Internacional - Población

Birmania admite que al menos 176 pueblos rohingya han sido vaciados de residentes 

2017-09-14

Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la situación sólo puede ser...

MÓNICA G. PRIETO / El Mundo

La ofensiva contra la comunidad rohingya lanzada por el Ejército birmano -una "limpieza étnica de manual", según Naciones Unidas- ya ha derivado en la expulsión de toda la población musulmana de al menos 176 pueblos, según ha anunciado el portavoz del Gobierno de Naypyidaw, Zaw Htay.

El responsable detalló que de las 471 localidades afectadas por las operaciones militares, al menos 176 ya están vacías de residentes, lo cual implica el 40% de los núcleos urbanos musulmanes. Al menos 34 de esas aldeas han quedado parcialmente abandonadas.

El Ejecutivo birmano parece admitir así el movimiento masivo de población musulmana que ha forzado mediante las masacres y los incendios de aldeas, pese a que en los medios locales sólo se menciona la existencia de 30,000 desplazados budistas e hindúes por la violencia en Rakhine, sin mencionar que un tercio de la población rohingya ha escapado al ver sus hogares y sus pertenencias arder a manos de los uniformados o de las milicias civiles que actúan con impunidad en el estado birmano, en una oleada de odio étnico y religioso contra la castigada comunidad rohingya sin precedentes en lo que llevamos de siglo .

Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la situación sólo puede ser descrita como "catastrófica". Fue el adjetivo que empleó tras la reunión del Consejo de Seguridad, reunido a puertas cerradas para debatir el flagrante episodio de limpieza étnica que se está cometiendo en Birmania sin que el mundo haga nada para impedirlo.

"Pido a las autoridades de Birmania que suspendan toda acción militar, que pongan fin a la violencia, que defiendan el estado de Derecho y reconozcan el derecho al retorno de aquellos que se han visto obligados a abandonar el país", dijo Guterres en una rueda de prensa donde se anunció el final de una sesión que se cerró sin ningún tipo de acción, más allá de la clásica "enérgica condena" verbal. China ya había advertido que impediría cualquier resolución para proteger a su socio birmano.

Guterres fue explícito en su discurso. "Cuando nos reunimos la semana pasada, eran 125,000 quienes habían huido a Bangladesh. Ese número se ha triplicado a casi 380,000", recordó, "y muchos mujeres y niños que llegan hambrientos y malnutridos". Interrogado sobre si considera que los rohingya están siendo sometidos a limpieza étnica, respondió: "Cuando un tercio de la población se ha visto obligada a huir del país, ¿se puede encontrar una definición mejor que esa?"

Poco antes de la reunión del Consejo de Seguridad, 12 galardonados con el Premio Nobel habían entregado una carta a los cinco países miembros donde se exigía una "intervención inmediata con todos los medios disponibles" para poner fin a la tragedia y a los "crímenes contra la Humanidad" que se están cometiendo en el estado de Rakhine. "El mundo espera ansioso para ver el papel que está dispuesto a asumir el Consejo de Seguridad para poner fin a esta catástrofe humanitaria y construir la paz en la región", se leía en el texto, pero la iniciativa no fue atendida por un Consejo de Seguridad preso de sus intereses nacionales.

Aire a los extremistas

La inacción de la comunidad internacional hacia la protección de la minoría musulmana, sin derechos básicos en Birmania y sometida a una clara persecución religiosa, amenaza con dar aire a los extremistas islamistas. Las imágenes de incendios, abusos, masacres, torturas y refugiados copan las redes sociales, especialmente en los países musulmanes, alarmados por la impunidad de los crímenes cometidos a manos de los budistas.

Al Qaeda ha emitido un comunicado en sus redes donde pide "a todos los mujahidin de Bangladesh, India, Pakistán y Filipinas que acudan a Birmania para ayudar a sus hermanos musulmanes", y a que "preparen todo lo necesario, entrenamiento y demás para resistir la opresión", informó el sitio online SITE, encargado de la vigilancia de las comunicaciones de grupos extremistas.

"El salvaje trato dispensado a nuestros hermanos musulmanes no quedará sin castigo", se leía en el comunicado. "El Gobierno birmano probará lo mismo que nuestros hermanos musulmanes han probado". Al Qaeda también pedía a los musulmanes de todo el mundo que apoyen a sus hermanos rohingya con ayuda, armas o "apoyo militar", en un llamamiento que criminalizará aún más a ojos de las autoridades birmanas y, posiblemente, de la comunidad internacional a los rohingya.

El grupo Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ESRA), responsable de los ataques contra posiciones fronterizas que desataron, el pasado 25 de agosto, la actual ofensiva, ha sido vinculado con grupos extremistas, aunque ni su estrategia operacional ni sus objetivos -las fuerzas de Seguridad birmanas- recuerdan al modus operandi de organizaciones yihadistas como IS o Al Qaeda. Sin embargo, es cuestión de tiempo que las masacres, la limpieza étnica y la oferta de ayuda de los salafistas modifique las prioridades y tácticas del actual ESRA, también conocido como Harakat al Yaqin, o Movimiento de Fe.

1,100 niños han cruzado solos a Bangladesh

La masiva represión militar contra toda una comunidad -odiada y perseguida en Birmania, de mayoría budista, desde hace siglos- se observa en un éxodo desesperado, que incluye niños caminando kilómetros con sus hermanos pequeños en las caderas, ancianos siendo acarreados por sus hijos y embarazadas dando a luz en plena huída. Son muchas las fotos que muestran a los más saludables llevando a los más débiles, críos o viejos, en cestas de mimbre colgando de una caña que, apoyada en los hombros, supone el tradicional sistema de transporte de mercancías.

Se calcula que, de los 380,000 refugiados, un 60% son niños: son el eslabón más débil de este drama. Según cifras de UNICEF recogidas por la agencia France Presse, al menos 1,100 niños han llegado solos a Bangladesh, sin ningún adulto que pudiera protegerles durante su huida. Los menores denuncian que perdieron a sus familiares durante el éxodo y se sumaron a los extraños que escapaban hasta cruzar la frontera con Bangladesh: ahora a salvo, no saben a quién acudir ni a dónde ir. "Había mucha violencia, así que crucé el río con los demás", explicaba un niño citado por la agencia, identificado como Mohammad, quien concretó que pasó tiempo escondido en la jungla, donde "comía las hojas de los árboles para sobrevivir".

"Algunas mujeres del grupo me preguntaron donde estaban mis padres, pero les dije que no lo sabía", añadía Abdul Aziz, de 10 años. "Entonces me dijeron que ellas me cuidarían como si fuera su propio hijo".

Estos niños perdidos son vulnerables a todo tipo de abusos, advierten las ONG, desde violencia sexual hasta tráfico humano, sin mencionar el trauma que arrastran. La situación en los campos es desesperada: la población original, entre 400,000 y 500,000 rohingya llegados a Bangladesh en los éxodos anteriores, se ha multiplicado con la llegada de otros 400,000 civiles en menos de 20 días, fruto de la actual ofensiva. Las condiciones de hacinamiento obligan a niños y adultos, a menudo extraños, a compartir estancias de día y de noche.

"Al principio, no hablan, no juegan, no comen. Sólo se quedan quietos, mirándolo todo", relataba a la agencia francesa Moazzem Hossain, de la ONG bangladeshí BRAC y responsable de un espacio seguro para niños del campo de Kutupalong, pequeños chamizos supervisados por monitores donde los niños pueden jugar y colorear lejos de los adultos.

Muchos de esos menores no acompañados llegan con un obvio trauma psicológico: algunos han visto a sus familias ser asesinadas en el interior de Birmania, otros han escapado heridos. Muchos críos han sido ingresados en Bangladesh con metralla incrustada en sus cuerpos o heridas de bala. Las cifras de niños perdidos son aproximativas, ya que surgen continuamente nuevos casos.

"Estos niños constituyen una preocupación enorme. Necesitan un apoyo extraordinario y ayuda para ser reunidos con sus familiares", explicaba George Graham, experto de Save The Children, en un comunicado. Expertos de UNICEF alertan del riesgo que implica la soledad especialmente entre niñas y adolescentes, dado que son susceptibles a ser obligadas a casarse con adultos -una práctica habitual- o a ser arrastradas a la prostitución infantil.



yoselin
Utilidades Para Usted de El Periódico de México