Internacional - Política

Denuncian a Temer y a la cúpula de su partido por "liderar una organización criminal"

2017-09-15

El presidente Michel Temer es "el líder de una organización criminal" que...

 

JOAN ROYO GUAL / El Mundo 

Son denunciados por delitos de asociación ilícita y obstrucción de la Justicia

El presidente brasileño ya fue denunciado anteriormente por corrupción pasiva, pero se salvó gracias al apoyo de los diputados

El presidente Michel Temer es "el líder de una organización criminal" que en los últimos años recaudó al menos 587 millones de reales (157 millones de euros) en forma de sobornos. Así lo cree la Procuradoría General de la República de Brasil, que este jueves denunció al presidente brasileño y a buena parte de la cúpula de su partido por un delito de asociación ilícita. Temer fue denunciado por partida doble, pues también está acusado de maniobrar para obstruir las investigaciones.

Junto con Temer la Fiscalía también denunció a dos de sus ministros, dos ex ministros y dos ex diputados de la formación a la que pertenece, el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB). Todos ellos habrían aprovechado la maquinaria pública para enriquecerse: desde instituciones como el ministerio de la Integración Nacional hasta la Cámara de Diputados, pasando por empresas estatales como Petrobras, Furnas o la Caixa Económica Federal.

"Michel Temer está acusado de haber actuado como líder de la organización criminal desde mayo de 2016", dice la denuncia, que aclara que en el núcleo político de esta trama corrupta también había políticos de otros partidos, como el Partido Progresista (PP) o el Partido de los Trabajadores (PT) de los ex presidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva.

No obstante, la denuncia destaca que al llegar al poder en mayo del año pasado tras el 'impeachment' de Rousseff Temer se convirtió en el dueño y señor de la organización: "Con la reformulación del núcleo político de la organización delictiva los integrantes del 'PMDB de la Cámara', especialmente Michel Temer, pasaron a ocupar un papel protagonista que antes tuvieron los integrantes del PT", asegura el fiscal.

La acusación presentada por la Fiscalía no es una simple denuncia contra Temer y sus colegas de partido, sino que subraya detalles de la promiscua relación que el partido de Lula y Rousseff estableció con el PMDB de Temer (que es el partido más grande de Brasil) para poder gobernar. Según la denuncia, el origen de la actual metástasis de corrupción que asola a la clase política se remonta, como mínimo al año 2006, cuando el partido de Temer entró en la base aliada del Gobierno de Lula a cambio de que muchos de sus hombres pasaran a ocupar posiciones de poder en varias empresas estatales.

Al margen de por haber tejido una sofisticada red de corrupción Temer también ha sido denunciado por un delito de obstrucción a la Justicia, porque habría presionado para que se entregasen sobornos a Lúcio Funaro, un cambista clave en la Operación Lava Jato que estaba a punto de llegar a un acuerdo con la Fiscalía para aportar información. Con miedo de lo que pudiera revelar Temer quiso comprar su silencio, pero no lo consiguió. Funaro confesó a los investigadores cientos de detalles que ayudaron a los investigadores a presentar esta denuncia contra el presidente.

Si la denuncia sigue adelante Temer perderá el cargo de presidente y será juzgado por el Tribunal Supremo, pero para que eso ocurra se necesita la luz verde de la Cámara de Diputados. El pasado mes de agosto los diputados ya archivaron una primera denuncia contra Temer, que había sido acusado de un delito de corrupción pasiva, por recibir sobornos del grupo JBS. En esta ocasión se espera que los diputados saquen a Temer de apuros otra vez.

Presidente impopular

La segunda denuncia contra Temer se esperaba desde hace tiempo y causa poca sorpresa. La mayoría de brasileños, acostumbrados a desayunar cada día con la enésima operación policial anticorrupción, dejaron hace tiempo de protestar en la calle, aunque las estadísticas son contundentes: el 5% no aprueba la gestión del presidente (en su peor momento su antecesora Dilma Rousseff, contaba con el doble de popularidad). El 81% cree que el presidente ya debería haber sido investigado por la primera denuncia, según datos del Ibope, el instituto oficial de encuestas de opinión.

Temer dejó claro en un principio que no pensaba dimitir y desde el pasado mes de mayo (cuando fue denunciado por primera vez) hace equilibrios para mantenerse en el poder y al mismo tiempo sacar adelante su agenda reformista de corte neoliberal. Algunas de sus propuestas estrella, como la reforma del sistema de pensiones, están encalladas en el Congreso Nacional, pero Temer saca pecho con los 'brotes verdes' que apuntan a una incipiente recuperación económica. El PIB creció un 1% en el primer trimestre del año y un 0,2% en el segundo, después de dos años seguidos de recesión. El desempleo bajó levemente y se sitúa en el 12,8%.

Cuando fue denunciado por primera vez Temer y los suyos argumentaron que abrir una crisis de Gobierno sería un golpe a la estabilidad que necesita el país para salir de una vez por todas de la crisis. La mayoría de diputados de otros partidos compraron el argumento y archivaron la primera denuncia en nombre de la estabilidad, según decían en sus discursos en público. En realidad, en la decisión también pesaron las promesas de puestos en el Gobierno, leyes a medida de los intereses de los diputados más influyentes y remesas de dinero.
 



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