Internacional - Política

Benjamin Netanyahu dice a Vladimir Putin que la creciente presencia iraní en Siria "amenaza" a Israel 

2017-08-23

Pero una cosa son las cálidas relaciones personales y otra los fríos intereses que...

SAL EMERGUI / El Mundo


El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, suele presumir de sus "excelentes relaciones" con los dos hombres más poderosos del mundo (con permiso del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg): el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin.

Pero una cosa son las cálidas relaciones personales y otra los fríos intereses que han llevado a Moscú y Washington a pactar el futuro de Siria sin tener en cuenta -según el Gobierno de Netanyahu- el temor de Israel a la presencia armada iraní y del grupo libanés chií Hizbulá en territorio sirio cerca de su frontera.

En un nuevo intento de frenar "los intentos del régimen iraní de afianzar su influencia y lograr una continuidad territorial con presencia en varios países", según avisa un ministro israelí a EL MUNDO, Netanyahu viajó este miércoles a la localidad rusa de Sochi para reunirse con Putin.

"Señor presidente, en un enorme esfuerzo conjunto internacional estamos derrotando al Estado Islámico (IS) y eso es muy importante pero lo malo es que donde el Estado Islámico desaparece, Irán ocupa su lugar. Hace esfuerzos enormes para afianzar su presencia militar en Siria lo que supone una amenaza para Israel, Oriente Próximo y, en mi opinión, el mundo entero. Irán ya está en procesos avanzados para controlar Irak y Yemen mientras de hecho ya tiene el control en el Líbano", ha declarado Netanyahu al inicio de la reunión a la que asistió también el jefe del Mosad, Yossi Cohen.

"No podemos olvidar ni por un minuto que Irán amenaza cada día con destruir al Estado de Israel. Y sigue desarrollando su programa balístico y armando a grupos terroristas", ha añadido el dirigente israelí. Putin, por su parte, no ha hecho comentarios al respecto ante la prensa en Sochi, según recoge la agencia Reuters.

Desde que Rusia decidiera aumentar de forma masiva su intervención militar en Siria hace dos años, Putin y Netanyahu se han reunido en seis ocasiones. En primer lugar para crear un mecanismo de coordinación de sus ejércitos que evite fricciones entre sus cazas de combate. Conviene recordar que desde el inicio de la guerra civil siria en 2011, la fuerza aérea israelí ha atacado un centenar de veces convoyes y depósitos de armas de Irán destinadas a Hizbulá, un arsenal sofisticado atacado desde unos cielos que desde hace dos años cuentan con importante presencia rusa. Estos ataques, amparados bajo la conocida política de "líneas rojas" de Israel frente a Hizbulá, cuentan con la luz verde oficiosa de Rusia.

El mecanismo de coordinación entre importantes oficiales de Israel y Rusia ha funcionado con éxito pero no ha evitado -tampoco era su misión- que efectivos chiíes (iraníes o de Hizbulá) avancen hacia la frontera para constituir, según Israel, una base que sirva para "amenazar e incluso atacar a Israel".

"El problema de Israel nunca fue la presencia rusa en Siria sino de Irán y Hizbulá que son socios de Moscú en la lucha para salvar el régimen de Asad", señala el experto en los países árabes, el profesor israelí Eyal Zisser.

Siria, por su parte, suele acusar a Israel de apoyar a los grupos rebeldes, denuncia que viola el espacio aéreo libanés y sirio y le exige que se retire de la meseta de Golán ocupada en la guerra del 67. Irán, que desde la revolución islámica en el 79 es el gran enemigo de Israel -a quien denomina "ente sionista"- , niega patrocinar el terrorismo y sostiene que ayuda a Asad en Siria frente "a grupos terrroristas".

En su último discurso, Asad agradeció la ayuda de sus aliados que según afirmó será recogida "en los libros de historia". El dirigente sirio mencionó de forma especial a Putin (Rusia), al Ayatolá Jamenei (Irán) y al jeque Nasralá (Hizbulá) como los principales actores que evitaron su caída ante los grupos rebeldes y yihadistas.

Putin tiene las llaves de Siria

A medida que la guerra se acerca a su fin -con la continuidad de Asad asegurada en el poder- y el acuerdo entre Putin y Trump se cierra, aumenta la preocupación israelí sobre una nueva realidad tal y como reconoció el jefe del Mosad en una reunión del Gobierno: "El principal proceso que está teniendo lugar en la zona es el dominio iraní a través de fuerzas iraníes y sus grupos que apoya en Siria, Líbano, Irak y Yemen".

"En los lugares donde se reduce la presencia de Daesh, Irán actúa para rellenar el agujero", señaló Cohen, que ha presentado este miércoles información de Inteligencia a sus homólogos rusos.

Uno de los objetivos inmediatos de Netanyahu, según sus allegados, es evitar la construcción de bases iraníes en Siria. Hace una semana, un satélite israelí captó y difundió las imágenes de una supuesta fábrica iraní de misiles de largo alcance en la zona siria de Baniyas. "Por sus crecientes acciones en círculos cercanos y lejanos, Irán sigue siendo la gran amenaza para Israel", comenta un oficial a EL MUNDO.

En Israel, sin embargo, son conscientes de que el objetivo primordial de Putin es el interés ruso, que pasa hoy en primer lugar por consolidar el régimen de Asad y derrotar al Estado Islámico sin olvidar la venta de sofisticado arsenal (básicamente defensivo como los misiles antiaéreos S-300) a Teherán. Con todo, en conversaciones mantenidas en canales discretos, Rusia ha expresado a Israel su oposición a que Irán mantenga bases y efectivos en Siria una vez acabada la guerra.

Zisser señala que "la importancia de la reunión con Putin es enorme también debido a la falta de disposición de Washington de cumplir un rol en el diseño del futuro de Siria". En otras palabras, las llaves de lo que suceda en Siria, incluyendo la presencia iraní, no están en la Casa Blanca sino en el Kremlin.

"Si Irán, Siria y Hizbulá violan nuestras líneas rojas, no dudaremos en actuar", advierte Netanyahu en sus conversaciones con Rusia y EU. En una reciente reunión con sus ministros, el jefe de Gobierno aseguró que no permitirá la consolidación militar de Irán y sus aliados a pocos metros de su frontera en el norte lanzando un aviso: "Israel hará lo que tenga hacer".



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