Internacional - Seguridad y Justicia

Estados Unidos reduce el número de soldados y armamento en sus nuevas maniobras en Corea

2017-08-22

Según el diario The Hankyoreh, Washington habría decidido que en esta ocasión...

JAVIER ESPINOSA / El Mundo


Decenas de miles de soldados de Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron ayer unas nuevas maniobras militares en la Península asiática a escasas jornadas de la escalada de retórica que sacudió a la región en las últimas semanas, aunque esta vez los analistas indican que ambos lados parecen querer mitigar la tensión generada en esos días.

Washington ha decidido disminuir el número de militares presentes en estos ejercicios, que sólo serán poco más de 20,000 frente a los 27,500 que participaron el año pasado, y que se sumarán a 50,000 uniformados surcoreanos.

El secretario de Estado de EU, James Mattis, negó el domingo que este gesto tuviera como objetivo evitar las habituales réplicas verbales de Corea del Norte -que amenazó recientemente con atacar la isla de Guam con misiles- y dijo que se había previsto hace meses.

Según el diario The Hankyoreh, Washington habría decidido que en esta ocasión no recurrirá a desplegar su armamento estratégico -submarinos y aviones con capacidad nuclear-, en un intento por evitar una reacción apresurada de Pyongyang. También se habría cancelado la decisión inicial de enviar dos portaaviones a esta cita.

"Parece que tanto EU como Corea del Norte han decidido dar un paso atrás", escribió el mismo matutino.

Medios como la agencia AP o la cadena CNBC afirmaron hace varias jornadas que pese a que Donald Trump prometió "fuego y furia" a Pyongyang, lo cierto es que su administración mantiene contactos secretos con el régimen asiático, aunque todos sus portavoces han repetido que "la perspectiva de una negociación se encuentra todavía muy lejos".

Pese al guiño de Washington, Pyongyang volvió a recurrir a su dialéctica tradicional diciendo que estas maniobras sólo "añaden gasolina al fuego", según escribió el diario oficial Rodong Sinmun

"Estos ejercicios son la expresión más explícita de su hostilidad y nadie puede garantizar que las maniobras no desemboquen en combates reales", precisó el matutino en su editorial.

Hace dos años, las maniobras "Ulchi Freedom Guardian" coincidieron con un breve intercambio de artillería entre las dos coreas después de que dos soldados surcoreanos resultaran heridos al explotarles una mina en la línea de demarcación, en un suceso que Seúl atribuyó a Pyongyang.

El propio presidente surcoreano, Moon Jae-in, pidió a Corea del Norte que no utilice unas prácticas que definió como "defensivas por naturaleza" como "excusa para más provocaciones que agravarían la situación".

"Corea del Norte debe comprender que sus provocaciones repetidas obligan a Corea del Sur y EU a llevar a cabo estos ejercicios conjuntos, perpetuando un ciclo vicioso", añadió.

El jefe de estado aprovechó también la ocasión para conminar una vez más a su aliado norteamericano para que reconsidere su reciente gesticulación militarista.

"El presidente entiende por qué Estados Unidos dice que todas las opciones están sobre la mesa para forzar a Corea del Norte a renunciar a sus ambiciones nucleares. Pero dice que incluso la más mínima acción militar llevaría a una confrontación que amenazaría muchas vidas no sólo de surcoreanos sino de extranjeros, incluidas las fuerzas de EU basadas en Corea del Sur", aseveró su portavoz, Park Soo-hyun.

China es el principal impulsor de una propuesta de diálogo entre EU y Corea del Norte que implicaría la suspensión de las pruebas nucleares y de misiles norcoreanos a cambio de que Washington también interrumpiera este tipo de maniobras, aunque hasta ahora ninguna de las dos partes parece haber aceptado tal propuesta.

Grupos pacifistas surcoreanos se manifestaron durante la jornada en Seúl apoyando precisamente esta hipótesis.



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