Ecología y Contaminación

Uno de los mayores icebergs de la historia está a punto de desgajarse 

2017-07-08

Sin embargo, el desgajamiento en Larsen C no tiene por qué estar relacionado con el...

Manuel Ansede, El País


Un enorme bloque de hielo está a punto de desgajarse de la barrera Larsen C, en la Antártida occidental, al sur del continente americano. El fragmento resultante, de unos 6,000 kilómetros cuadrados de superficie, como 10 veces la urbe de Madrid o cuatro veces la Ciudad de México, sería “uno de los mayores icebergs jamás registrados”, según la Agencia Espacial Europea (ESA).

“Será, con seguridad, uno de los 10 mayores icebergs, aunque solo disponemos de unas pocas décadas de observaciones”, explica el glaciólogo Adrian Luckman, de la Universidad de Swansea, en Reino Unido. El científico lidera el proyecto Midas, una misión británica para investigar los efectos del calentamiento global en Larsen C. En los últimos meses, Luckman ha asistido al imparable avance de la grieta en la barrera de hielo. “Llevo semanas esperando el desgajamiento, pero estos procesos son muy difíciles de predecir. Puede que todavía tarde unos días más”, señala.

La grieta en Larsen C mide ya 200 kilómetros de longitud y su final está a tan solo cinco kilómetros del océano. Si finalmente se desprende, el iceberg, de 190 metros de espesor y 1.155 kilómetros cúbicos de hielo, podría suponer “un peligro para el tráfico marítimo”, según la ESA. En diciembre de 2015, el desplazamiento de un iceberg de un tamaño similar alrededor de la banquisa de Brunt generó alarma en la base científica Halley, del British Antarctic Survey de Reino Unido.

“En cuanto a este iceberg de Larsen C, no estamos seguros de lo que va a ocurrir. De hecho, podrían desprenderse varios bloques o dividirse poco después de desgajarse. Sea entero o en fragmentos, las corrientes oceánicas podrían arrastrarlo hacia el norte, llegando incluso hasta las islas Malvinas. Así que podría poner en riesgo el paso de los barcos por el Pasaje de Drake”, hipotetiza en un comunicado de la ESA la investigadora Anna Hogg, de la Universidad de Leeds.

La agencia europea vigila la barrera con la misión Cryosat, un satélite capaz de detectar cambios de dos milímetros en las capas de hielo antárticas. El artefacto, lanzado en 2010, sobrevuela los polos a 720 kilómetros de altitud. Utiliza un instrumento de radar que detecta cambios ínfimos en el grosor del hielo mediante señales de radio que rebotan en la superficie. Un retraso en el eco significa que el espesor se ha reducido. La ESA estudia los hielos del Ártico y de la Antártida para comprender los verdaderos efectos del cambio climático en los polos. En los últimos años, el nivel del mar ha subido unos tres milímetros al año por el derretimiento de los hielos, según científicos de la Universidad de Harvard (EE UU).

El iceberg podría llegar incluso a las islas Malvinas, según la investigadora Anna Hogg

Sin embargo, el desgajamiento en Larsen C no tiene por qué estar relacionado con el calentamiento global. “No tenemos ninguna prueba que apoye un vínculo con el cambio climático”, reconoce Luckman. “La grieta ya era una característica bien establecida en la barrera de hielo Larsen C en la década de 1980, según los datos de satélite”, subraya.

El desprendimiento de enormes icebergs es normal en los polos, recuerda el geólogo Jerónimo López, expresidente del máximo órgano internacional de la investigación antártica, el SCAR. El récord lo ostenta B-15, un iceberg de más de 11,000 kilómetros cuadrados que en el año 2000 se separó de la barrera de hielo de Ross, también en la Antártida. En el caso de Larsen C, López recuerda que es una plataforma de hielo flotante, pegada al continente. “El desprendimiento debilita el frente de la barrera, su muro de contención. Y se puede acelerar el empuje de los glaciares que están detrás. Ese hielo sí que está sobre el continente y puede aumentar el nivel del mar si se derrite. Ahí está la relevancia de este fenómeno”, alerta López.



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