Internacional - Finanzas
Un ejecutivo de Trump pidió ayuda al portavoz de Putin para levantar una torre en Moscú
Pablo de Llano, El País
Un hombre de máxima confianza de Donald Trump pidió ayuda de Vladímir Putin durante la campaña presidencial para poder construir una torre en Moscú. El abogado Michael Cohen, vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump, escribió un mail en enero de 2016 al portavoz del presidente ruso Dimitri Peskov lamentando que el proyecto estaba "estancado" y pidiendo la "asistencia" del Kremlin. Las agencias de inteligencia de EE UU concluyeron tras las elecciones que Rusia había interferido para ayudar a Trump a ganarle a Hillary Clinton. El Departamento de Justicia y comités del Congreso investigan a su vez si Trump y su equipo de campaña se aliaron con Moscú para ganar en las urnas.
El mensaje de Cohen a Peskov es hasta el momento el contacto de mayor nivel documentado entre altos cargos de Trump y Putin, según The Washington Post. Cohen –que no era miembro formal de la campaña pero participaba en ella– transmitió a su interlocutor ruso que el proyecto, la construcción de una Torre Trump en Moscú, era "demasiado importante" y le solicitó con un lenguaje muy neutro seguir hablando para ir entrando en detalle y "preparando encuentros entre los individuos apropiados".
El correo referido por The Washington Post es parte de la documentación proporcionada este lunes por la Organización Trump al Congreso, que se la exigió para sus pesquisas sobre la posible conexión entre el Kremlin y la candidatura de Trump, que durante la campaña mostró sus simpatías por Putin pero siempre ha negado el contubernio y subrayado que nunca ha metido capital en Rusia. En julio de 2016 el presidente –entonces candidato– publicó en Twitter: "Para que conste, tengo cero inversiones en Rusia". Además, en una rueda de prensa al día siguiente aseguró: "No tengo nada que ver con Rusia".
Trump y un promotor ruso firmaron una carta de intenciones para construir "una enorme Torre Trump en Moscú". El promotor levantaría el rascacielos y Trump le pondría su nombre, un modelo de negocio típico de la Organización Trump para explotar su marca sin meterse en grandes inversiones. Las negociaciones se llevaron a cabo a finales de 2015 y principios de 2016, después de que Trump anunciase oficialmente su candidatura a la presidencia el 15 de junio de 2015. Pero el proyecto, que carecía de terrenos para edificar y no tenía permiso alguno, fue abandonado a finales de enero de 2016, después del correo de Cohen y antes de que comenzaran las primarias presidenciales.
En medio del asunto de la torre también se entremetió Felix Sater, un empresario rusoamericano sentenciado en 1998 por un fraude ligado a la mafia rusa y que trabajaba para la Organización Trump como broker inmobiliario. Al poco de empezar a carburar el proyecto de Moscú, en noviembre de 2015, Sater escribió a Cohen presumiendo de tener hilo directo con el Kremlin, opinando que la construcción de la torre resaltaría la pericia negociadora de Trump propulsando su candidatura y comprometiéndose a sumar al Gobierno ruso al esfuerzo presidencial: "Nuestro muchacho puede convertirse en presidente de EE UU y nosotros podemos operar para lograrlo", dijo en un correo en el que aseguraba que lograría involucrar a Putin en "este programa" y que juntos conseguirían "que Donald salga elegido".
"Trump es un negociador y entiende de asuntos económicos, y lo único que quiere Putin es negociar con un líder pragmático; y un empresario exitoso es un buen candidato para alguien que sabe lo que es negociar", añade Sater. Este lunes, Michael Cohen, destinatario de los correos, le quitó relevancia a su "lenguaje colorido" y resaltó que no aceptó la sugerencia de Sater de que viajase a Moscú. La Organización Trump ha defendido que los contactos de Cohen con el Kremlin formaron parte de las relaciones públicas habituales en las dinámicas de negocio internacionales de la firma.
yoselin
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