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Los médicos voluntarios de la Cruz Verde, al frente de las protestas en Venezuela 

2017-07-14

Federica Dávila, una estudiante que ayudó a fundar la Cruz Verde, dijo que los...

Megan Specia, The New York Times

Un adolescente yacía en el piso después de un enfrentamiento con la policía. “¡Médico, médico!”, gritaba un joven a través del humo denso de los gases lacrimógenos en una manifestación realizada en Caracas, Venezuela.

Los médicos a los que llamaba, conocidos como la Cruz Verde, se han convertido en un elemento permanente de los enfrentamientos violentos entre los manifestantes de la oposición y las fuerzas del gobierno. Por lo menos 90 personas han muerto desde que comenzaron las protestas en abril, y los médicos voluntarios han dado tratamiento para una amplia gama de lesiones, desde heridas fuertes en la cabeza hasta raspones leves.

En este video se muestra a los voluntarios de la Cruz Verde amontonándose alrededor de Neomar Lander, de 17 años, y llevándoselo cargado lejos de donde transcurría lo peor de la lucha. Lander murió poco después.

Sin embargo, los organizadores del grupo dicen que tratan a decenas de pacientes al día y creen que los primeros auxilios que brindan han sido clave para salvar vidas. La economía venezolana se encuentra al borde del colapso y afecta las actividades de las instituciones médicas y las cadenas de suministros, lo que ha limitado la atención estatal de emergencia en las manifestaciones, según el grupo.

Los voluntarios son jóvenes médicos y estudiantes de Medicina que se han convertido en un símbolo de la forma en que los venezolanos están tratando de suplir las funciones gubernamentales más cruciales.

Federica Dávila, una estudiante que ayudó a fundar la Cruz Verde, dijo que los manifestantes rodean a los voluntarios antes de cada protesta, cantando y rezando por su protección. “Es una experiencia maravillosa porque comenzamos a caminar con el equipo, y mientras lo hacemos la gente empieza a aplaudir y llorar”, dijo Dávila.

Ella y un puñado de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela se organizaron en 2014 durante manifestaciones anteriores contra el gobierno, cuando observaron que había necesidad de más voluntarios porque se sobrepasaba la capacidad de los cuerpos de ambulancias locales.

“Un grupo de amigos decidió que quería ayudar”, dijo Dávila. “Qué mejor manera que haciendo lo que sabemos y practicamos todos los días”. Dijo que la cruz del grupo es un guiño al famoso símbolo de los primeros auxilios, pero que eligieron el verde para diferenciarse de la Cruz Roja Internacional.

Según Dávila siguen un orden y una metodología cuando llegan a cada protesta, y establecen diversas “zonas” donde pueden evaluar a las personas que necesitan atención. “Caminamos con los manifestantes, los acompañamos, todos juntos en una misma línea”, dijo Dávila. “Cada líder de grupo tiene una bandera y la ondeamos para que las personas puedan ver dónde estamos en caso de que requieran atención médica”.

El grupo no está afiliado a ningún partido político en particular, aunque algunas autoridades los consideran como parte del movimiento de protesta. A veces los voluntarios entran en conflicto con la policía y los miembros de la Guarda Nacional desplegados en las manifestaciones.

Dávila dijo que algunos oficiales de las fuerzas de seguridad les permiten ayudar a las personas: “Incluso a veces nos dejan atenderlos a ellos si salen heridos. Pero otros son muy violentos y nos obligan a irnos”.

También describió cómo, durante los primeros días de la protesta, los voluntarios usaban sus propias uñas para retirar restos de objetos extraños de las heridas. “No teníamos nada, ni siquiera gasas”, dijo.

El grupo ha distribuido alcancías para donativos en espacios públicos por todo el país y el apoyo tanto local como internacional ha permitido que cuenten con un buen inventario de suministros.

Muchos de los voluntarios son veinteañeros que estudian Medicina. Decenas de médicos certificados también se han unido a sus filas, que suman alrededor de 200 voluntarios en Caracas. Cuentan con grupos afiliados más pequeños que asisten a las manifestaciones en otras partes del país.

Sin embargo, estar en medio de las protestas es peligroso y varios médicos de la Cruz Verde han resultado heridos. Por lo menos uno ha perdido la vida mientras trabajaba como voluntario.

Paul René Morena, de 24 años, murió en mayo después de haber sido atropellado por un vehículo blindado en una protesta en Maracaibo, una ciudad en el noroeste del país.

Con las multitudes y las protestas casi constantes, los riesgos han aumentado. “Es muy difícil salir a las calles y te pones en riesgo al ir a ayudar a esas personas”, dijo Dávila. “Tú también estás expuesto. Estás en medio de esto, de un fuego cruzado”.



yoselin
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