Internacional - Política

Maduro consolida su golpe: la Constituyente suplanta al Parlamento 

2017-08-04

Tal y como estaba previsto, la juramentación de los 545 delegados de la Constituyente...

DANIEL LOZANO / El Mundo

"El presidente del pueblo Nicolás Maduro se hizo gigante el día de hoy, creció sobre sí mismo y entregó el poder al pueblo". Delcy Rodríguez, nueva presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, debutó ayer en su nuevo cargo agradeciendo a su gran mentor, para que quede bien claro que el "hijo de Chávez" dirige el ente inventado de forma ilegal, y gracias al "mayor fraude electoral de la Historia de América Latina".

El primer mandatario culmina así el asalto contra el Parlamento 20 meses después de su estrepitosa derrota electoral. Y lo hace para perpetuar su poder, pero instalado en una dimensión desconocida, porque la Venezuela real sufre a espaldas de la cúpula revolucionaria en medio de la mayor crisis económica, social y política de su historia, que devora sus bolsillos y sus sueños.

"Aquí no hay crisis humanitaria, aquí lo que hay es amor", teatralizó Rodríguez, algo que incluso buena parte de los chavistas no comparten, más allá de a quién consideren culpable de la mayor inflación del planeta, de la caída de 12% que se espera para su Producto Interior Bruto (PIB) este año y de la devaluación por minutos que sufre su moneda.

Tal y como estaba previsto, la juramentación de los 545 delegados de la Constituyente pasó por encima del Parlamento legítimo, decididos a convertirse en el Comité de Salud Pública de la revolución bolivariana, con "poderes plenipotenciarios" y como si de los nietos de Robespierre se tratara. Una mezcla de soviets con elementos estratégicos aportados por los asesores cubanos del "hijo de Chávez".

"Empezaremos a actuar desde mañana [este sábado hay sesión convocada en el mismo salón], no se sorprendan. Vamos compañeros, a la renovación constitucional", advirtió Rodríguez, ataviada con su traje rojo favorito, entre salvas de aplausos: "No le vamos a dejar solo, presidente, usted se hizo hoy millones de venezolanos". El primer mandatario no compareció en el Salón Elíptico, pero acompañó la ceremonia a través de sus redes sociales: "Hoy comenzamos a escribir la historia de la Venezuela heroica de libertad y paz".

Una marcha plagada de simbolismo chavista

Un acto lleno de símbolos porque el pueblo no les sobra. La Plaza Bolívar y sus alrededores se convirtieron en un pequeño oasis llenó de seguidores chavistas, mientras puerta afuera, a pocos minutos de distancia, las colas buscando arroz y pasta superaban en número a los presentes.

"¡Volvió, volvió, volvió!", repetían los cánticos dentro y fuera del salón de los constituyentes al paso de las imágenes de Hugo Chávez y Simón Bolívar, que Henry Ramos Allup, expresidente de la Asamblea Nacional legítima, mandó retirar el año pasado. La fiesta chavista se desarrolló animada por sus nuevos cánticos, como el "¡Y ya llegó, y ya está aquí, la Constituyente está aquí!" y "¡Llegó la hora de los chavistas, llegó la hora de los socialistas!".

Entre ellos estaba Keyla Salas, llegada desde la costeña Anzoátegui acompañando al constituyente Williams Petit, director de una sucursal del Banco Centenario y uno de los que no accedió al insuficiente Salón Elíptico. "Esto es una guerra económica y claro que no hubo fraude", explicó Salas de un tirón. Pero mientras más hurgaba el reportero, más dudas aparecían. "Esto (la situación económica) está muy fuerte. Tenemos que esperar el cambio. El problema son las personas que acompañan a Maduro, le han querido sabotear y eso nos afecta. Las gandolas [camiones] llegan con comida, pero alguien se las queda. Espero que al menos esta Constituyente se convierta en nuestros ojos", añadió de forma serena.

En un intento de contrarrestar el toque de atención llegado desde el Vaticano, un acérrimo sacerdote madurista bendijo la instalación de esta Asamblea ilegal. "Cómo un padre puede negar a bendecir la paz que pide todo el pueblo", arengó Numa Rojas mirando hacia Roma. Horas antes, la Santa Sede pidió suspender la instalación por fomentar un "clima de tensión" e "hipotecar el futuro". Y es que la revolución exige hoy a sus seguidores un acto de fe: creer en lo que no se ve por ninguna parte del país.

Más allá de la pelea metafísica, Maduro confirmó el control que mantiene sobre el nuevo órgano, al imponer la elección de su antigua canciller y de Aristóbulo Istúriz como primer vicepresidente. Solo una parte de los elegidos pudo acceder al Salón Elíptico, pero los presentes intentaron llenar su ausencia con cánticos y gritos constantes, con la parafernalia habitual en las representaciones revolucionarias, un remedo sonriente y desordenado de las sesiones del Parlamento de Corea del Norte, donde todos los presentes aplauden por doquier como si de robots se tratara. Transcurridos cinco días de las votaciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE) solo ha podido publicar los resultados incompletos del proceso.

La oposición, impotente ante el asalto

El Parlamento legítimo reaccionó ante la apisonadora estatal, pero su voz sonó débil, abrumada por la nueva situación y tras la toma de las instalaciones por la militar Guardia Nacional. "La Asamblea continuará sesionando y trabajando desde el Palacio Federal Legislativo en defensa de la Constitución y la democracia. Evidente fraude constituyente busca alargar la agonía de una dictadura fracturada en el poder. Ni el pueblo ni el mundo lo permitirá", emitió el órgano parlamentario a través de sus redes sociales.

La oposición intentó congregar a sus fieles al otro lado de la ciudad, sabedora de que la represión se lanzaría contra ellos. Al menos había recibido una buena noticia horas antes: el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) regresó a su vivienda a Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas y prisionero político desde 2014, tras permanecer esta semana en la prisión militar de Ramo Verde.

La marcha, formada por unos pocos cientos de seguidores, vivió algo parecido a un funeral de la democracia, confirmado por el juez Edecio Velásquez, quien decretó la nulidad absoluta contra la solicitud de la Fiscalía General de la República para la suspensión de la instalación de la Constituyente. Sin sorpresas, por supuesto. Casi la mitad de los jueces venezolanos militan en el chavismo y la otra mitad se manejan entre la obediencia y el pánico.

"Seguimos con nuestras convicciones intactas, nada nos va a parar", intentó animar el alcalde Carlos Ocariz, para quien Maduro también asegura tener una mazmorra preparada. Sus palabras precedieron a la embestida de los represores, brutal como siempre, que incluso causó heridas a la diputada Amelia Belisario. En las últimas horas han fallecido dos personas heridas durante el fin de semana pasado, lo que eleva a 123 las víctimas mortales en 126 días de rebelión popular.

"Nos recibieron con perdigones y gas a quemarropa", denunció el dirigente Juan Andrés Mejía. "Así se estrenó la Constituyente", sentenció.



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