Comodí­n al Centro

¿Tormenta en un vaso de agua?

2017-07-05

El diario Polítika, en un artículo titulado El bautismo de fuego mediático de...

Por Roberto Molina Hernánde

A cinco días de jurar el cargo, la primera ministra de Serbia, Ana Brnabic, es el eje de una ligera tormenta política con sus declaraciones sobre el rumbo del país hacia la Unión Europea (UE) y las relaciones con Rusia.

Así lo refleja hoy la mayoría de los diarios y otros medios capitalinos, que dedican abundante espacio a las entrevistas de la jefa de gobierno con la agencia Bloomberg de Estados Unidos y la emisora BBC del Reino Unido.

En ellas, con lenguaje diferente, aunque de similar contenido- según los analistas- dejó claro que en caso de tener que escoger entre la membresía en la UE y la histórica amistad y cooperación con Moscú la preferencia está en la primera opción.

El diario Vecernje Novosti, en titular de primera plana, afirma que se desató un vendaval después de esas frases y cita pasajes de las declaraciones a Bloomberg y de diversos actores políticos al respecto.

Si las dimensiones de la algarabía fueran reales, las opiniones vertidas por el primer vicepresidente del gobierno y ministro de Asuntos Exteriores, Ivica Dacic, pudieran tomarse como la primera reacción importante sobre el asunto.

Abordado por la prensa, expresó que no hay cambios en las prioridades de Serbia en política exterior y añadió que su esencia consiste precisamente en no permitir que se llegue al dilema UE o Rusia, sino en conducirse por los intereses del país.

Remarcó que Belgrado no cambiará su rumbo exterior porque con su política clara y de principios ya transformó su posición internacional y es ahora un socio confiable.

En su opinión, en los últimos cinco años Serbia logró resistir todas las presiones, mantenerse en el rumbo europeo y no afectar los vínculos con sus amigos, en primer lugar Rusia y China.

Tan clara como la senda europea es la relación con Rusia, cuyo apoyo es de significación clave para la integridad territorial de Serbia, sentenció.

El diario Polítika, en un artículo titulado El bautismo de fuego mediático de la premier, opina que en sus declaraciones a Bloomberg sobre las preferencias por la UE la jefa de gobierno pagó de cierta manera su inexperiencia política (no integra ningún partido) diciendo algo que no se debe o que nunca se hace sin un fraseo diplomático.

Se pregunta si es exacta la traducción que hizo la agencia, porque en cuatro días pasó del titular Junto con Rusia podemos hacer maravillas (en declaraciones a Sputnik) a Serbia escogerá la UE y no a Rusia si fuera urgida a ello (según Bloomberg).

Otro diario, Blic, titula Eurogol de la premier, al abordar el tema, mientras la televisora N1 afirma que los partidos de oposición favorables al ingreso a la UE no creen lo dicho sobre Rusia, mientras otros la critican duramente.

Los primeros argumentan que el gobierno es autocrático e incompatible con los requisitos de la UE por lo que la intención de ser miembro nunca se realizará en esas condiciones.

En tanto, los radicales reaccionaron con disgusto ante el criterio de la premier y demandaron del presidente, Aleksandar Vucic, una aclaración al respecto, porque si está de acuerdo con ella o calla ante sus declaraciones es evidente que esa es su posición y entonces no hay una jefa de gobierno, sino una persona que habla por él.



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