Nacional - Población

Escasez de víveres y lluvias amenazan damnificados 

2017-09-14

Aún en los casos en los que hubo daños menores, los moradores no se atreven a...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 14 SET - La escasez de víveres y agua y la amenaza de lluvias fuertes que agraven la situación de las personas a la intemperie, acechan a los dos millones de damnificados por el terremoto que golpeó el día 7 de este mes el sureste de México.

El censo sobre los daños causados por el devastador sismo de 8,2 grados en la escala de Richter, que causó hasta ahora 98 muertos, avanza a marchas forzadas y se estima que en los estados de Chiapas y Oaxaca hay más de 63,000 casas con daños parciales.

El temor es que las lluvias inminentes provocadas por la próxima llegada del huracán Max a los estados de Guerrero y Oaxaca afecten a los damnificados en la zona del Istmo de Tehuantepec, especialmente a la martirizada ciudad de Juchitán, habitada por la etnia zapoteca, y a localidades vecinas.

En esa área miles de personas siguen viviendo bajo frágiles techos de campaña al lado de sus derruidas casas, pues se niegan a trasladarse a los refugios por temor a perder lo poco que les queda.

Aún en los casos en los que hubo daños menores, los moradores no se atreven a retornar a sus casas, pues continúan las réplicas (hasta ahora suman más de 1,800) y no se descarta que una de ellas pueda finalmente colapsar las construcciones que todavía se hallan en pie.

"Estamos pasando por una emergencia de la cual no hemos salido aún", afirmó el ministro de Gobernación, Miguel Osorio, durante la visita a Oaxaca.

"Seguiremos en emergencia hasta que deje de temblar, y en cuanto se tenga a toda la comunidad segura y con toda la respuesta del Estado para apoyarles a cada uno de ellos", afirmó.

La ministra de Desarrollo Territorial, Rosario Robles, señaló que para el viernes se busca entregar el censo de viviendas y dar paso al inicio de la reconstrucción.

Sólo en Oaxaca, hay 12,500 casas con daños totales o parciales en 41 municipios, de acuerdo con la funcionaria.

El problema más grave sin embargo es la amenaza del hambre, pues hay sitios donde los cargamentos de agua, alimentos y medicinas no han llegado, como el municipio de Unión Hidalgo.

Según testimonios difundidos hoy, más de 3,000 familias carecen de alimentos y agua y muchas personas se quejan de la "indiferencia de las autoridades que está rebasando los límites".

"Ya pedimos ayuda a la presidenta municipal Gloria Sánchez (de Juchitán), ya hicimos un llamado a las autoridades federales, pero no vemos resultados. Estamos en una situación precaria", dijo Teodosio López, de la localidad de Chicapa de Castro. Más de 400 casas se desplomaron en esta comunidad y la gente vive fuera de sus viviendas agrietadas, sin techo y sin paredes.

El único mercado de la localidad colapsó y en las tiendas no hay alimentos básicos como huevo, hortalizas o alimentos enlatados.

"La gente se me acerca llorando, me pide comida, me pide agua. Qué hago. No puedo con esto. Aunque uno quisiera ayudar, es demasiado", dijo José, comandante de la Policía de Chicapa, al enviado del diario capitalino Reforma.

Un equipo de fútbol local llamado Boca Juniors, como el famoso club argentino, cambió ahora de nombre para denominarse "Topos Amarillos", y se encarga de apoyar a la gente para demoler casas a punto de derrumbarse y evitar que la gente se accidente al intentar entrar en las ruinas para buscar sus pertenencias.

"No damos despensas, pero derribamos casas que representan un peligro" porque "no queremos que se caigan sobre una persona", señalaron sus miembros.

"Aquí cada quien se está rascando con sus propias uñas. No creemos nada. Las despensas ya se las clavaron (robaron)", dijo Angela López, refugiada en casa de unos vecinos, según el matutino.(ANSA).   



yoselin

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