroche de medios, Estados Unidos pretende parar un flujo constante de inmigrantes con procedencias diversas y cambiantes. "Las solicitudes de asilo de El Salvador, Honduras y Guatemala aumentaron en total un 555% entre 2010 y 2015. Entre 7,000 y 10,000 personas procedentes de México han pedido asilo en Estados Unidos cada año desde 2011. Se cree que hasta 287,000 personas estaban desplazadas internamente en México en 2015 a causa de la violencia provocada por los enfrentamientos entre cárteles de la droga y fuerzas gubernamentales" explica AI para demostrar las diversas aristas del complejo problema.

Lo cierto es que los inmigrantes ilegales mexicanos en EU se han reducido considerablemente. De hecho, se ha pasado de 1,6 millones de aprensiones de mexicanos realizadas por la policía fronteriza estadounidense en el año 2000 a 192,000 en 2016. Por otro lado, abajo, al sur, "hay 400,000 personas cada año que cruzan la frontera sur de México", señala AI con datos estimados del Gobierno mexicano.

Es decir, uno de cada tres inmigrantes que pretenden llegar a EU es de México, una cifra en porcentaje muy baja si se tiene en cuenta que la población de este país es de 130 millones por los 30 millones de habitantes que suman Guatemala, Honduras y El Salvador.

Otra de las novedades del efecto Trump son las personas que ya no pretenden cruzar el Río Grande y deciden pedir asilo en México. "En 2016 se presentaron en México una cifra récord de 8.788 solicitudes por las 1.296 de 2013", recuerda la ONG. "ACNUR estima que esa cifra podría alcanzar las 20,000 en 2017", incide.

México, por tanto, comienza a ser también receptor de inmigración sin perder su papel de ser el primer agente aduanero de EU, algo que el Gobierno mexicano pondrá sobre la mesa en sus próximas negociaciones bilaterales con el Gobierno de Washington. Hoy mismo hay un primer contacto entre delegaciones de ambos países para tratar este espinoso tema en Miami.

"En 2016, el Instituto Nacional de Migración mexicano detuvo a 188.595 personas migrantes en situación irregular, de las que el 81% procedían de Centroamérica, y deportó a 147.370 a sus países de origen. Pese a que la ley mexicana prohíbe expresamente la detención de menores de edad, México recluyó a 40.542 niños y niñas en centros de detención para migrantes en 2016", denuncia AI.



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