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El Gobierno israelí congela el plan para el rezo mixto en el Muro de las Lamentaciones 

2017-06-26

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sabe que su continuidad en el poder...

SAL EMERGUI / El Mundo

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sabe que su continuidad en el poder pasa, entre otras muchas cosas, por evitar que las habituales diferencias entre los seis partidos de la coalición de Gobierno que formó en el 2015 acabe en crisis y adelanto de elecciones.

Bajo este principio y pese a ser consciente de que provocaría críticas de los sectores liberales de Israel y de la mayoritaría corriente reformista en la comunidad judía en Estados Unidos, Netanyahu ha ordenado congelar el proyecto para la creación de un espacio mixto de rezo en el Muro de las Lamentaciones (Kotel) en Jerusalén.

Teóricamente es una decisión salomónica ya que no entierra ni promueve el proyecto que él mismo había promovido y su Gobierno había promovido en el 2016. En la práctica, es una victoria de políticos y rabinos ultraortodoxos ya que se suspende hasta nueva orden la creación de un espacio frente a las milenarias piedras dedicado a corrientes no ortodoxas y en el que mujeres y hombres pueden rezar de forma conjunta.

Aunque exigían su anulación definitiva alegando que el plan rompía el status quo ritual que reina en el Kotel, los dos partidos ultraortodoxos en la coalición ("Shas" y "Judaísmo de la Torá") aplauden la decisión de Netanyahu. Es un mal menor que saborean como logro tras semanas de presión en las que amenazaron con una crisis de Gobierno "si se permitía que el reformismo tuviera protagonismo oficial en el Kotel".

Netanyahu ha aclarado que continuarán los trabajos para la construcción del tercer espacio de rezo junto a los ya existentes para hombres y mujeres en uno de los lugares más sagrados para la religión judía. Al mismo tiempo, ha anunciado nuevos contactos con todas las corrientes para la aprobación de un nuevo plan.

El ministro Tsaji Hanegbi ha rechazado las críticas destacando que se podrá continuar el rezo mixto en el cercano Arco de Robinson en la parte sur de la explanada del Kotel. Más allá del interés político, la suspensión del plan podría evitar que el Tribunal Supremo intervenga preguntando por qué no se aplica pese a su aprobación hace más de un año.

Este domingo, el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman (Israel Beitenu) y el ministro de Energía, Yuval Steinitz (Likud) votaron hoy en contra de la marcha atrás. "Anular el plan sería una decisión lamentable que daña la unidad del pueblo de Israel", había advertido Lieberman antes de la votación.

"Me alegra de que el Gobierno haya aceptado nuestras demandas de anular el proyecto que dañaba la santidad del Kotel. No hay duda de que el status quo en el Kotel refleja la voluntad de la mayoría del pueblo. El Kotel no es un lugar para círculos destructivos cuyo único objetivo es profanarlo", ha afirmado el ministro de Interior, el ultraortodoxo Arie Deri.

En el 2016, Deri y el otro ministro jaredi, Yaacov Litzman, votaron en contra del proyecto de un tercer espacio de rezo pero no exigieron su anulación. Pero las duras criticas en los diarios, radios y webs de su sector les llevaron a tomar una posición más firme llegando incluso a amenazar con dimitir.

Críticas del sector reformista judío

Para los líderes del judaísmo reformista, se trata de "una victoria del monopolio ultraortodoxo en un lugar sagrado para todos los judíos y no sólo para un sector".

El líder del movimiento reformista israelí, el rabino Gilad Kariv, denuncia que el Gobierno de Netanyahu "se ha plegado a las presiones para aprobar una lamentable decisión antisionista que daña intereses básicos del Estado de Israel, golpea las relaciones de Israel con la diáspora y debilita la especial relación de millones de judíos con Jerusalén".

Una crítica compartida por muchos diputados de la oposición y por las corrientes progresistas y tradicionalistas que exigen que el Kotel se abra a todos los judíos "y no sea solo un templo administrado por los jaredim".

Es un revés para "Nashot Ha Kotel", el conocido movimiento feminista israelí que desde hace más de 30 años lucha para un rezo igualitario en términos de sexo y corrientes en el Kotel. Su presidenta, Anat Hoffman, afirma que "Netanyahu promovió y lideró el proyecto de rezo mixto en el Kotel y ahora se echa atrás de esta decisión histórica por interés político".

Netanyahu ha logrado un buen puñado de meses de calma en la coalición pero paga un precio elevado: el enfado de los sectores más reformistas y liberales del judaísmo en Israel y de la diáspora. Especialmente preocupante para Israel sería un choque con la poderosa comunidad judía estadounidense donde las corrientes no ultraortodoxas son mayoría.



yoselin

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