Internacional - Política

Choques entre grupos antisistemas y policía en la víspera del G20 en Hamburgo 

2017-07-06

Unos 20,000 policías a pie, a caballo, en motos y en helicóptero han tomado esta...

Ana Carbajosa, El País

“Bienvenido al infierno”. Ese es el lema de la marcha con la que los antisistemas reciben este jueves al presidente estadounidense Donald Trump y al resto de mandatarios del G20, los países más industrializados del planeta, que han ido aterrizando durante la jornada en Hamburgo. La policía, que ha intentado dispersar con gases lacrimógenos y cañones de agua a miles de manifestantes que marchaban por las calles de la ciudad, según informa Afp. La ciudad natal de la canciller Angela Merkel, anfitriona de la cumbre es hoy una ciudad fortificada, coronada con alambre de espino y repleta de barricadas. 

Unos 20,000 policías a pie, a caballo, en motos y en helicóptero han tomado esta bella ciudad hanseática y han cortado el tráfico en torno al centro de convenciones de la cumbre y en las cercanías de los hoteles en los que se alojan los mandatarios. Solo en bicicleta es posible circular por una ciudad acordonada y cuyas calles se han quedado medio desiertas. Los habitantes que han podido, han cogido vacaciones y han huido de una cumbre que anticipa histórica.

En total se prevén unas 30 manifestaciones en contra de los mandatarios que representan el 80% de la riqueza del planeta y tres cuartos del comercio mundial. La marcha de este jueves, a la que se espera que acudan unos 8,000 antisistema de toda Europa, es la más temida. Merkel se ha propuesto demostrar a algunos de sus invitados, líderes de países en los que la disidencia se reprime y se castiga –Turquía, China, Rusia, Arabia Saudí…— que en Alemania la protesta es posible, pero a la vez debe evitar a toda costa que la violencia se desborde, como ocurrió en protestas antiglobalización como las de Génova en 2001 o la de Seattle dos años antes.

Hamburgo es un símbolo. Es el corazón de la izquierda radical alemana y uno de los grandes referentes del movimiento alternativo en toda Europa. Es además la sede del mítico Rote Flora, un teatro ocupado desde hace más de 30 años y sede indiscutible de los antisistemas alemanes. “La idea es resucitar las protestas anticapitalistas y antiglobalización que triunfaron hace años”, explica un miembro del movimiento que vive en una comunidad a las afueras de Berlín que prefiere ocultar su identidad y que cuenta que llevan más de un año preparando estas manifestaciones.

El viernes, planean cortar los accesos a la cumbre e interrumpir el tráfico portuario de uno de los centros de comercio marítimo más importante de Europa. No está sin embargo nada claro que vayan a lograr sus objetivos teniendo en cuenta el impresionante despliegue policial y la reputación de las fuerzas de seguridad de Hamburgo, conocidas por su dureza en el resto del país. Durante esta semana han reprimido manifestaciones con cañones de agua y han desmantelado los campamentos en los que pretendían dormir los manifestantes.

Cumbre alternativa

Los más violentos y ruidosos monopolizan la atención de unas protestas que son sin embargo mucho más amplias. Miles de activistas de toda Europa han celebrado desde el miércoles una cumbre alternativa en la que han debatido sobre los problemas globales como el comercio o el cambio climático, de los que también se ocuparán los líderes del G-20. El sábado se celebrará la gran manifestación que reunirá según las previsiones de los activistas a 100,000 personas.

Al norte de Hamburgo, en el centro cultural Kampnaged, más de un millar de jóvenes y no tan jóvenes participaban en uno de los paneles de la contracumbre. Escriben también en un inmenso rollo de papel su mensaje para los mandatarios. “Parad las guerras”. “Piensa globalmente, actúa localmente”. “Fronteras abiertas”, se lee. “Defendemos la justicia ambiental. Nosotros hemos estropeado el planeta con nuestra industrialización y ahora los que sufren el cambio climático son los más pobres”, sostiene Andreas Van Baaijen, uno de los organizadores de la contracumbre y miembro de Attac. “Reclamamos derechos sociales globales. Pedimos derecho a la salud y a la educación para todos”.



yoselin

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