Internacional - Economía

Estados Unidos quiere que el TLCAN aborde las cuestiones laborales 

2017-06-23

Donald Trump, por su parte, amenazó con castigar a las empresas que recurren a mano de obra...

Sandro Pozzi

Estados Unidos afronta el proceso para actualizar el acuerdo que rige las relaciones comerciales con México y Canadá sin “plazos artificiales” si eso sirve para mejorar las oportunidades para sus trabajadores. La carambola retórica del negociador jefe, Robert Lighthizer, incluye así una mención expresa a que el nuevo tratado de libre cambio aborde las cuestiones laborales para eliminar así ventajas competitivas.

El representante de Comercio testificó esta semana ante varios comités del Congreso para exponer su agenda. Los demócratas insistieron durante los debates en la necesidad de que el futuro acuerdo de libre cambio incluya compromisos firmes en materia de empleo y medio ambiente, dos puntos en los que la administración de Barack Obama logró integrar en el tratado del Transpacífico.

Donald Trump, por su parte, amenazó con castigar a las empresas que recurren a mano de obra barata extranjera para productos que venden después en EE UU. Robert Lighthizer sabía que caminaba una línea muy fina al hablar de las reformas que deberían adoptarse en México para mejorar los derechos de los trabajadores, porque se vería como una intromisión en asuntos internos.

Pero el alto funcionario sí precisó que las bajas condiciones laborales en un país crean una ventaja competitiva que no es legítima y por eso cree que se debería abordarse durante la negociación. Lighthizer aseguró en término generales que será “agresivo” para que los acuerdos sean a la vez “justos y eficientes”. Ahora espera que la negociación permita lograr las mejoras que se necesitan en este sentido.

“Esperamos negociar un acuerdo que tenga estándares laborales que se puedan cumplir”, indicó en su comparecencia. Lighthizer cree, en todo caso, que el gobierno mexicano entiende que las leyes laborales tienen un “efecto negativo” para EE UU. “Se están adoptando medidas”, dijo, “es una buena señal”. Otra cosa es cómo la cuestión de los salarios, las horas de trabajo y la seguridad y la salud se incluyen en el tratado.

Realidad económica

La negociación arrancará previsiblemente entre el 16 y el 18 de agosto, cuando madure el proceso de consulta con el Congreso de Estados Unidos. El Departamento de Comercio tiene en todo caso previsto presentar a mediados de julio, 30 días antes, una estrategia más detalla. Los tres socios están de acuerdo en que el acuerdo de libre cambio debe ajustarse a la nueva realidad económica.

México y Canadá son receptivos a que en el nuevo acuerdo se aborden asuntos como la gestión de los recursos naturales, el sector financiero y la economía digital. También se deben trata en las discusiones como las reglas de origen. Aunque quizás uno de los asuntos más espinosos será todo lo relacionado con las condiciones laborales, para evitar el dumping comercial.

Robert Lighthizer dijo que afronta la discusión con un talante constructivo. Es el mismo lenguaje que utiliza Wilbur Ross. Pero los emisarios de Donald Trump dejan claro que pueden reconsiderar toda su estrategia si bloqueara el proceso. “Estoy listo para seguir negociando hasta que se llegue a un acuerdo de alto nivel”, precisa, “pero no quiero encontrarme en una posición de statu quo que dure para siempre”.

La administración estadounidense había dicho hasta ahora que esperaba poder cerrar el pacto a final de este año, para que la negociación no contamine las elecciones a medio mandato. También México. El problema, según Lighthizer, está en lograr que los dos partidos en el Congreso den su apoyo al nuevo acuerdo y visto el clima político actual este calendario es “totalmente irrealista”.



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