La Visión del Bucanero

Qué origina la intención de delinquir

2017-08-03

Para los funcionarios del Gobierno, el incentivo para delinquir es volverse rico de la noche a la...

Grumete Exigente

"El delincuente no nace, se hace"

El individuo requiere de uno o más distintivos específicos que le provoquen su intención de delinquir, estos pueden ser:

El escenario propicio, en donde lo que tenga pensado hacer no distorsione con el entorno:

•    Un callejón obscuro.

•    Un área abandonada, con basura o desechos.

•    Un área pública sobrepoblada.

•    Un lugar ruidoso.

•    Algo mal puesto.

Un ambiente relajado:

•     Sin ley.

•     Sin autoridad.

•     Sin principios

•     Una emoción que lo excite.

•    Un tema que vio en el cine o en la TV

•    El impacto de algún delito.

•    La lujuria que le despierta una mujer o un niño.

Un recuerdo dañino por:

•     El mal trato de sus padres, su padrastro o madrasta.

•     El rechazo de alguna mujer.

•     La traición de un amigo.

•     Una mala experiencia.

•     El cuestionamiento que lo reta a vencer su miedo de evadir el cerco para saltar la valla.

•     La interpretación servicial de los deseos explícitos o implícitos de la autoridad (jefe) que lo subordina.

La asociación con algún grupo delictivo que lo acoge, le exige y lo protege, como pueden ser:

•    El cuerpo policiaco o militar al que pertenece.

•    El grupo de servicio de algún político.

•    La gracia de ser favorecido como proveedor del Gobierno.

•    Su función como guarda espaldas.

•    La célula delictiva que lo conquista y lo acepta.

•    La respuesta a los retos de sus asociados delictuosos.

•     El pago cuantioso de sus servicios delictivos.

•     El incentivo que representa la impunidad de algunos delincuentes que cuentan con la protección del Gobierno.

•     El conocimiento de varios (ahora muchos) funcionarios públicos dedicados a la cleptocracia y a sortear su condición delictiva, aprovechando la influencia de sus relaciones y compromisos políticos.

El cinismo de las autoridades respectivas, para que se lleve a cabo:

•    El robo de votos.

•    Las dadivas en las elecciones, como son: el salario rosa, el pago a taxistas por acarreo, las despensas, las tarjetas de debito, etc.

•    La amedrentación a los votantes.

•    El trueque por el favor partidista.

•    El descuento por nómina, para el partido hegemónico.

•    Los ofrecimientos de cambio de funcionarios si se logra el éxito.

•    La comisión Institucional obligada y descarada.

•    La disposición de una parte de la sociedad (taxistas, acarreadores, Centros Comerciales, proselitistas, etc.), para influir en la clase necesitada y en los indecisos, vende patrias.

•     El proteccionismo equivocado de la CNDH, tratando al delincuente con los mismos derechos de la ciudadanía.

•     Su autoestima deteriorada.

•     La aceptación de la mentira, como una falla justificada y tolerable.

El resentimiento que le provoca el comparar:

•    Su apariencia personal vs la apariencia de gente honesta.

•    Su medio de vida vs los medios de vida de gente mejor adaptada a convivir con armonía.

•    La suciedad que tiene en su medio vs el orden y limpieza que mantienen los servicios públicos.

•    Su propio concepto de la actitud humana vs lo que observa en la sociedad que lo rodea.

•     La distinción notoria de lo que valora vs la realidad.

Es importante hacer notar que hasta aquí podría haber una rehabilitación del individuo, haciendo que logre el reconocimiento de su mala conducta para iniciar el cambio, pero… el delincuente mal nacido que victimiza a los seres queridos o se entrena comiendo carne humana, bebiendo su sangre o envileciéndose para ser más despiadado, está dañado irreversiblemente y actuará siempre fuera de control. Es poco probable que se rehabilite, generando una pérdida de tiempo y una contaminación indeseable.

Todo aquello que a observancia del que delinque, esta: fuera de contexto, abandonado, olvidado, mal usado, desperdiciado, etc., u obedecen a actitudes ajenas que le representan: una farsa, una mentira, una simulación, un robo descarado, una mala acción, una perversión, etc., en las cuales lo que haga no es significativo y si bien no es aceptable, tampoco genera alguna acción correctiva, porque están protegidos por la propia autoridad o por el poderoso.

Esto puede observarse en:

     - Los Centros de esparcimiento donde se distribuye la droga

     - Los reclusorios.

     - Los cinturones del vicio.

     - Los lupanares.

     - Algunos bares y restaurantes protegidos por las relaciones de los Cárteles.

     - Ciertos Clubs privados.

     - Las celebraciones de los Capos.

Todos ellos protegidos con conocimiento de las autoridades.

Naturalmente para los funcionarios del Gobierno, el incentivo es volverse rico de la noche a la mañana o engrosar más su patrimonio mal habido, con la protección del propio sector político.

Esto es cada vez más fácil, como consecuencia del relajamiento que poco a poco ha generado conscientemente el Gobierno en todo el territorio nacional, creando un pequeño caos manipulado por los expertos dirigentes políticos, con la tolerancia servil de una gran parte de la sociedad.

El objetivo es hacer lo indebido, sin que se note ¿Cómo?

Manipulando los ingresos del país, entendiendo como tal:

La venta de:

•     Los recursos naturales (Petróleo, Oro, Plata, arena para fundición, Manganeso, etc.).

•     Los permisos de construcción.

•     Permisos de operación.

•     Permiso de uso del suelo.

•     Predios del Estado.

•     Acometidas, vías de ferrocarril, libramientos, etc.

•    La desviación de partes del presupuesto de la nación.

La intervención en licitaciones mañosas (dirigidas o con comisión) por la compra:

•     Materias primas.

•     Granos.

•     Enceres para el Gobierno (artículos de limpieza, café, ropa de cama, colchones, almohadas, papel bond, lápices, engrapadoras, etc.).

•     Servicios especiales.

•    El mal manejo físico y económico de Proyectos del Gobierno, algunos supuestos y otros excesivos.

El desvío ilícito del ingreso por cobro de servicios:

•    Carreteras de cuota.

•    Consumo de Energía eléctrica.

•    Impuesto predial.

•    Metro y metro bus.

Volvemos a la misma conclusión: ¿Quiénes son los que ejercen la delincuencia?, ¿Habrá quien la pare?, ¿Con una dictadura, mejor que la de Don Porfirio?

Definitivamente, poco pueden hacer las fuerzas armadas. Las están contaminando. Permítanles cumplir con sus respectivas misiones.



JMRS