Derechos Humanos

HRW exige a Turquía investigar desapariciones forzosas recientes 

2017-08-03

"Hay base fidedigna para creer que agentes del Gobierno hicieron desaparecer forzosamente a...

LLUÍS MIQUEL HURTADO 

Su destino es similar al de las 57,000 personas arrestadas bajo acusación de complicidad con el Golpe

Una serie de secuestros que las autoridades ignoran han llamado la atención de Human Rights Watch. La organización humanitaria ha exigido al Gobierno turco, este jueves, investigar al menos cuatro casos de secuestro y posible desaparición forzosa ocurridos desde el marzo pasado en Ankara, la capital turca. Estos sucesos, que podrían estar relacionados con la caza de brujas posterior al Golpe de Estado fallido, resucitan el fantasma de las miles de desapariciones habidas en la región kurda durante los 90.

"Hay base fidedigna para creer que agentes del Gobierno hicieron desaparecer forzosamente a los hombres buscados", asegura en un comunicado Hugh Williamson, director de HRW en Europa y Asia Central. De los cuatro casos investigados por su grupo, sólo en uno de ellos se conoció finalmente el paradero. Önder Asan, un ex maestro despedido después de la Asonada apareció bajo custodia policial 42 días después de perderse su pista. Los mismos agentes comunicaron su situación a la mujer del profesor.

Asan denunció ante la Fiscalía haber sido secuestrado por agentes de Policía y retenido en una localización secreta, donde fue interrogado y torturado, para ser finalmente desplazado a una comisaría. El 17 de mayo, este maestro expulsado compareció ante el juez, quien decretó su prisión preventiva a la espera de juicio. Su destino es similar al de las 57,000 personas arrestadas bajo acusación de complicidad con el Golpe.

HRW, por otra parte, menciona los nombres de tres personas más que siguen desaparecidas, aunque añade una quinta, que no identifica, y asegura que la Asociación de Derechos Humanos de Turquía ha recibido denuncias de otros casos similares. Los conocidos son, además de Önder Asan, Turgut Çapan, Mustafa Özben y Cemil Koçak.

Los cuatro casos se asemejan. Todos eran funcionarios -Çapan era colega de Asan a quien había visto el mismo día en que fue secuestrado-. Özben y Koçak, según testigos e imágenes de cámaras de seguridad, fueron introducidos por la fuerza en un furgón oscuro. La quinta desaparición que ha investigado Human Rights Watch es la de una persona que desapareció tras dejar a su familia en la estación central de autobuses de Ankara. La última vez que las cámaras de seguridad lo grabaron salía de una estación de metro.

Dos casos similares fuera del país

Otros dos casos similares, no mencionados por Human Rights Watch, ocurrieron fuera del país. Según Turkish Minute, un medio que sirve de plataforma de denuncia para simpatizantes de la cofradía del predicador Fethullah Gülen -acusado de orquestar la asonada-, un profesor turco llamado Turgay Karaman, y un empresario, Ihsan Aslan, fueron secuestrados en Malasia a principios del pasado mayo.

En un vídeo que distribuyeron puede distinguirse a cuatro personas llevándose a un hombre maniatado dentro de un aparcamiento. En otro vídeo que distribuyó Turkish Minute, una mujer llamada Ayse Karaman denuncia la desaparición de su esposo Turgut Karaman, al cual identifica en la primera grabación. Malasia es, como otros países asiáticos, uno de los lugares donde la cofradía gülenista estableció escuelas y negocios, en muchos casos, durante la década pasada, contando con el apoyo del mismo Gobierno de Erdogan.

La ONG internacional ha enviado una carta al ministro de Justicia turco, Abdülhamit Gül, para exigirle que tome medidas en el asunto. "Las autoridades turcas deberían cumplir rápidamente con su obligación de localizar a los hombres desaparecidos, que podrían estar en grave peligro, asegurar su liberación y, si están bajo custodia, garantizarles acceso inmediato a un abogado, así como comunicar a sus familias dónde están", ha solicitado Hugh Williamson.

Hasta el momento, el Gobierno que preside Recep Tayyip Erdogan, cercado por acusaciones de múltiples violaciones de Derechos Humanos desde que decretó el estado de Emergencia tras el Golpe, no han respondido a los casos de desaparición forzosa. Eso pese a que numerosas organizaciones pro Derechos Humanos, sometidas recientemente a un intenso acoso por parte del Gobierno, y partidos como el opositor Partido Popular Republicano (CHP) han pedido explicaciones en sede parlamentaria.

Esta situación hace temer un escenario similar al que sufrió Turquía, en particular su región sureste de mayoría kurda, durante los 'años del plomo' de los 90. Por aquel entonces, se ha denunciado que grupos paramilitares como el JITEM, una unidad clandestina de la Gendarmería turca, se dedicaron a hacer desaparecer a al menos 5,000 personas, la mayoría hombres señalados como miembros de la guerrilla kurdoturca PKK. La Administración jamás ha impulsado un esfuerzo definitivo para esclarecer lo ocurrido.



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