Internacional - Seguridad y Justicia

Seúl completa el despliegue del escudo antimisiles 

2017-09-07

Decenas de manifestantes resultaron heridos este jueves en Corea del Sur tras enfrentarse a los...

ISMAEL ARANA / El Mundo


Decenas de manifestantes resultaron heridos este jueves en Corea del Sur tras enfrentarse a los policías encargados de proteger el despliegue del controvertido sistema antimisiles de defensa estadounidense (THAAD, en inglés), destinado a contrarrestar los misiles norcoreanos en caso de un ataque a su territorio.

En total, 38 personas -incluidos seis agentes- sufrieron heridas durante la operación en la localidad de Seongju, a unos 300 kilómetros de Seúl, en la que se instalaron las cuatro lanzaderas de misiles que complementan a otras dos ya desplegadas en abril. Al igual que pasó entonces, cientos de vecinos y activistas se manifestaron en contra de un sistema que convierte a su pueblo en un objetivo prioritario de la artillería norcoreana si hubiera un conflicto.

Al principio de su mandato, el presidente surcoerano, Moon Jae-in, se mostró reticente al proyecto del THAAD -negociado por la anterior administración de Park Geun-hye- y paralizó su despliegue total en mayo. Sin embargo, los últimos avances en el programa balístico y nuclear de Pyongyang le han empujado a adoptar una postura más dura y dar su visto bueno a la puesta en funcionamiento del escudo.

Su decisión ya ha sido criticada por China, que considera que el potente radar que acompaña al THAAD permitirá a Washington y Seúl espiar su territorio. "China esta seriamente preocupada", aseguró hoy el portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, quien volvió a pedir que se respeten los "intereses y preocupaciones de seguridad" de Pekín y se proceda a "la retirada del equipo" estadounidense.

¿Son adecuadas las sanciones a Corea del Norte?

Todo esto sucedió horas después de que se filtrara el borrador presentado este miércoles por EU al Consejo de Seguridad de la ONU para aprobar una nueva ronda de sanciones que será votada este lunes. Entre las medidas que se contemplan hay un embargo petrolero a Corea del Norte; la congelación de los activos extranjeros del líder comunista, Kim Jong-un, y de otros altos cargos (además de prohibirles viajar fuera del país); la paralización de las exportaciones de textiles norcoreanos; y la suspensión del pago de los salarios a los trabajadores norcoreanos en el extranjero, unas remesas que se sospecha que son invertidas en los programas de armamento.

Mientras que países como Japón o Corea del Sur apoyan estas nuevas sanciones como vía de presionar a Pyongyang para que renuncie a sus programas armamentísticos, otros como Rusia y China ponen en duda el efecto que están teniendo los sucesivos castigos y apuestan por desescalar la tensión militar en la zona y que todas las partes vuelvan a la mesa de negociaciones.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ya le comunicó al surcoreano Moon en una reunión mantenida ayer que su país se muestra contrario a cortar el suministro de petróleo a Corea del Norte, ya que sería "devastador" para la población y dejaría a los hospitales y otros servicios públicos sin acceso a combustible.

Su visión es similar a la que defiende un informe del think tank Instituto Nautilus, en el que se alerta de los peligros que puede entrañar este embargo energético. "La gente se verá obligada a caminar o no se moverá en absoluto", señala en sus páginas. Además, la prohibición llevará a una mayor deforestación, ya que los norcoreanos se verán obligados a cortar árboles para producir carbón vegetal, produciendo "más erosión, inundaciones y hambruna" en el país, sin que esto asegure "poco o ningún impacto inmediato" en el programa de misiles y nuclear.

China cede en su postura

Por su parte, China, cuya actuación se considera clave para la resolución del conflicto, se ha mostrado hoy más favorable a apoyar nuevas sanciones contra su vecino comunista, aunque sin entrar en detalles. "Teniendo en cuenta los nuevos acontecimientos en la península coreana, China está de acuerdo en que el Consejo de Seguridad de la ONU debe responder tomando las medidas necesarias", aseguró ante la prensa el ministro de Exterirores, Wang Yi. "Creemos que las sanciones y la presión son sólo la mitad de la clave para resolver el problema, la otra mitad es el diálogo y la negociación", añadió.

Su intervención se produjo horas después de que el presidente chino, Xi Jinping, y el estadounidense, Donald Trump, mantuvieran una conversación "muy franca" sobre el asunto norcoreano. Sobre lo hablado, el mandatario norteamericano dijo más tarde que "el presidente Xi está de acuerdo conmigo al 100%". Preguntado por si su gobierno considera una intervención militar contra Pyongyang, Trump aseguró que "no es nuestra primera opción, pero veremos que sucede".

Mientras todo esto sucede y se multiplican las sospechas de que Corea del Norte prepara un nuevo lanzamiento balístico para los próximos días, Pyongyang fue ayer escenario de un multitudinario acto de homenaje a los científicos que hicieron posible el éxito del ensayo de la bomba de hidrógeno del pasado domingo. En el centro de la capital, decenas de miles de personas se congregaron para apladuir el paso de un autobús en el que viajaban los homenajeados, y todos juntos asistieron más tarde a un espectáculo de fuegos artificial.



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