Internacional - Población

El huracán Irma siembra el pánico: se agota el agua, atascos kilométricos y miedo a olas gigantes 

2017-09-08

Si se gira hacia el Oeste, no cambia nada. El área urbana formada de Tampa y Saint...

PABLO PARDO / El Mundo

Los seis millones de habitantes de Miami viven a menos de nueve metros y 14 centímetros sobre el nivel del Océano Atlántico. Justo al norte, Daytona tiene 600,000 residentes, y una altitud máxima de cuatro metros. Allí está la isla de Merritt, y, en ella, Cabo Cañaveral, a un metro de altura sobre el nivel del mar. Jacksonville, con casi dos millones de habitantes, tiene su mayor elevación a cinco metros por encima del Océano Atlántico.

Si se gira hacia el Oeste, no cambia nada. El área urbana formada de Tampa y Saint Petersburg -con casi un millón de personas-, está a 14,6 metros por encima del Golfo de México. Solo cuatro metros por encima del Golfo está la base aérea de MacDill, la sede del cuartel general del Mando Central de EU, desde donde se coordinan las guerras de Irak, Siria, y Afganistán.

Así que el sentimiento de pánico que atenaza a Florida y al Norte del Caribe ante la llegada del huracán Irma es lógico. La tormenta, de categoría 5, tiene pocos precedentes. Según el servicio metereológico francés, es el ciclón de categoría 5 más duradero jamás registrado.

Y se presenta, además, en territorios que no han sufrido apenas grandes huracanes desde hace dos décadas. A lo largo de ese tiempo, la población de Florida ha explotado, en buena medida debido a la llegada de jubilados que acuden al estado a vivir por su buen clima, y, sobre todo, la inexistencia de un tramo local del IRPF, lo que permite estirar la pensión. Hoy Florida tiene 20 millones de habitantes en un territorio de 170,000 kilómetros cuadrados -más que las dos Castillas, Aragón y Madrid juntos- cuya mayor elevación sobre el nivel del mar es de 105 metros. Mejorando lo presente, el gobernador de Florida, el republicano Rick Scott, ha prohibido en los documentos oficiales mencionar las palabras "cambio climático", pese a que el nivel de la Bahía de Tampa sube al doble de velocidad que hace dos décadas lo que, según los científicos, podría deberse a la subida de las temperaturas.

Así pues, todo depende de por dónde llegue Irma el domingo de madrugada para que se plantee, de forma muy real, la repetición de una catástrofe como la de Houston, hace una semana -si entra por Miami y por la costa Este de Florida- o incluso de Katrina, en 2005 - en el caso, más improbable, de que lo haga por el Oeste y afecte a Tampa -. El miedo a unas olas de entre cinco y siete metros acompañadas de lluvias torrenciales ha hecho que los habitantes del Sur de Florida se echen a la carretera, provocando atascos kilométricos. Para los que se quedan, las perspectivas no son muy favorables. Ayer por la mañana se habían agotado las botellas de agua potable en Miami, según informaba la cadena de televisión CNN, y cada vez más ciudadanos de Florida habían puesto rumbo al Norte, sin esperar al huracán. Es una decisión lógica. Scott ha declarado que "esta tormenta tiene el potencial de devastar el Estado", y ha reclamado a sus conciudadanos que se lo tomen "en serio". Florida, Carolina del Sur, las Islas Vírgenes, y 

Irma ya había golpeado ayer Saint Martin, dejando a su paso al menos ocho víctimas mortales. El ministro francés de Interior, Gérard Colomb, ya había informado de que el huracán había destruido las edificaciones "más duraderas" de la parte francesa de la isla, que habría sufrido inundaciones masivas. El huracán también se ha cobrado una vida en la isla de Anguila y ha dejado Barbuda "casi inhabitable" e "inundada". Según el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, una persona falleció en esta otra isla y el 95% de las estructuras están afectadas."Volamos a Barbuda solo para ver una carnicería total. Fue probablemente una de las experiencias emocionalmente más dolorosas que haya tenido nunca" dijo Browne en declaraciones a la BBC. Aproximadamente la mitad de la población de Barbuda -de unos 1,800 habitantes- se ha quedado sin hogar.

Muchas de esas islas son 'refugios' de multimillonarios, incluyendo a Donald Trump, que posee en Saint Martin el resort Le Chateau les Palmieres, en primera línea de playa pero separado del mar por un muro. El famoso club de Trump Mar-a-Lago, en Florida, también está en la posible ruta de Irma. Ninguno de esos territorios llega al extremo de la también colonia francesa de Saint Barthelemy, coloquialmente conocida por los turistas como 'Saint Barts', que ayer también recibió la visita del huracán. La isla estaba inundada y sin electricidad, y numerosas viviendas habían perdido sus tejados, según fuentes francesas citadas por el diario 'The New York Times'.

Pero la mayor destrucción puede estar todavía por llegar. Irma ha golpeado ya Puerto Rico donde ha dejado un muerto y a la mitad de la isla sin suministro eléctrico, y se dirige hacia el noreste de la República Dominicana, donde 5,500 personas ya han sido evacuadas . Dentro de la ruta prevista también se incluyen las Bahamas, y, tal vez, Cuba, y Haití. Incluso aunque no toque directamente esas áreas, el tifón puede provocar tempestades, subidas de marea, y lluvias masivas que causen inundaciones graves a cientos de kilómetros a la redonda. Ante la amenaza, el Gobierno cubano ha comenzado el traslado de más de 36,000 turistas que están de vacaciones en playas de la costa norte oriental y central hacia zonas seguras ante la cercanía de Irma.

Y también está el impacto político. Por de pronto, Donald Trump ha hecho algo inédito: alinearse con el Partido Demócrata para lograr ayudas para los habitantes de Texas que se han visto afectados por el huracán 'Harvey', la semana pasada. A cambio, el presidente ha accedido a que se eleve el techo de endeudamiento de EU. Es algo que para muchos republicanos es una traición de Trump tanto a sus correligionarios del Congreso como a los principios de austeridad que ese partido profesa. La Madre Naturaleza es más fuerte que Donald Trump. 



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