Internacional - Política

El presidente chino advierte a los descontentos de Hong Kong que no traspasen la "línea roja" 

2017-07-03

Aunque sin nombrarla, Xi también dio a entender que su Gobierno apoyaría la...

ISMAEL ARANA / El Mundo

El presidente de China, Xi Jinping, declaró hoy en Hong Kong que el Gobierno central de Pekín no tolerará ningún desafío a su autoridad por parte de los descontentos en esta ciudad con el sistema, en un discurso que conmemoraba la vuelta de esta ex colonia británica bajo soberanía china hace hoy 20 años.

Las contundentes palabras de Xi tuvieron lugar en un momento marcado por la polarización y la división social entre aquellos que apoyan la actuación del Gobierno central y los que temen que el Partido Comunista chino (PCCh) está estrechando su control sobre el territorio y erosionando su autonomía y derechos -sistema legal propio, democracia limitada, libertad de prensa-, garantizados por el 'un país dos sistemas' que rige su vida política desde 1997.

"Cualquier intento de poner en peligro la soberanía y la seguridad de China, desafiar el poder del Gobierno central y la autoridad de la Ley Básica (miniconstitución que rige en este territorio) o utilizar Hong Kong para llevar a cabo actividades de infiltración y sabotaje contra la China continental es un acto que cruza la línea roja. Es absolutamente inadmisible", advirtió el mandatario después de repasar la historia de la ex colonia y su relación con la madre patria.

Aunque sin nombrarla, Xi también dio a entender que su Gobierno apoyaría la introducción en Hong Kong de una Ley de Seguridad Nacional como la que rige en la China continental, algo que se infiere de su referencia a la necesidad de mejorar la protección de "los intereses de la soberanía nacional, la seguridad y el desarrollo". El intento por introducir una normativa similar en 2003 por parte del Gobierno local fracasó estrepitosamente después de que medio millón de personas se echaran a la calle para protestar en su contra.

Además, Xi reiteró la idea de que el "un país" es la "raíz" y el "fundamento" de la particular fórmula política que, desde 1997, garantiza las libertades de la ciudad y sus sistema capitalista por 50 años, e incidió en la idea de que la educación y la cultura patriótica china deben ser reforzadas. La nueva jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, que juró hoy el cargo ante la presencia del mandatario comunista, ya insistió en la necesidad de educar a los niños hongkoneses en el amor a la patria inculcándoles el "yo soy chino" desde el jardín de infancia, sobre todo teniendo en cuenta que una gran mayoría de jóvenes reniegan de esta identidad en estos momentos (un 97% según la última encuesta de la HKU).

Carrie Lam se convirtió en marzo en la nueva jefa del Ejecutivo hongkonés gracias al voto favorable de 777 de los 1.163 miembros del comité electoral, la mayoría de ellos afines a Pekín. La negativa del Gobierno central a reformar este sistema de elección y permitir el sufragio universal fue el detonante en 2014 de las protestas y ocupaciones conocidas como el Movimiento de los Paraguas que, tras 79 días en la calle, finalizaron sin lograr ni una sola concesión.

Lam, de 60 años, es la primera mujer en ocupar este cargo en toda la historia. Aunque también se mostró firme en su intención de seguir implementando el 'un país dos sistemas' y a poner coto a las veleidades autonomistas de algunos en acordancia con la ley, tendió una mano a los insatisfechos al decir que cultivará un "nuevo estilo de gobierno con el que reconstruir una sociedad armoniosa y renovar la confianza del pueblo en el gobierno".

Minutos antes de sus intervenciones, ambos líderes asistieron al izado de las banderas de China y de Hong Kong en el Monumento a la Bauhinia (símbolo de la ciudad) mientras sonaba el himno nacional de la República Popular de China, un acto que tuvo lugar en el mismo sitio en el que hace 20 años se celebró oficialmente la retrocesión de Hong Kong a China en presencia de las más altas autoridades británicas, chinas y hongkonesas del momento.

En los prolegómenos al acto, una manifestación convocada por los activistas prodemocráticos de la ciudad, que portaban pancartas con el eslógan "Democracia. Autodeterminación", se vio frenada por el ataque de grupos favorables a Pekín. Tras una breve trifulca, una veintena de los activistas fueron detenidos por la policía, incluyendo al joven Joshua Wong, uno de los líderes del Movimento de los Paraguas y cofundador del partido Demosisto, y al parlamentario Leung Kwok-hung, apodado "el Melenas". Tras ser puestos en libertad, varios de ellos denunciaron ante los medios que los agentes les habían amenazado y propinado patadas y tirones de pelo.

Está previsto que el presidente Xi abandone la ciudad poco después de la ceremonia, en la que ha sido su primera visita desde que accedió al cargo en 2013 (previamente habia venido cuando ostentaba otros cargos menores). De esta forma, evitará estar presente cuando decenas de miles de hongkoneses se manifiesten por las calles de la isla para protestar por la pérdida de sus derechos y exigir más democracia. Pese a la enorme presencia policial en el exterior -unos 10,000 agentes han sido movilizados, un tercio de las fuerzas totales-, es posible que se produzcan altercados entre los activistas y grupos favorables a Pekín, que también tiene previsto salir esta tarde.



yoselin